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Millonarios extraen espermatozoides de su hijo muerto para concebir un heredero

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El joven de 26 años murió en un accidente de tránsito. Sus padres aprovecharon el periodo de 72 horas en el que el semen permanece con vida.
El caso de una pareja de millonarios que tuvo un nieto usando el semen de su hijo muerto ha abierto un candente debate en el Reino Unido. Y es que los esposos se saltaron las leyes británicas para poder tener un descendiente al que pudieran dejarle todo su dinero.
La historia de esta controversia comenzó hace 4 años cuando el hijo único de 26 años de este acaudalado matrimonio murió en un accidente de motocicleta. Por dos días, el cuerpo del joven estuvo desaparecido, pero, apenas fue encontrado, sus progenitores le pidieron a un urólogo que le extrajera el semen para congelarlo -afortunadamente, para ellos, el esperma puede sobrevivir hasta tres días en un cadáver-.
Como en el Reino Unido está completamente prohibida la extracción de esperma sin el consentimiento expreso del donante, los padres mantuvieron almacenado el material genético por un año hasta que lo enviaron a Estados Unidos.
Allí, la muestra fue recibida por el Doctor David Smotrich, fundador del centro especializado en maternidad subrogada La Jolla IVF, quien asegura que se ha saltado las leyes británicas para ayudar a reconocidas celebridades y hasta miembros de la familia real a que tengan sus hijos.
El especialista, revolucionario en el campo de los bebés probeta, usó el esperma póstumo para darle un descendiente a dicha pareja. Además, a través de la edición genética, garantizó que fuera varón -una práctica totalmente prohibida en Reino Unido-. Curiosamente, la familia también señaló el tipo de mujer de la que se debía obtener los óvulos, ya que deseaban que fuera similar al prototipo de pareja que hubieran querido para su hijo.
Sobre el procedimiento, ilegal ante la ley británica, Smotrich comentó al diario inglés Daily Mail: “La pareja perdió a su hijo en las más trágicas circunstancias. Ellos desesperadamente querían un heredero y un nieto. Fue un privilegio haberlos ayudado.”
El tratamiento en total costó aproximadamente 130.424 dólares (uno 400 millones de pesos colombianos) y dio como resultado un niño que nació en territorio estadounidense en 2015. Los “abuelos” llevaron al pequeño a Inglaterra figurando en los registros como padres de este.
Ahora, tres años después, la acción se ha hecho pública causando un gran debate dentro de la población británica.

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