Un hombre que trabaja limpiando calles la encontró y le quitó el yugo con el que cargaba aparentemente desde muy joven.
Cada vez más especies sufren por la contaminación que el ser humano está generando y este pequeño reptil es prueba de ello. Fue encontrado en una calle de Tailandia por un hombre que asegura que “si no la hubiéramos hallado, no sé qué hubiese ocurrido.
Como se observa en las imágenes, la forma del caparazón del animalito creció con forma de número ocho o de reloj de arena por un hundimiento inusual a causa del elástico alrededor de su cuerpo.
Esto es una muestra más de que los desechos mal manejados, por pequeños que sean, pueden volverse un castigo para las especies a corto o largo plazo.
Recientemente en Tailandia se reportó la muerte de un caría de dugongo que, a pesar de ser rescatada, murió por una infección que se empeoró por la presencia de plástico en el estómago.