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El pasaporte del cardenal de Venezuela Baltazar Porras fue "anulado" por funcionarios cuando intentaba viajar desde el Aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, con rumbo a Colombia y destino final España, según informaron a EFE fuentes cercanas al prelado y confirmó el coordinador general de la ONG Provea, Oscar Murillo.
"El cardenal Baltazar Porras ha sido víctima de la retención de pasaporte en el Aeropuerto de Maiquetía y, por lo tanto, no pudo viajar a su destino. Iba a Colombia para tomar un vuelo hacia España. Está de regreso a su residencia en Caracas", indicó Murillo en su cuenta de X.
El activista recordó que "la retención y/o la invalidación del documento de identidad se sumó a otras violaciones de derechos fundamentales en medio del esquema represivo que se consolidó tras el 28 de julio" de 2024, cuando se celebraron las presidenciales y el mandatario Nicolás Maduro obtuvo una cuestionada reelección, considerada por la mayor coalición opositora como fraudulenta.
La anulación del pasaporte a Porras tuvo lugar el mismo día en el que se entregó el Premio Nobel de la Paz a la dirigente opositora venezolano María Corina Machado, quien permanece en la clandestinidad desde hace 11 meses y no pudo acudir a la ceremonia, aunque se espera que llegue en "unas horas" a la capital noruega, según confirmó la hija de la exdiputada, Ana Corina Sosa, quien recibió el galardón en su nombre.
Tras conocerse esta situación, desde Colombia el presidente Gustavo Petro señaló en su cuenta de X que "el gobierno de Maduro debe entender que la respuesta a una agresión externa no es solo un alistamiento militar sino una revolución democrática".
El mandatario colombiano insistió en que "es con más democracia como se defiende un país no con más represiones ineficientes" y agregó que "es hora de una amnistía general y de un gobierno de transición con la inclusión de todos y de todas".
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El pasado octubre, Porras denunció que las autoridades del país le impidieron viajar hasta Isnotú (estado Trujillo, oeste), donde tenía previsto asistir a una misa por el natalicio del médico José Gregorio Hernández, el primer santo venezolano, quien es oriundo de esa localidad.
El cardenal aseguró entonces que a él y a las otras personas con las que viajaba se les impidió dirigirse a Isnotú por tierra, desde un aeropuerto en el estado Lara, en el que, dijo, estuvieron "rodeados de una cantidad de militares armados hasta los dientes".
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El jerarca explicó que debió viajar hasta ese aeródromo tras recibir una presunta suspensión del vuelo en el que tenía previsto viajar a Trujillo y que al final -según explicó- sí "salió y llegó de forma correcta a (la ciudad de) Valera".
Días antes de ese incidente, en la víspera de la canonización de Hernández, que tuvo lugar 19 de octubre pasado, Porras afirmó en Roma que la situación en Venezuela es "moralmente inaceptable" y mencionó que "la merma del ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza" y "la militarización como forma de gobierno", entre otros, "configuran un panorama que no ayuda a la convivencia pacífica".
A lo largo de su vida religiosa, Porras, crítico del poder desde el púlpito, ha sido blanco de duros cuestionamientos por parte del Gobierno venezolano, en particular del presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013, y de su sucesor, Nicolás Maduro.
Porras, nacido en Caracas el 10 de octubre de 1944, fue nombrado arzobispo metropolitano de Caracas el 17 de enero de 2023 por el papa Francisco y tomó posesión de la sede el 28 de enero del mismo año, cargo en el que duró hasta 2024.
Ejerció entre 1999 y 2006 la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y entre 2007-2011 asumió la vicepresidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
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Fue creado cardenal, también por el papa Francisco, el 19 de noviembre de 2016 con el título de San Juan Evangelista y Petronio, y el 9 de julio de 2018 fue nombrado administrador apostólico sede vacante de la Arquidiócesis de Caracas.