Un cuadro tallado en madera que representa la última cena de Jesucristo y sus apóstoles y una hamaca tejida a mano con los colores de la bandera del Vaticano, blanco y amarillo, son los obsequios que preparan los internos de la prisión, según publica el diario cruceño El Deber.
La agenda de la visita del papa a Bolivia, que se desarrollará entre el 8 y el 10 de julio, incluye una visita a este penal que alberga a unos 5.300 reclusos y es considerado el más conflictivo del país.
Los regalos que recibirá el pontífice los están realizando los presos con sus propias manos y en el caso de la hamaca, la teje un boliviano con la ayuda de otros dos internos colombianos.
Además, los reos han hecho suya la tarea de adecentar la cárcel para la visita papal y, según el diario cruceño, están pagando de su bolsillo parte de los arreglos, aunque guardan las facturas "para ver si después las autoridades devuelven lo gastado".
Publicidad
En esta misma cárcel la Justicia boliviana dictó la semana pasada de forma inédita 250 sentencias en cinco días para reclusos que guardaban detención preventiva, como parte de un plan de la Fiscalía para descongestionar la administración judicial.
El hacinamiento y los enfrentamientos entre internos son los principales males endémicos del sistema carcelario boliviano, una saturación a la que contribuye también la lentitud de la justicia en el país andino, que provoca que un gran porcentaje de los presos permanezca años en prisión sin una sentencia firme.
Publicidad
Palmasola fue escenario en agosto de 2013 de una grave reyerta entre reclusos en la que murieron 35 personas, entre ellas tres extranjeros y un bebé de 18 meses.
La visita del papa a este centro carcelario forma parte de una agenda que incluye también la celebración de una misa multitudinaria y encuentros con autoridades políticas, movimientos sociales y representantes de la iglesia católica boliviana. Francisco visitará Bolivia procedente de Ecuador y después partirá a Paraguay.
Publicidad