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Un grave caso de abuso sexual se presentó al interior de una vivienda en Reino Unido, cuando una mujer transgénero violó a una amiga mientras jugaban videojuegos. La abusadora deberá enfrentarse a 9 años de prisión en una cárcel de hombres por haber utilizado su miembro en el acto, determinaron las autoridades.
La mujer transgénero, identificada como Lexi-Rose Crawford, de 24 años, se encontraba en libertad condicional luego de pagar una condena de 4 años de cárcel por abusar sexualmente de una niña que había conocido por medio de redes sociales. Una vez salió de la prisión masculina, según se lee en la investigación oficial, Crawford comenzó a autopercibirse como mujer.
Frente al más reciente caso, las autoridades británicas tomaron la decisión de enviar a Lexi-Rose Crawford nuevamente a una prisión masculina, luego de escuchar la descripción de los hechos por parte de la víctima. Al parecer, en medio del encuentro, Crawford utilizó su miembro para penetrar a su amiga.
Michael Longman, el juez encargado del caso, describió la situación como “especialmente impactante” y tuvo en cuenta el delito precedente de Crawford, de cuando se identificaba públicamente como hombre.
La víctima relató ante el tribunal que su agresora intentó besarla en repetidas ocasiones y, ante su resistencia, su amiga se aprovechó de su fuerza superior para lanzarla al suelo, haciendo caso omiso a sus peticiones de no hacerle daño. Luego de inmovilizarla, la mujer transgénero comenzó a realizarle tocamientos abusivos y llegó a utilizar su pene. Este detalle fue determinante para la decisión de los jueces sobre el sitio de reclusión.
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A raíz del hecho, la víctima aseguró que se vio obligada a cambiarse de casa y ha sentido el impulso de quitarse la vida, debido al trauma que le provocó: “Se suponía que Lexi era mi amiga y me siento traicionada por ella”.
En otros hechos, una niña de seis años fue abusada sexualmente por sus compañeros de clase al interior de un colegio de la ciudad de Plainview, en el estado de Texas, Estados Unidos.
De acuerdo con las versiones preliminares, el acto habría ocurrido sin que el profesor se percatara de lo sucedido en el aula. El día después del ataque, el docente vio a los niños muy distraídos con un computador portátil que pertenecía a la institución, así que decidió decomisárselos minutos después de que lo bloquearan.
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A raíz de esto, un trabajador del área de tecnología de la escuela South Plainview fue quien descubrió el abuso, que quedó grabado en el dispositivo tecnológico que fue retirado de las manos de los niños. El empleado reportó el caso ante sus superiores y las directivas del plantel educativo fueron las encargadas de explicarle lo ocurrido a las familias de los implicados y a las autoridades del distrito.
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