Jorge Mario Bergoglio pudo haber terminado en el altar, pero como marido, si su relación con Amalia, su novia del barrio durante la secundaria, hubiera prosperado y su propuesta de matrimonio no hubiera caído en saco roto.
El romance no prosperó por la oposición de los padres de ella, explicó una emocionada Amalia, que todavía lamenta que Bergoglio no pudiera oficiar la ceremonia de su boda con su actual esposo en la parroquia del barrio.
El cardenal argentino, jesuita y arzobispo de Buenos Aires, se convirtió este miércoles en el pontífice número 266 de la Iglesia católica, en sustitución del ya papa emérito Benedicto XVI, quien hizo efectiva su renuncia el pasado 28 de febrero.
Buenos Aires, Argentina