Luego de confirmarse la iniciativa que tomaron 27 colegios privados de Bogotá para restringir el uso de celulares durante las clases , se ha traído a colación cómo ha funcionado esta medida en otros lugares del mundo, como en Reino Unido, Italia y China.
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En Reino Unido, en febrero de 2024, se puso en marcha un plan para lograr la prohibición de los celulares en todas las escuelas. Según el primer ministro Rishi Sunak, por lo menos uno de cada tres estudiantes de secundaria ha dicho que sus lecciones han sido interrumpidas por los teléfonos.
En el caso de Italia, la prohibición alcanza a jardines infantiles, escuelas primarias y secundarias, una restricción que ya existe desde hace más de 10 años, pero que poco a poco se ha ido aplicando.
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China, por su parte, prohibió hace dos años que los niños lleven teléfonos a las escuela, pero el país asiático ha buscado ir más allá del entorno escolar, pues incluso ha propuesto una medida para combatir la "adicción a internet" entre los jóvenes restringiendo el tiempo diario de pantalla a un máximo de dos horas.
Según un informe reciente de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), cerca de uno de cada cuatro países tiene actualmente leyes o políticas que prohíben o restringen el uso de los celulares en los colegios.
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Entre los territorios que han prohibido el uso de celulares en las aulas se encuentran también Francia, Finlandia, Suecia, Grecia, Israel y Australia.
Reducción del ciberacoso
De acuerdo con un estudio hecho en España, aquellas regiones que tenían prohibiciones a los celulares en escuelas evidenciaron una reducción significativa del ciberacoso y, en una de las zonas, aumentaron significativamente los resultados positivos en los exámenes de matemáticas y ciencias.
Otra investigación reciente, pero realizada en Noruega, reveló que las alumnas expuestas a prohibiciones de uso de teléfonos en el bachillerato obtuvieron, en promedio, notas más altas, aunque las prohibiciones no tuvieron “ningún efecto” en las notas promedio de los estudiantes hombres, quizá porque “las alumnas pasaban más tiempo con sus teléfonos”, según el estudio.
La Unesco recomienda proceder con cautela cuando se decida implementar la restricción del uso de celulares, considerar el papel de las nuevas tecnologías en el aprendizaje y basar sus políticas en pruebas sólidas, pues son claros en afirmar que alejar a los estudiantes de la tecnología innovadora puede también ponerlos en “desventaja”.
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