Jessica Griffin narró cómo su hija de 5 años, incluso, empezó a tener problemas para hablar. “Es aterrador”, aseguró.
“Tuvimos una mañana espantosa”, reconoció Griffin, al contar que todo sucedió cuando la pequeña Kaylin se despertó y no pudo caminar.
“Pensé que tenía las piernas dormidas hasta que me di cuenta que apenas podía hablar”, contó.
Sin embargo, pensó que se le pasaría pronto y, entonces, decidió bañarla y vestirla.
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Pero, cuando la estaba peinando, descubrió una garrapata aferrada a su cuero cabelludo.
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Ante el hallazgo, decidió que era mejor llevarla a un hospital. Allí le realizaron pruebas de sangre y una tomografía.
El diagnóstico era claro: la parálisis fue provocada por una garrapata.
Según contó Jessica a varios medios locales, sus médicos dijeron que el bicho estuvo succionando toda la noche y esto provocó que la niña sufriera la pérdida de movimiento.
“Por amor a Dios, revisen que sus hijos no tengan garrapatas”, pidió esta mamá, que reside en Misisipi, EE. UU.
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Tras varios días en recuperación, Kaylin ya puede caminar.
Expertos advierten que este tipo de padecimientos son más comunes en niños que en adultos.
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