En Estados Unidos, una supuesta broma de mal gusto tiene en problemas a una familia de origen latino en Florida. Su hijo de 10 años enfrenta cargos criminales por amenazar con disparar en su escuela primaria. Su nombre es Daniel Márquez y cursa quinto de primaria. El 27 de mayo, apenas días después de la masacre enUvalde,fue detenido por las autoridades.
Todo porque durante una conversación por mensajes de texto con uno de sus amigos aseguró que había estafado a alguien, comprando armas y que se preparara para el día del agua, un evento que se iba a realizar en su colegio. El padre del amigo de Daniel, quien leyó los mensajes, los consideró sospechosos y de inmediato dio aviso a las autoridades.
Daniel pasó 15 días en un centro de detención juvenil y ahora enfrenta cargos criminales por amenazar con un tiroteo masivo en su escuela primaria. En la corte se declaró no culpable, pues asegura que se trató de una broma. Una fundación apoya a la familia para que los cargos sean desestimados.
“El estatuto bajo el cual Daniel ha sido acusado nunca tuvo la intención de aplicarse. Históricamente, los casos bajo este estatuto han involucrado a estudiantes de secundaria que hicieron amenazas claras e inequívocas de disparar contra su escuela. Nada de eso sucedió en este caso”, explicó Letitia Kim, director de la Fundación contra la Intolerancia y el Racismo.
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Dado lo delicado del asunto, las autoridades insisten en la necesidad de que los padres hablen con sus hijos acerca de las consecuencias de sus actos, pues una amenaza falsa trae consecuencias reales.
En el caso del menor de 10 años, el proceso judicial en su contra sigue y el próximo 3 de agosto tendrá una nueva comparecencia en la corte del condado Lee.
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