Los amigos de Elayne Stanley dijeron que las mascotas jamás fueron agresivas y que, incluso, habían permitido que sus niños jugaran y durmieran con ellas.
Los gritos de una de las tres hijas de la mujer de 44 años fueron los que alertaron a sus vecinos de la población inglesa de Cheshire.
“Los perros están atacando a mamá”, espetó la joven mientras las personas que vivían en los alrededores llegaron corriendo para intentar entrar en la casa y detener a la pareja de perros, llamados Billy y DJ.
Lanzaron piedras y ladrillos para que los animales se alejaran de Elayne mientras llegaban la Policía y los paramédicos.
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Las autoridades lograron controlar a una de las mascotas, pero la otra tuvo que ser sacrificada en el lugar.
Su dueña también murió en el sitio.
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