En París también hubo marchas este sábado, pero contra las reformas impulsadas por Emmanuel Macron un año después de su elección presidencial.
Empezamos en Rusia, donde el principal líder opositor, Alexéi Navalni, y más de 1.500 de sus partidarios fueron detenidos durante una manifestación no autorizada en Moscú, a dos días de la investidura de Vladimir Putin para un cuarto mandato presidencial.
Navalni, quien no pudo presentarse a los comicios del pasado 18 de marzo debido a una condena judicial que él considera orquestada por el Kremlin, había llamado a una jornada de manifestaciones este sábado en todo el país.
En las presidenciales de marzo, Putin fue reelegido con más del 76% de los votos.
Ante su llamado, miles de manifestantes se concentraron en numerosas ciudades del país con los lemas "¡Rusia será libre!" y "¡Abajo el zar!".
Según la organización OVD-Info, un grupo independiente que monitorea las detenciones, al menos 1.599 partidarios de Navalni fueron arrestados por la policía a lo largo de la jornada, 702 de ellos en Moscú, 232 en San Petersburgo y 164 en Cheliabinsk, en los Urales, entre otros.
"Las detenciones se llevaron a cabo de manera brutal", afirmó la organización. Al menos una persona fue hospitalizada y entre los detenidos hay numerosos adolescentes.
La policía utilizó brevemente gases lacrimógenos e hizo uso de la fuerza para intentar dispersar la manifestación en Moscú, donde se produjeron enfrentamientos entre partidarios de la oposición y militantes pro-Kremlin, constató la AFP en el lugar.
La policía indicó en un comunicado que detuvo y traladó a unos 300 manifestantes a comisarías en Moscú y otros 200 en San Petersburgo.
El propio Navalni fue arrestado poco después de llegar a la manifestación en la capital, ante los gritos de los manifestantes de "¡Vergüenza!" en ucraniano, en referencia a un célebre eslogan del levantamiento proeuropeo de Kiev en 2014.
La organización Amnistía Internacional denunció en un comunicado "la dispersión violenta de la manifestación en Moscú" y el uso "desproporcionado" de la fuerza por la policía. La organización dijo asimismo haber sido testigo de la golpiza de manifestantes de la oposición por grupos de cosacos en uniforme favorables al Kremlin.
“Revolución” francesa
De otro lado, decenas de miles de personas manifestaron este sábado en París, en medio de una fuerte presencia policial, contra las reformas impulsadas por Emmanuel Macron.
El movimiento político Francia Insumisa (izquierda radical), cuyo diputado François Ruffin impulsó la marcha, reivindicó la presencia de 160.000 manifestantes para "decir Basta a Macron".
La policía contabilizó cuatro veces menos, al igual que la empresa Occurrence que, comisionada por un grupo de medios de comunicación, contabilizó 38.900 participantes.
También hubo marchas de menor tamaño en otras ciudades de Francia, como Toulouse y Burdeos. La protesta de París comenzó con un picnic gigante al que acudieron numerosas familias.
Unos 2.000 efectivos de las fuerzas de seguridad, incluidos antidisturbios, fueron desplegados para acompañar la columna de manifestantes que desfiló desde la plaza de la Ópera hasta la plaza de la Bastilla y evitar los disturbios provocados en las marchas del 1 de mayo.
Al llegar a la plaza de la Bastilla se registró un poco de tensión. Algunos manifestantes lanzaron proyectiles y golpearon los camiones de los medios de comunicación.
Los organizadores habían pedido a los participantes que mantuvieran un espíritu "festivo" en la marcha, cuyo fue un concierto en la Plaza de la Bastilla, un lugar que tradicionalmente acoge a las manifestaciones de la izquierda.
"Vivan los asalariados de Air France, vivan los trabajadores de ferrocarriles, vivan los empleados de los hospitales públicos, vivan los abogados, gloria a los funcionarios", lanzó en medio del cortejo Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa (LFI), en referencia a los diferentes cuerpos que protestaron en Francia en las últimas semanas.
"La violencia no nos lleva a ninguna parte", añadió el candidato presidencial de la izquierda radical en las elecciones del año pasado desde lo alto de un autobús en el que estaba escrito: "Cuando todo sea privado, estaremos privados de todo".
El fuerte despliegue de seguridad llega después de que cientos de jóvenes encapuchados, los llamados "black blocs", grupos de extrema izquierda conocidos por su violencia radical, incendiaran autos y vandalizaran un establecimiento de McDonald's durante las manifestaciones del 1 de mayo.
Updated: mayo 05, 2018 05:00 p. m.