Sucedió en Tailandia. La acusada, identificada como Nittha W., tenía en sus cuentas bancarias 15 millones de bat (unos 480.000 dólares o 420.000 euros) poco antes de ser detenida en Bangkok acusada de homicidio, maltrato, trata de personas y fraude, según revelaron autoridades.
Nittha W. comenzó a pedir donaciones y vender artículos en internet tras asegurar que la niña, llamada Yim y fruto del embarazo no deseado de una adolescente que la había entregado a la mujer para que la cuidara, tenía una "enfermedad rara" por la que había ingresado en el hospital siete veces desde diciembre de 2018, detalla la investigación.
Los médicos del hospital de Thammasat en Bangkok, donde Yim fue tratada, indicaron en una rueda de prensa a finales mayo que la menor terminó falleciendo en agosto de 2019 debido a un sangrado gastrointestinal alto, pero entonces nadie sospechó.
Pronto también enfermó el hijo de Nittha W., Im, que fue admitido en el hospital de Thammasat el 13 de enero de este año con los labios quemados y vómitos de sangre, así como el esófago perforado, lo que hizo dudar a los médicos porque eran síntomas parecidos a los de la otra menor.
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Cuando los doctores prohibieron las visitas al pequeño, el niño se recuperó y fue dado de alta el 15 de mayo, tras lo cual alertaron a la Policía y fue puesto bajo el cuidado del Ministerio de Desarrollo Social y Seguridad Humana.
Los médicos del hospital señalaron que los síntomas eran similares a los de pacientes intoxicados con cloro u otras sustancias corrosivas.
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Según la investigación policial, la madre de Yim conoció a la acusada en las redes sociales y decidió entregarle a su hija al creer que Nittha era una farmacéutica y podía darle una vida mejor, si bien no se había formalizado la adopción.
Nittha abrió tres cuentas bancarias bajo el nombre de la madre de Yim, que usó para recibir las donaciones y vender artículos en internet, incluidos tapabocas y termómetros.
La Policía continúa investigando si la acusada actuaba con cómplices.
El caso, que ha escandalizado e indignado a muchos tailandeses, ha puesto en evidencia los problemas que tienen las mujeres para abortar, las deficiencias del sistema de adopciones y la falta de apoyo estatal a personas vulnerables como las madres adolescentes.
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"Queremos servicios de aborto que sean fácilmente accesibles a las mujeres con problemas que tienen que tomar decisiones informadas", señaló la comentarista política Sanitsuda Ekachai en el diario Bangkok Post.
Sanitsuda también pidió un sistema de adopciones más eficiente y un Estado de bienestar más sólido que reduzca la necesidad que tienen muchos tailandeses de vivir de la caridad y las donaciones.