“Soy tan afortunado”: la amorosa despedida de un joven padre que murió por coronavirus

La escribió en su teléfono la última vez que chateó con su esposa, antes de ser entubado en un hospital de EE. UU. Ella encontró la nota el día que él falleció.

“No debió morir”, dijo la viuda de Jonathan Coelho, Katie, al contar que él debía trabajar porque su empleo era considerado esencial en medio de la pandemia.

Él trabajaba como agente de libertad condicional mientras su esposa se había dedicado al hogar, pues uno de sus dos hijos, de 2 años, nació con una condición especial.

El 23 de marzo pasado, Jonathan, de 32 años, se hizo una prueba de coronavirus porque tuvo contacto con alguien enfermo y dos días después lo diagnosticaron como positivo. Pasaron solo 24 horas para que fuera hospitalizado, según CNN.

La última vez que chateó con su esposa, el 29 de marzo, escribió una conmovedora nota en su celular y al día siguiente tuvieron que entubarlo.

El pasado miércoles 22 de abril Jonathan falleció, sin que su esposa entendiera la razón, pues había mostrado mejoría y no tenía antecedentes médicos que lo pusieran en riesgo.

Cuando llegó al hospital y lo vio, dijo, “parecía asustado”. Recogió sus cosas y al encender el teléfono celular de su esposo descubrió la nota que escribió el día antes de que lo entubaran.

"Los amo con todo mi corazón y me han dado la mejor vida que podría haber pedido. Tengo tanta suerte que me enorgullece ser tu esposo y el padre de Braedyn y de Pen. Katie, eres la persona más amable y cariñosa que he conocido, eres verdaderamente única. Asegúrate de vivir la vida con felicidad y con esa misma pasión que me hizo enamorarme de ti. Ver que eres la mejor madre para los niños es lo mejor que he experimentado. Dile a Braedyn que es mi mejor amigo y estoy orgulloso de ser su padre y de todas las cosas increíbles que ha hecho y sigue haciendo. Hazle saber a Penélope que es una princesa y que puede tener lo que quiera en la vida. Soy tan afortunado..."

La esposa de Jonathan dijo que estaba destrozada: “Mis hijos y yo viviremos el resto de nuestras vidas sin él. Y no sé cómo lo haremos”.

La familia de Jonathan creó una página en gofundme para recaudar dinero.