La oposición venezolana presentó este lunes sorpresivamente 1,85 millones de firmas en favor de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, enfrentado a un creciente descontento popular por la profundización de la crisis económica.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que controla el Parlamento, anunció que entregó al Consejo Nacional Electoral (CNE) 80 cajas con planillas que consignan 1,85 millones de firmas, casi diez veces más de las 195.721 (1% del padrón electoral) requeridas para pedir que se inicie el proceso.
"Este es sólo el inicio del camino que culminará con la realización del referendo revocatorio y la elección de un Gobierno de Unidad", escribió en su cuenta de Twitter el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.
El CNE, acusado por la oposición de ser aliado del gobierno socialista, dio el 26 de abril 30 días para recoger esas firmas, pero la oposición dijo haber recolectado 2,5 millones en "tiempo récord", aunque todavía no explica por qué no entregó todas.
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Según la ley, el CNE deberá constatar en cinco días el número y en otros cinco días llamar a los firmantes a ratificar su apoyo con su huella digital.
Sólo después de que las valide, autorizaría la recolección de los cuatro millones de rúbricas (20% del padrón) requeridas para convocar al referendo. "También la lograremos en tiempo récord", agregó Torrealba.
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El malestar popular es creciente. El país con las mayores reservas de petróleo del planeta enfrenta una dura situación desde 2013, con la inflación más alta del mundo (180% en 2015), severa escasez de productos básicos y, este año, apagones por una crisis energética.
"¡El revocatorio es nuestro!"
Pero Tania D'Amelio, rectora del CNE, escribió en Twitter que la constatación de firmas comienza cuando se cumplan los 30 días (el 26 de mayo), tras lo que el jefe del Parlamento, Henry Ramos Allup, la acusó de "militante y activista incondicional" del partido socialista.
La oposición, que aspira a que el referendo se realice a fines de año, asegura que la constatación debe iniciarse apenas entregadas las firmas, un criterio que comparte otro rector del CNE, Luis Emilio Rondón.
"No hay que esperar los 30 días (...) El revocatorio es nuestro y esa es la vía para alcanzar el cambio político que necesita el país para salir de esta situación", dijo el líder opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles.
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El constitucionalista José Ignacio Hernández opinó que según la ley "el lapso de 30 días no debe dejarse transcurrir íntegramente", pero habrá que esperar que la divergencia en el CNE la aclare el propio organismo en breve.
"Una opción, no una obligación"
Ante miles de seguidores el domingo, el presidente aseguró que "el referendo es una opción, no una obligación" y anunció que nombró una comisión para que revise las firmas y lo defienda.
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"Aquí lo único que es obligación son las elecciones presidenciales y serán en diciembre de 2018", dijo Maduro, tras llamar a sus seguidores a declararse en "rebelión" en caso que tenga que dejar el poder por una vía constitucional o un golpe de Estado.
Jorge Rodríguez, coordinador de la comisión oficialista, advirtió que el chavismo no permitirá el "doble juego" de invocar el referendo y presionar con manifestaciones la validación de las firmas: "O se mantienen dentro de los cauces democráticos o vamos a solicitar que los procedimientos se detengan hasta que vuelvan al cauce democrático", aseguró.
Para revocar a Maduro, el "Sí" deberá obtener más de los 7,5 millones de votos con los que fue elegido tras la muerte de su mentor Hugo Chávez en 2013.
Una encuesta de la firma Venebarómetro indica que casi siete de cada diez venezolanos (68%) está a favor de que Maduro deje el poder y haya elecciones, y un 84,1% considera negativa la situación del país.
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Cortes de luz de más de cuatro horas en casi todo el país -excepto Caracas-, por la sequía provocada por el fenómeno El Niño, provocaron la semana pasada algunas protestas en ciudades como Maracaibo (noroeste).
Ante la crisis de energía, los venezolanos adelantaron 30 minutos sus relojes el domingo (a -4H00 GMT). Maduro dispuso además la reducción de la jornada laboral en el sector público a sólo dos días por semana y que las escuelas cierren los viernes.
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La tensión en el país llevó al papa Francisco a dirigirle una "carta personal" a Maduro, cuyo contenido no fue revelado, pero en la que según fuentes vaticanas manifiesta que "sigue con mucha atención la situación de Venezuela".