El pequeño fue encontrado con signos de hipotermia y llevado al hospital. La madre enfrenta cargos por intento de homicidio.
El hecho ocurrió en la ciudad rusa de Ryazan, en la parte oeste de la región de Oblast.
Según explican autoridades, Yulia, de 31 años y mamá de otros dos pequeños, estaba consumiendo licor en una fiesta con sus amigos cuando sintió las contracciones.
Al parecer en un alto estado de ebriedad, fue al baño, se encerró y tuvo al niño. El cordón umbilical se habría caído durante el proceso y Yulia no habría tenido que cortarlo.
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Tras dar a luz, la cruel mujer dejó al niño con su placenta y cordón en una bolsa de basura, salió a la calle y lo dejó en un contenedor de basura.
Luego regresó al apartamento y siguió bebiendo con sus amigos.
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El bebé fue dejado allí por horas en medio del fuerte invierno ruso. Una mujer que pasaba oyó los llantos de bebé y llamó a los servicios de emergencia.
El pequeño fue trasladado a un hospital en donde llegó con un estado de hipotermia y en delicado estado debido a las bajas temperaturas.
Tuvo que se internado en cuidados intensivos, donde los médicos lucharon para salvarle la vida.
Durante las pesquisas, las autoridades dieron con el apartamento donde continuaba la fiesta, allí encontraron sangre en el baño del apartamento y otras evidencias.
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La mujer fue arrestada, al parecer los asistentes a la reunión nunca se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo.
Según manifestó Yulia, no quería a la criatura y ni siquiera miró si era niño o niña. Solo quería seguir de farra con sus amigos.
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Los otros hijos, de 3 y 4 años, fueron tomados en custodia por los servicios sociales y la mujer perderá la patria potestad.
Yulia enfrenta ahora cargos por intento de homicidio en menor de edad.