
En vísperas del cónclave en el Vaticano, en el que se elegirá al sucesor del papa Francisco, los cardenales colombianos Luis José Rueda -que es uno de los electores-, Rubén Salazar y Jorge Enrique Jiménez -eméritos-, están atentos a la crítica situación de orden público de Colombia. Este sábado 3 de mayo oficiaron una misa por la reconciliación y la paz del país, en la que participaron miembros de la fuerza pública.
La eucaristía tuvo lugar en la capilla de Santa Mónica, en la Plaza del Santo Oficio, y reunió a decenas de fieles que elevaron sus plegarias por el fin de la violencia y la unidad de la nación suramericana, donde ya han sido asesinados 24 policías
en medio de un plan pistola, en el que también han muerto militares.A quienes empuñan armas “seguramente les ha faltado amor”
Durante la homilía, el cardenal Rueda aseveró que en Colombia “nosotros tenemos una serpiente que nos ha mordido fuertemente en la historia colombiana: el narcotráfico, las economías ilegales que han causado muerte, que han envenenado a muchos colombianos. Que la vida sea respetada en Colombia, que la vida sea una vida digna, que la vida no sea irrespetada por las armas de violencia, de terrorismo que enlutan a tantas familias”.
El religioso, consternado por la situación de orden público en el país, manifestó que hay “muchas armas en nuestro país con una economía de muerte. El odio genera muerte, el amor genera vida. ¿De dónde vienen todas estas armas?, ¿quién fabrica esas armas?, ¿cómo las comercializan?, ¿cómo entran a Colombia?, ¿por qué llegan a las manos de jóvenes hombres y mujeres y por qué ellos empuñan las armas? Seguramente les ha faltado amor. Yo quisiera dirigirme a muchachos y muchachas de nuestro país, a nuestros paisanos que han empuñado las armas y se han dedicado a hacer sufrir y a llenar de luto, tristeza y lágrimas tantas regiones de nuestro país. Por favor, deténganse. Nosotros también les podemos ofrecer el amor que puede faltar en su corazón, en su conciencia, ese vacío de amor, ese vacío de vida”.
Y sostuvo hay salidas al conflicto, porque “la sangre de un colombiano es sangre de todos, de la gran familia de los colombianos. Por lo tanto, recordando a nuestro querido papa Francisco, hoy tendríamos que decir se necesita la valentía de la conversación entre diversos, entre personas que piensan distinto, quitar las armas, abrir el corazón, escucharnos unos a otros, conversar, dialogar, expresar lo que sentimos, incluso lo que no nos gusta de nuestro país para ponernos de acuerdo y trabajar por la unidad. Es la valentía del diálogo”.
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“Nos podemos estar acostumbrando a la violencia verbal” que “nos hace daño a todos”
A una pregunta puntual sobre la polarización en Colombia, incluso con ofensas proferidas por el propio presidente Gustavo Petro,
el cardenal Rueda expresó: “El papa Francisco nos enseñó la capacidad de escucha, que hace que uno valore al otro, que encuentre que el otro tiene un argumento y tiene algo que aportar, y que no soy dueño de la verdad en su totalidad. Creo que Colombia tiene distintas formas de violencia, múltiples formas, y tomando la palabra del señor cardenal Rubén, ‘no nos acostumbremos a la violencia’, nos podemos estar acostumbrando a la violencia verbal dentro de la familia, en los escenarios públicos, a agredirnos con la palabra, a calumniar, a insultar, a tratarnos mal. Eso nos hace daño a todos, eso es de básica urbanidad”.Ya han llegado al Vaticano 131 de los 133 que elegirán al nuevo papa
Las obras para preparar la Capilla Sixtina para el cónclave
que comenzará el 7 de mayo se aceleran, con la instalación de un suelo, una estufa para quemar los votos secretos y la chimenea que comunicará si hay humo blanco. Los técnicos colocan andamios bajo los frescos de Miguel Ángel, así como un falso piso de madera para poner encima grandes mesas donde se instalarán los 133 cardenales que votarán en el cónclave.
Otros obreros instalan en un rincón de la capilla la pesada estufa que servirá para quemar los votos secretos. Los bomberos trepan al techo de tejas para arreglar el conducto de la famosa chimenea que comunicará el resultado del cónclave: humo blanco si los cardenales ya eligieron papa y fumata negra en caso contrario.

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Es una "etapa clave" para la Iglesia Católica, indica Silvio Screpanti, subdirector de infraestructuras de El Vaticano en la web oficial de este pequeño estado. Las comprobaciones de la estufa se realizaron "discretamente" y "en caso de necesidad" un técnico "permanecerá durante todo el tiempo de las votaciones en una pequeña sala técnica cerca de la Capilla Sixtina, con un mando a distancia de la estufa", explica, que ahora se puede activar electrónicamente.
Los cardenales, tras prestar juramento, dormirán en el Vaticano, "sin contacto con sus familias". Algunos de ellos ya han participado en cónclaves anteriores, los otros son más jóvenes y sus colegas más experimentados les "pasarán el relevo para el futuro".
Según Screpanti, los técnicos también están encargados de oscurecer "todas las ventanas del Palacio Vaticano en las áreas destinadas al cónclave" y de la desactivación "de todos los dispositivos tecnológicos y sensores instalados en los últimos años en la Capilla Sixtina". Además, se están preparando "unas 200 habitaciones", con la instalación de "tabiques, puertas provisionales y el cierre temporal de algunas ventanas" para dar más privacidad.
En cuanto a los muebles, "se trata del equipamiento mínimo necesario: una cama, mesita de noche y un armario", agrega.
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EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANO
PERIODISTA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*Con información de Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, y la agencia AFP