Nadie se escapa de la recesión económica que azota a Brasil, ni siquiera Papá Noel: a dos meses de Navidad y con la previsión de unas ventas en caída, las tiendas del país más grande de Sudamérica van a recortar también en la contratación de Santa Claus.
El director de la Escuela de Papás Noel de Rio, Limachem Cherem, que forma a candidatos para este trabajo que puede extenderse durante unos 40 días, lamenta que la demanda es "mucho más baja de lo normal".
En un complicado 2015 para la séptima economía del mundo, los comerciantes están esperando hasta el último momento para contratar el servicio de estos 'actores', ya que "cuanto más se acerquen las fechas de Navidad, los candidatos serán más flexibles sobre la remuneración, por el miedo a quedarse sin trabajo", explicó Cherem al diario O Globo.
Pero la situación todavía es más grave porque, a consecuencia del alza del desempleo en Brasil hasta niveles que no se alcanzaban desde 2009 (7,6% de la población activa), la escuela recibió el doble de candidatos respecto a los años anteriores, alrededor de 200.
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Los aspirantes a lucir la barba blanca más famosa del mundo son en su mayoría desempleados o jubilados, siempre que cumplan los requisitos idóneos para el puesto: superar los 50 años, tener barba y una barriga prominente.
"Hubo hasta desempleados de 25 o 30 años que llamaron para inscribirse. Pero no les aceptamos porque sería una pérdida de tiempo para ellos", subrayó el director de la escuela.
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Los Papás Noel formados en Rio pueden obtener empleos con remuneraciones que van desde los 3.000 hasta los 15.000 reales (de 800 a 3.850 dólares), especialmente en centros comerciales.
El presidente de los Comerciantes de Rio, Aldo Gonçales, confirmó igualmente que la caída de los niveles de consumo en Brasil afectará también a las compras de Navidad.
"Muchos negocios van a renunciar a contratar un Papá Noel y sólo los mantendrán los centros comerciales porque el gasto se divide entre todas las tiendas", afirmó.