En un pequeño pueblo de Pensilvania, en Estados Unidos, un valiente niño mostró que la educación realmente puede salvar vidas. Lo que parecía un día normal en la escuela primaria local se convirtió en una demostración de cómo aprender habilidades vitales marca la diferencia en situaciones de emergencia.
Esta es la historia de cómo un joven salvó a su amigo usando la maniobra de Heimlich que aprendió en la escuela, y que ha conmovido a toda la comunidad.
Ethan Williams y su amigo, Bryce Henry, ambos estudiantes de séptimo grado y de 12 años, estaban almorzando como de costumbre en la escuela secundaria Keith Valley la semana pasada. De repente, Bryce comenzó a atorarse con una manzana. Algunos estudiantes corrieron rápidamente a su lado, pero fue Ethan quien intervino y realizó la maniobra de Heimlich, logrando desalojar el trozo de comida de la garganta de su amigo.
“Mientras me estaba asfixiando, todo estaba un poco borroso. Él me agarró el estómago y no sabía lo que estaba pasando”, comentó Bryce. “Y luego hizo el Heimlich. Literalmente me salvó la vida”.
Según el portal Medlineplus, "la maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios usado cuando una persona se está ahogando. Si está solo y se está ahogando, puede tratar de desplazar el objeto en su garganta o laringe realizando la maniobra de Heimlich usted mismo".
Aprendiendo a salvar vidas
Ethan tuvo la suerte de aprender la maniobra de Heimlich cuando era estudiante de sexto grado a principios de este año. Su profesora de ciencias de la familia y del consumidor, Maureen Carroll, le enseñó cómo hacerlo. Fue una de las últimas cosas que enseñó durante sus 26 años en el cargo antes de jubilarse de la institución.
“Estoy muy orgulloso de él porque escuchó. Aprendió. Reconoció lo que estaba sucediendo y actuó sin miedo”, dijo Carroll. “Valida todo el arduo trabajo que ponemos en la enseñanza”.
Ethan espera que más estudiantes aprendan a realizar la maniobra de Heimlich. Pero también tiene algunos consejos para sus compañeros y la gente en general. “No siempre es necesario salvar la vida de alguien”, dijo. “Pero conoce a la gente. Conoce a la persona porque entonces, cuando más te necesite, podrás estar ahí para ayudarla”.
La historia de Ethan y Bryce es un poderoso recordatorio de la importancia de enseñar habilidades de primeros auxilios en las escuelas. Gracias a la educación y la valentía de Ethan, una vida fue salvada, y la comunidad ha sido testigo de cómo un simple acto de heroísmo puede tener un impacto duradero.