En Venezuela los servicios médicos, muchos requeridos por pacientes COVID graves, son impagables. Las campañas por internet para recolectar donaciones se han convertido en una salida desesperada de los familiares. Solo en la plataforma GoFundMe hay casi 17 mil cuentas de venezolanos que apelan a la caridad para costear sus tratamientos.
Sabina Garbán tiene 28 años y es una joven de clase media que no pensó verse en esta situación. Sin embargo, su papá se contagió de COVID-19 y los elevados costos de un tratamiento en un país con dolarización de facto e inflación interanual de 3.867%, la obligaron a abrir una campaña para recolectar dinero y no dejar morir a su progenitor.
“Estamos solicitando 2.500 dólares para un generador de oxígeno de 10 litros. Sin embargo, creo que nos quedamos cortos porque hoy estamos preguntando y los están vendiendo en 5.000 dólares. ¿Qué pretenden? Que los familiares se saquen un riñón y vendan el carro para poderle salvar la vida a sus familiares”, exclamó la joven.
La hospitalización en un centro privado puede costar hasta 3.000 dólares diarios, por eso lo asisten desde el hogar.
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“Me siento impotente, me siento desesperada, los costos rebasan las capacidades de cualquier familia de clase media y lamentablemente el sistema de salud es deficiente y ya colapsó", dijo.
La desesperación alcanza a muchas personas, incluso los políticos. Luis Eduardo Manzano, exconcejal opositor, también se vio en la necesidad de apelar a la solidaridad.
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“En mi caso, mis dos padres están infectados de ese virus, muchos de nosotros no estamos en la capacidad de reunir esos recursos”, manifestó.
Aunque ya las campañas de ayuda existían antes de la pandemia, el coronavirus incrementó las solicitudes, según describen.
Más de 5.000 contagios ha reportado el gobierno durante la última semana. Así como aumentan los casos también surgen nuevas campañas.