El comediante y creador de contenido norteamericano Infared Fred sorprendió a su audiencia cuando contó la interesante anécdota de cómo, al intentar conseguir un perro para su familia, terminó siendo estafado cuando le entregaron lo que él piensa fue una hiena. Relató su experiencia en un TikTok que superó los 8 millones de reproducciones.
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El suceso comienza cuando Infared y su familia desearon agregar un nuevo integrante, especialmente para que pasara tiempo con sus hijas. El hombre se puso en contacto con un criador de perros american bully, el cual le mostró fotos de los padres de las nuevas crías que tenía.
Después de esperar 6 semanas, preguntó si podría ir por el perro. Emocionado, fue a la casa del criador, pero se le hizo extraño escuchar una especie de risas al fondo.
El vendedor se dispuso a mostrarle a quien sería su nuevo cachorro. El animal de color gris y ojos claros generó dudas en el comprador, por lo cual este preguntó si ya le había cortado las orejas al can y si estaba seguro de que el animal era un perro.
“Sé que los perros tienen bebés de crack y así es exactamente como se luciría un perrito de crack”, pensó.
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Ante la negativa del cliente, el criador trae a los perros que afirmaba eran los padres del animal que le estaba vendiendo, asegurando que solo le faltaba crecer para ser justo como sus progenitores.
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“Traté de nombrar al perro como Nina. El perro me miró y se rio. Estaba tan asustado y me preguntaba como '¿de qué carajos se está riendo?'”, confiesa Infared, señalando que no era cualquier risa de animal, sino que se asemejaba a la de un humano.
“Empecé a jugar con ella y pensé 'esto es una hiena'. Continúa riéndose y me mordió la pierna tan fuerte como el infierno”.
Las hienas son mamíferos carnívoros, conocidas por su risa, que es en realidad un sonido de contacto social utilizado para comunicarse con otros miembros de su grupo. Son animales muy fuertes y tienen una mordida que puede causar daños graves a las personas y a otros animales. También pueden transmitir enfermedades y parásitos a los seres humanos.
Cuando decidió llevarlo a su casa, se dio cuenta de que había olvidado su jaula, así que le preguntó al comerciante si tenía alguna que pudiera facilitarle para transportarlo en el auto, a lo cual le respondió que era un bebé, por lo cual podría brindarle la experiencia de sentarlo en el asiento una vez.
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Dijo que durante el viaje a casa lo “iluminó la luz de la realidad” al pensar que estaba compartiendo auto con el demonio de Tasmania. En medio de todo, también pensó que era lindo y que probablemente a sus hijos les caería bien, especialmente para que no volvieran a jugar con sus pertenencias costosas.
Los usuarios comenzaron a preguntarle si no tenía videos o fotos del cachorro, a lo que él comenta que no pudieron tomar ninguno porque no lograron que se quedara quieta. “La hiena no me escuchaba, le di nombre y no venía, estaba masticando el maldito sofá y a mis hijos”.
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Su hija menor estaba emocionada con la mascota, pero, cuando la mayor la vio, de inmediato dijo que era una hiena, por lo que procedió a buscarla en Google. Al ver las similitudes, volvió donde el comprador y le exigió llamar al zoológico y devolverle su dinero, porque la venta había sido una estafa.
Cerró la anécdota diciendo que debían tener cuidado con los vendedores, debido a que la gente podría "ir con un cuidador de yorkie y podría tener hurones”. Además, extendió el mensaje de no adoptar animales salvajes, incluso si lucen bonitos.
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