Seis muertos, al menos 300 personas con quemaduras y cientos de hectáreas arrasadas es el saldo que dejan varios incendios forestales en Turquía , que ya completan cuatro días. Los equipos de bomberos siguen luchando contra las llamas.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, blanco de críticas tras conocerse que el país no tenía aviones de extinción de fuego, a pesar de que un tercio de su territorio está cubierto de bosques, declaró las zonas afectadas como áreas de desastre y dio un parte de tranquilidad.
"Estos son los momentos en los que más necesitamos unidad, hermandad y solidaridad. Gracias a Dios, la mayoría de los incendios forestales están contenidos", aseguró.
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Los incendios forestales estallaron el miércoles 28 de julio y, desde entonces, más de 300 personas han resultado con quemaduras, pese a la evacuación obligatoria de las zonas de peligro. Diez incendios continúan y otros 88 han sido controlados.
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El número de víctimas mortales aumentó a seis después de que se encontraron los cuerpos de dos trabajadores que luchaban contra las llamas.
Otra conflagración comenzó este sábado en la ciudad turística de Bodrum, donde cientos de personas fueron evacuadas.
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Más de 2.600 incendios han estallado cada año, en promedio, durante la última década, pero esa cifra aumentó a casi 3.400 el año pasado.