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La localidad de Borja, en el noreste de España, se despide de una de sus figuras más emblemáticas y más conocida internacionalmente de la última década. Cecilia Giménez Zueco, la anciana que en 2012 cautivó al mundo con su fallida pero bienintencionada restauración del fresco del Ecce Homo.
La mujer falleció a los 94 años. La noticia ha conmovido no solo a los habitantes de su natal Zaragoza, sino a una comunidad global que aprendió a ver en su historia una lección sobre la intención, la resiliencia y el fenómeno de la viralidad en la era digital.
El fallecimiento de Cecilia fue confirmado el 29 de diciembre de 2025 por el Santuario de la Misericordia de Borja, el mismo lugar que alberga la obra que la hizo famosa. El alcalde de la localidad, Eduardo Arilla, rindió un emotivo tributo a través de sus redes sociales, describiéndola como una persona "muy querida en el pueblo" y una "gran amante de la pintura desde joven".
Arilla destacó la fortaleza de Giménez para enfrentar la presión mediática y las burlas iniciales que rodearon su intervención artística. Aunque no se han detallado causas específicas de su muerte, se sabe que Cecilia falleció a una edad avanzada, rodeada del cariño de una comunidad que, tras el impacto inicial, cerró filas en torno a ella.
La fama de Cecilia Giménez explotó en agosto de 2012, cuando ella tenía 81 años. Preocupada por el deterioro del fresco del Ecce Homo ("He aquí el hombre"), pintado originalmente por Elías García Martínez alrededor de 1910 o 1930, decidió intervenirlo por cuenta propia. Según declaró a la BBC en aquel entonces, contaba con el permiso del párroco y realizaba el trabajo a la vista de todos.
Sin embargo, el resultado final distaba mucho del original de trazos finos. La cabeza de Cristo, ahora con un aspecto que recordaba al de un "mono peludo", con la boca difuminada y la nariz mal perfilada, se convirtió instantáneamente en un fenómeno viral bajo el apodo de "Ecce Mono". La imagen dio la vuelta al mundo, inspirando imitaciones que incluían desde personajes como Homer Simpson hasta figuras de la cultura pop como Michael Jackson.
Lo que comenzó como una mofa global se transformó en un milagro turístico para Borja. Antes de 2012, el Santuario recibía unos 5.000 visitantes anuales; en 2013, esa cifra se disparó a más de 40.000 turistas. Se estima que, en la última década, aproximadamente 200.000 personas han viajado hasta Borja específicamente para ver la obra.
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Hoy, el famoso retrato se encuentra protegido por una vitrina de cristal, consolidado como un punto de encuentro turístico y un hito de la cultura popular contemporánea.
Nacida el 23 de enero de 1931 en Borja, Cecilia fue mucho más que un meme de internet. Desde su juventud, mostró un interés genuino por el arte, desarrollando una producción propia enfocada principalmente en los paisajes. Era una feligresa dedicada a su iglesia y al Santuario de la Misericordia, donde colaboraba frecuentemente en diversas tareas de mantenimiento.
Su amor por la pintura la llevó incluso a organizar una exposición con 28 de sus cuadros originales una vez que pasó el vendaval de la polémica. Además, demostró su generosidad donando obras como "Las bodegas de Borja" para subastas benéficas. Sus vecinos y las autoridades locales siempre subrayaron que era una mujer de fe con "la mejor de las intenciones".
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*Con información de AFP
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