Las nuevas medidas restrictivas para Semana Santa en Alemania que había impuesto Ángela Merkel ya no van.
Y como errar es de humanos, la canciller ofreció disculpas.
"Un error debe llamarse error y, sobre todo, debe corregirse. Y, si es posible, esto debe suceder lo antes posible. Al mismo tiempo, soy consciente de que todo este asunto ha creado aún más incertidumbre y lo lamento profundamente y pido perdón", indicó Merkel.
Las medidas incluían el cierre de tiendas y oficios religiosos en los 5 primeros días de abril y extender medidas restrictivas hasta el 18 del mismo mes. Merkel convocó una reunión de emergencia con los líderes regionales, ante una avalancha de críticas y de descontento generalizado por la decisión.
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La canciller argumentó que el cierre en Semana Santa se había creado con las mejores intenciones de detener la tercera ola, pero que suscitaba problemas legales y de aplicación.
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Entre tanto, Bélgica anunció restricciones en el comercio y las escuelas debido a la tercera oleada de la pandemia.
A partir del fin de semana, los comercios no esenciales podrán recibir clientes únicamente mediante turno agendado. Solo los jardines infantiles abrirán y el resto pasará a clases virtuales hasta el 19 de abril.
Esto se suma al endurecimiento de las restricciones a la exportación de vacunas contra el COVID-19 producidas en la Unión Europea para garantizar el abastecimiento de dosis en el bloque.
Según el vicepresidente de la Comisión Europea, los ajustes buscan garantizar reciprocidad y proporcionalidad en el mecanismo que se aplica desde enero y eliminar los desequilibrios.