Un joven de 17 años estaba amasando una gran fortuna gracias a la venta decertificados COVID falsos, específicamente de vacunación, apoyado por una red de hackers. Sin embargo, su negocio y la vida ostentosa que empezaba a tener se vino abajo por una clienta insatisfecha.
Los hechos se presentaron en Italia, donde el joven empezó a gastar dinero en lujosos artículos de belleza, ropa y hasta en inversión de criptomoneda. Los padres no sospechaban nada y creían que su hijo era un experto al que empresas de videojuegos en línea lo contactaban.
Según cálculos de las autoridades, con el negocio de los certificados COVID falsos alcanzó a recaudar unos 22.000 dólares a su corta edad.
Pero su jugoso negocio se vino abajo por avaricia. Una clienta que lo contactó le dijo que no quería vacunarse, pero que necesitaba el documento por lo que él le aseguró que le podía ayudar a cambio de 150 euros.
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Para sorpresa de la mujer, en cuanto recibió el dinero empezó a exigirle más. Ella decidió acudir a las autoridades y comenzaron a atar cabos para dar con los responsables de falsificar los certificados COVID.
El joven resultó ser un eslabón de una red de piratas informáticos rusos que no solo usaban la información para crear documentos adulterados, sino que la mostraban para abrir cuentas bancarias y sacaban tarjetas de crédito a nombre de quienes buscaban saltarse la ley.
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La investigación trasnacional continúa en curso para hallar a los responsables y por el momento no se conoce cómo será castigado el menor.