Bautizado A68, pesa más de un billón de toneladas y es uno de los más grandes jamás vistos. Su tamaño equivale a 55 veces la superficie de París.
"El desprendimiento se produjo entre el lunes y el miércoles", precisaron los científicos de la Universidad de Swansea, en Reino Unido, que vigilaban la evolución de este bloque de hielo.
De una espesura de 350 metros, el iceberg no tendrá un impacto en el nivel de los océanos porque ya flotaba sobre el agua.
Ya formaba parte de una gigantesca barrera de hielo, bautizada Larsen C, que retiene glaciares capaces de hacer subir en 10 cm los mares del mundo si acabaran en el océano Antártico, según los investigadores.
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Privado de este enorme bloque de hielo, Larsen C es "potencialmente menos estable", recalcan. Podría seguir el ejemplo de Larsen B, otra barrera de hielo que se desintegró de forma espectacular en 2002.
Larsen C llevaba años fisurado por una grieta enorme que se alargó en los últimos meses (sólo en diciembre se extendió 18 km). Al comienzo de julio solo estaba unido a la Antártida a lo largo de 5 kilómetros.
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La formación de icebergs es un proceso natural, pero el calentamiento del aire y de los océanos lo acelera, según los científicos.