‘El gitano de Massy’ fue “inmediatamente detenido para ser interrogado y tendrá que responder por sus actos ante la justicia”, dijeron autoridades.
Un exboxeador profesional que fue filmado golpeando a agentes de policía durante una protesta de los "chalecos amarillos" en París se entregó a las autoridades este lunes, indicó el ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner.
"El individuo que atacó el sábado a gendarmes (...) se presentó ante los investigadores de la seguridad territorial de París", declaró Castaner.
El hombre, identificado por los medios de comunicación franceses como Christophe Dettinger, era buscado desde que se filtró el sábado en las redes sociales imágenes de él golpeando a dos policías, uno de los cuales estaba en el suelo.
#GiletsJaune très forte mobilisation à #Paris le peuple en colère force les barrages de police #Acte8 #ActeVIII #05janvier #05janvier2019 pic.twitter.com/BSnVj6glKL
— LINE PRESS (@LinePress) January 5, 2019
Dettinger, de 37 años, es un exboxeador profesional de peso pesado conocido en el cuadrilátero como "El gitano de Massy", una ciudad al sur de París.
Al menos 50.000 "chalecos amarillos" volvieron a desafiar el sábado, por octava vez consecutiva, al gobierno francés con protestas en todo el país que terminaron en episodios de violencia callejera.
En París, el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, tuvo que ser evacuado de sus oficinas después de que manifestantes destrozaran la puerta de entrada a su ministerio y entraran en el patio interior.
Esta fue la primera movilización de 2019 de este colectivo antigobierno, pese a las concesiones del Ejecutivo, que anunció el mes pasado una serie de medidas para aumentar el poder adquisitivo y reducir la presión fiscal, valoradas en 10.000 millones de euros.
El movimiento surgió en protesta contra el alza del precio de los combustibles, para luego defender reivindicaciones más amplias, relativas a los impuestos o al derecho a un referéndum de iniciativa ciudadana.
Este "acto VIII" de la movilización constituía una prueba para el movimiento de protesta, que lleva mes y medio desafiando al Gobierno, si bien en las últimas semanas parecía haber perdido fuelle.