En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro inhabilitó a candidatos opositores para las elecciones de 2024 y anunció que no aceptará la observación europea en los comicios. Aunque las condiciones son muy adversas, hay líderes políticos como María Corina Machado
que apuestan por dar la pelea.
María Corina Machado ha sido por años una de las políticas opositoras más visibles del régimen venezolano. Según los primeros sondeos, actualmente es la precandidata presidencial más opcional dentro de las barajas de la oposición para unas primarias que se llevarán a cabo el 22 de octubre.
Andreína Solórzano: el pasado 30 de junio, la Contraloría la inhabilita políticamente por 15 años. ¿Por qué? ¿Qué argumentan?
María Corina Machado: Yo creo que lo importante es entender que lo que esto ha demostrado es que hay un régimen que está completamente derrotado, que hoy, la base que fue el apoyo del chavismo, se ha diluido y que sus sistemas de represión por el control en las fuerzas armadas tampoco están respondiendo.
Entonces, es un acto de desesperación, jurídicamente no tienen ninguna explicación ni sustentos, es totalmente inconstitucional. Considero que han cometido un gravísimo error político porque le han dado a la primaria un nuevo desafío. Ya no es una contienda entre candidatos con distintas visiones, sino que es realmente un reto, un desafío al sistema.
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Andreína Solórzano: pero, ¿qué va a pasar si usted gana las elecciones primarias estando inhabilitada? Veíamos en el debate que otros candidatos de la oposición están hablando de un plan B.
María Corina Machado: bueno, cada quien es libre de decidir hasta dónde está dispuesto a llegar. Yo estoy dispuesta a llegar hasta el final.
Andreína Solórzano: María Corina, ¿por qué se mostró sorprendida cuando el presidente Gustavo Petro cuestionó su inhabilitación?
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María Corina Machado: yo me mostré satisfecha. Yo creo que fue lo correcto y creo que fue un mensaje para muchos actores. Yo creo que es una buena señal, pero no es suficiente. Yo creo que el presidente Petro tiene indiscutiblemente vínculos fluidos de comunicación con Nicolás Maduro, y en el bien y en el bienestar de Colombia. Está, desde luego, que la situación en Venezuela se restablezca.
Andreína Solórzano: usted tiene muchos años siendo una figura destacada de la oposición venezolana. Le hizo oposición a Chávez y ahora se la hace a Maduro. ¿Ha sido distinto?
María Corina Machado: esa es una buena pregunta. Yo creo que, en esencia, están ambos dispuestos a todo, a utilizar los métodos más crueles para controlar a la sociedad, incluso someter a un país al hambre y a promover la separación de la familia como un mecanismo de hacer la sociedad más débil y al ciudadano más vulnerable. Pero yo siento que Chávez tenía mayor control de los distintos grupos y, por lo tanto, le permitía no ser tan a veces tan burdo, tan crudo, tan evidente en sus mecanismos represivos, como lo es el régimen hoy.
Y en la medida que es más débil, y lo es hoy, y esto es importante decirlo, porque el régimen además ha saqueado Venezuela, se ha quedado sin dinero, tiene un problema grave de liquidez. Entonces, esto exacerba las tensiones internas y vemos cómo ha habido incluso fracturas importantes dentro de toda esta coalición mafiosa. Entonces, en la medida que eso ocurre, si se vuelve más, yo diría, más peligroso, incluso, y más cruel.
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Andreína Solórzano: sin duda, una de las críticas que siempre se le ha hecho a la oposición es esa falta de capacidad de unirse. Y precisamente, cada uno de alguna forma ha tirado por su lado y eso ha redundado en los resultados que ya hemos visto en el pasado. ¿Usted cree que en esta oportunidad sí hay una verdadera voluntad de unión en la oposición?
María Corina Machado: yo creo que ahí es donde está la gran trampa. Lo que teníamos que unir no es a diligencias políticas, lo que estamos uniendo es un país. Lo que estamos uniendo es una sociedad que anhela lo mismo, que quiere vivir bien, que quiere tener a sus hijos de regreso a la casa, que queremos vivir con dignidad, que queremos paz de verdad y que queremos vivir en libertad. Entonces, creer que esto se resuelve metiendo en un cuarto unos dirigentes políticos y que se tomen una foto es no entender nada de lo que está pasando en el país hoy.
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Andreína Solórzano: en el debate de los precandidatos a las primarias se hizo viral la imagen en que usted no quiso tomar y elevar la mano junto a sus compañeros opositores. Nos da curiosidad. ¿Por qué?
María Corina Machado: indiscutiblemente hay diferencias. Por supuesto que las hay y hay diferencias de fondo en términos de la estrategia que creemos que debe llevarse adelante para enfrentar a la tiranía. Y por eso el 22 de octubre es un evento tan relevante, donde los venezolanos vamos a poder decidir cuál es el camino, la política a seguir y desde luego los valores que animan esta lucha.
Andreína Solórzano: usted tiene, como ya decíamos, más de 20 años en política en un país que fue perdiendo sus instituciones democráticas, donde la oposición política está en una lucha de David contra Goliat. ¿Usted no ha querido en algún momento tirar la toalla?
María Corina Machado: no, tirar la toalla nunca. Pero sí he tenido momentos muy, muy dolorosos, donde a veces me he cuestionado cómo se contraponen dimensiones de mi vida. Yo amo lo que hago, yo amo Venezuela, yo solo consigo mi vida aquí en libertad. Pero yo también soy mamá y tengo tres hijos que son mi vida y que adoro y que no tengo conmigo, porque tuve que ponerlos a resguardo fuera de Venezuela hace muchos años.
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Entonces, como tengo prohibición de salida del país desde hace más de diez años, ha habido días en los cuales mis hijos me han necesitado mucho y yo no he podido estar físicamente con ellos. Y esos han sido los momentos más duros, donde uno se cuestiona al final si vale la pena.
Al final, la respuesta es sí, vale la pena, porque lo que yo estoy haciendo es por ellos y por todos los hijos y los niños de Venezuela, de que el día de mañana puedan tener una Venezuela en la que se sientan muy orgullosos, donde los que se han ido puedan regresar, donde ninguno más se vaya. Y bueno, que el día de mañana, mis hijos, yo siempre digo que me perdonen por la cuota que les tocó a ellos.