En China, según un informe revelado por la BBC, se estima que 20.000 bebés son vendidos al año. Justamente eso sucedió recientemente en la ciudad de Hefei con una mujer que viajaba en tren junto a un bebé.
Al ver que cargaba a un recién nacido, los uniformados cuestionaron a la mujer. Ella respondió que lo había adoptado legalmente. Sin embargo, las preguntas continuaron hasta que reveló haber pagado por el pequeño.
Tras una investigación, dada a conocer por Xin An Evening News, se descubrió que pagó a los padres del bebé el equivalente a 24 mil dólares -unos 88 millones de pesos-, un collar y una pulsera de oro.
El pasado 3 de noviembre, los padres fueron citados a una audiencia. Se conoció que declararon tener problemas económicos y así buscaron justificar el haber vendido al recién nacido.
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En las próximas semanas se espera conocer formalmente qué delitos afrontarán los implicados.
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