En Roma se le ha rendido homenaje a Gabriel García Márquez con la proyección del documental ‘Gabo, la magia de lo real’, producido por Caracol Televisión, que reafirma cómo la visión de la realidad del escritor superó la magia de la imaginación.
El arte y la naturaleza son las características principales del parque Villa Borghese. Durante la década de los sesenta, Gabo encontró aquí inspiración.
“Él decía que pasaba sus días entre Trastévere y Villa Borghese, ya que decía que eran los sitios donde se sentía en casa y le fascinaba el sonido del agua de las fuentes de Roma”, expresó Gloria Isabel Ramírez, embajadora de Colombia en Italia.
“Participar en un evento como este, en un lugar que Gabo frecuentaba, ya que amaba pasear por aquí y hay fotos que recuerdan esos momentos, constituye un resumen de la importancia de las relaciones entre Italia y Colombia”, manifestó Emanuela del Re, viceministra de Relaciones Exteriores de Italia.
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Testimonios y documentos dan a conocer detalles y secretos de la vida del colombiano, que marcó la literatura occidental.
“Viendo una referencia de Gabo con su realismo mágico, que además creo que Italia es lo más cercano al realismo mágico que tiene Europa, y poder ver toda esa experiencia que tuvo, desde el punto de vista del cine acá, creo que es el mejor momento para celebrar no solo a nuestro nobel sino esa cercanía cada vez mayor entre nuestra Colombia y esta Italia maravillosa”, señaló Juan Lucas Restrepo, director de Aliance of Biodiversity International.
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Palenqueras recibieron a los amantes de las obras de Gabo para que también disfrutaran de la gastronomía colombiana.
La proyección del documental fue al aire libre, en respeto a las medidas por el coronavirus.
También hubo amigos de Gabo que recordaron sus tertulias durante largas veladas.
“Yo de esa noche recuerdo que me dijo: 'No hay nada mejor en la vida que ser amado'”, rememoró el periodista Omero Ciai.
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Un homenaje a la historia de cómo un niño de un pequeño pueblo colombiano revolucionó la novela y cautivó a millones de personas en todo el mundo.
Las huellas de Gabo por Roma, en la década de los sesenta, están muy presentes. Allí se sintió como en casa y tuvo la mayor inspiración para desarrollar lo que después se llamó realismo mágico, que contiene elementos narrativos utilizados en el cine italiano de esa época.