El Ministerio de Salud en la Franja de Gaza informó que los hospitales del enclave palestino recibieron "687 mártires y otros 3.727 heridos" en tres días de guerra.
La ONU informó, además, que seis trabajadores sanitarios han muerto y cuatro han resultado heridos en ataques de Israel sobre la Franja de Gaza en las últimas horas, en los que siete hospitales y nueve ambulancias han quedado dañados.
En el enclave hay unos 120.000 desplazados internos por la "destrucción de sus casas", indicó el portavoz de la organización, Stéphane Dujarric, citando en su rueda de prensa diaria datos del personal humanitario presente en el enclave, unos 13.000, la inmensa mayoría palestinos.
Israel bombardeó con intensidad durante la noche la Franja de Gaza, destruyendo varios edificios, mientras las milicias palestinas lanzaron misiles y cohetes hacia el aeropuerto internacional Ben Gurion en Tel Aviv, en una guerra que ha causado más de mil muertos a ambos lados.
El secretario general, António Guterres, declaró su alarma por los bombardeos israelíes en Gaza, y después de que Israel declarara el bloqueo total del enclave pidió ayuda humanitaria urgente y canales de acceso para asistir a los "civiles palestinos atrapados e indefensos".
La organización reportó que Israel está atacando instalaciones sanitarias, edificios residenciales, mezquitas y escuelas que acogen a familias desplazadas en Gaza.
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La agencia para los refugiados palestinos, UNRWA, que está acogiendo a unas 137.000 personas en 83 escuelas en Gaza, indicó que una de las escuelas que acogía a unas 20 o 25 personas fue "directamente atacada este fin de semana" y sufre daños estructurales importantes, aunque sin lamentar fallecidos.
Al respecto, el portavoz señaló que la ONU ha "dejado perfectamente claro" a Israel que no debe apuntar a instalaciones de UNRWA, y que por la otra parte también ha advertido que "no es aceptable que las usen grupos armados para almacenar armas o lanzar ofensivas".
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El portavoz de la ONU indicó que la central eléctrica de Gaza "es ahora la única fuente de electricidad y se podría agotar su combustible en cuestión de días", y que el daño a instalaciones de saneamiento de aguas ha "socavado los servicios para más de 400.000 personas".
El Programa Mundial de Alimentos está distribuyendo comidas a unos 100.000 desplazados internos refugiados en los albergues de UNRWA y su previsión es asistir a unas 800.000 personas a medida que se desarrolla el conflicto, por lo que necesita 16,8 millones de dólares en el próximo mes, agregó.
Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamás lanzara un ataque sorpresa por tierra, mar y aire de gran escala, con el lanzamiento de cohetes e incursiones terrestres en suelo israelí, donde han matado y secuestrado a decenas de ciudadanos.
Entretanto, en Israel ya hablan de más de 900 muertos y 2.600 heridos.