Una gran sorpresa se llevó Norma Pimentel, una religiosa hispana que ayuda a los migrantes que llegan hasta el sur de Texas,Estados Unidos , cuando el mismísimo papa Francisco elogió sus labores humanitarias.
En sus 40 años de vida religiosa, la hermana ha mirado de frente el rostro de las personas más necesitadas.
Ella es hija de inmigrantes mexicanos. Desde el 2014 dirige un albergue para migrantes en Texas. Allí se les ofrece refugio a quienes acaban de cruzar la frontera con México, además de ropa y comida.
“Lo que estamos haciendo aquí en la frontera es recibir a las familias, dándoles apoyo, acompañándolas y protegiéndolas. Esa es nuestra misión, al hacer eso, estamos haciendo la voluntad de Dios”, afirmó la religiosa.
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Esa misión no pasó desapercibida para el papa Francisco: “Gracias por dar la bienvenida, por recibir a esos migrantes que vienen buscando una vida mejor, vienen para progresar. Otros vienen huyendo de verdaderos infiernos sociales. La acompaño desde aquí, rezo por usted y por toda la gente que la acompaña en este trabajo. Que Dios la bendiga”.
Para la religiosa, las palabras del santo padre son “una inyección de alegría”.
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La hermana Pimentel aprovechó para enviar un mensaje a los dirigentes a nivel mundial para que unan esfuerzos y mitiguen la crisis que se vive en varias fronteras del mundo.
“Ojalá que nuestros líderes de nuestras naciones busquen soluciones para que no tenga que venir esta gente. Y que se queden protegidas en sus propios países. Pero mientras tanto, tenemos gente que está sufriendo y necesitamos estar ahí para ellos”, dijo.
La religiosa asegura que unos 200 mil migrantes han encontrado refugio en su albergue.