La víctima pesaba poco más de 7 kilos y sus tres hermanos también presentaban signos de desnutrición. La mamá aceptó que se durmió en vez de pedir ayuda médica.
El hecho se registró en Cabo Coral, Florida, en septiembre pasado.
El bebé pesaba alrededor de 7,7 kilos -el promedio para un niño de 7 meses- al momento de su muerte.
La autopsia reveló que murió por condiciones asociadas al hambre, incluida la deshidratación, y un trastorno hepático, informaron medios estadounidenses.
Los padres del menor, identificados como Ryan O'Leary, de 30 años, y Sheila O'Leary, de 35, se entregaron al conocer el informe de Medicina Legal.
La mujer aceptó que el bebé solo tomó leche materna durante la semana en la que murió.
Agregó que el día de la tragedia el niño tuvo un leve problema respiratorio tras ser amamantado, pero al reponerse ella y su esposo se quedaron dormidos y no buscaron ayuda médica.
La pareja, además de homicidio en primer grado, deberá responder por abuso infantil y negligencia ya que sus otros tres hijos de 3, 5 y 11 años también presentaban signos de desnutrición.
Los menores eran alimentados principalmente con mangos, plátanos, aguacates y rambutanes (un fruto similar al mamoncillo), y su mamá los educaba en casa.
Los niños más pequeños, hijos biológicos de la pareja, fueron puestos bajo custodia de servicios sociales y la mayor, media hermana de ellos, quedó al cuidado de su papá en Virginia.
El proceso con los padres veganos empieza el 23 de diciembre.
Updated: diciembre 19, 2019 11:39 a. m.