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Lo que comenzó como una pequeña cortada con papel en una caja de cartón terminó convirtiéndose en una verdadera emergencia y una carrera contra el tiempo para una mujer de 63 años en Mississippi, Estados Unidos, luego de que la herida, que inicialmente parecía insignificante, se infectara silenciosamente bajo la venda y provocara una inflamación tan severa que su esposo tuvo que llevarla de urgencia al hospital.
La insólita historia fue revelada en exclusiva por la revista PEOPLE, medio que conversó directamente con la afectada, Melinda Howard, quien aún se recupera de una infección que, según los médicos, pudo complicarse seriamente si no hubiese buscado ayuda rápidamente.
Según el relato, el incidente ocurrió mientras Melinda Howard realizaba una tarea sencilla que generalmente realiza en su casa, romper y acomodar cajas de cartón para reciclaje. En medio del proceso, un borde de papel le rozó la mano y le provocó un corte menor, del que, de acuerdo con su propio relato, no hizo mayor caso.
“Estaba metiendo un montón de cajas, enrollándolas y metiéndolas en bolsas de basura, y una me agarró la mano y me hizo un corte con papel. Pensé: ‘Ay, por Dios'”, contó al medio.
Luego, la mujer limpió la herida y se colocó una venda con una pomada antibacteriana. Lo que no imaginaba era que ese pequeño gesto rutinario marcaría el inicio de una semana compleja.
En sus declaraciones explicó que su piel es altamente sensible debido a que durante varios años tomó prednisona mientras vivía en el estado de Colorado, un medicamento que, de acuerdo con la Clínica de Cleveland, puede tener efectos secundarios como reacciones alérgicas y adelgazamiento de la piel (piel frágil). Por esa razón sabía que debía mantener la herida cubierta por más tiempo de lo habitual para evitar que se reabriera.
“Tengo 63 años, pero mi piel es muy fina y me recupero lentamente, así que sabía que tendría que mantenerla cubierta durante más de una semana”, dijo y luego añadió: "Si lo quitara demasiado pronto, simplemente reabriría el corte y estaríamos empezando desde cero, y nadie quiere hacer eso"
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A los pocos días, Howard empezó a notar molestias persistentes en la mano. Pero como corredora de largas distancias, suele hacer entre 80 y 160 kilómetros semanales, por lo que está acostumbrada a convivir con dolores musculares, así que decidió no prestarle mayor atención.
El problema se hizo evidente cuando, cerca de una semana después, decide quitarse la venda. Su mano "estaba extremadamente hinchada", roja y con un aspecto alarmante. Cuando su esposo llegó del trabajo y observó su mano, no dudó en llevarla a urgencias.
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Allí los médicos confirmaron que la herida estaba infectada y podría empeorar, por lo que rápidamente le suministraron una inyección de antibiótico, además de crema con el mismo componente y medicamentos orales para frenar la infección. Después del susto, los especialistas le indicaron que debía volver para confirmar que la zona esté respondiendo al tratamiento.
Mientras esperaba la evolución, Howard publicó dos fotos comparativas en su cuenta de X, una del viernes y otra del lunes. Las imágenes impactaron a miles de usuarios y alcanzaron más de 1 millón de vistas.
“Dejaré que ustedes decidan si está mejor”, escribió junto a las fotografías. Al día siguiente, compartió una nueva actualización sobre su estado de salud: “Volví a la doctora esta mañana. Quedó satisfecha con mi mano y cree que estamos progresando bien. Aún debo seguir cuidándome, pero ver un avance positivo es una alegría. ¡Gracias a todos!”
People have been asking me how my hand is doing? I think it’s doing better?
— Melinda Howard (@MelindaHoward4) November 10, 2025
Pic on the left is from Friday.
Pic on the right is from today (Monday).
I’ll let you decide ☺️ pic.twitter.com/oR5b30pAeH
Howard aseguró que su mano “está mucho mejor”, la hinchazón ha bajado casi por completo, las costras ya desaparecieron y el enrojecimiento disminuye cada día. La actriz también ha compartido esos avances en sus redes sociales, donde se le ha visto incluso alimentando a sus mascotas, evidencia de que la movilidad ha mejorado notablemente.
“Mis anillos vuelven a girar en mis dedos, eso me alegra mucho”, dijo, aunque reconoce que nunca imaginó que una simple cortada con papel podría desencadenar una reacción tan intensa.
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HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRAN
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