Luego de tres años bajo el control del Estado Islámico, ahora podrán acceder a compras de transparencias y ‘bodies’ con encaje, entre otros.
Las mujeres tenían totalmente prohibido comprar en tiendas administradas o atendidas por hombres. “Al principio, se permitían los maniquíes, pero no los que tuvieran cara. Luego, los prohibieron todos y ya no se podía mostrar tampoco la ropa interior de las mujeres”, asegura vendedor.
En realidad, las restricciones iban mucho más allá. Bajo el régimen extremista islámico las mujeres debían permanecer cubiertas, con una túnica negra y no se podían ver ni sus manos ni sus pies. Mucho menos la cara o el cabello.
“Teníamos miedo incluso de salir de la casa. Un día salí con pantalones debajo de la túnica, uno de ellos me hizo volver a casa. Me dijo que no podía salir, a menos que saliera acompañada por un familiar hombre” asegura compradora.
Publicidad
Poco a poco, Mosul florece de nuevo y empieza a disfrutar de esas pequeñas cosas que pueden hacer una gran diferencia.
Publicidad