El estadio de Mérida, en Venezuela se convirtió en escenario de una protesta política.
Este fue el clamor de miles de venezolanos durante el encuentro en que la selección de su país disputó con Brasil.
Los miles de asistentes aprovecharon un corte de luz para expresar su descontento por la difícil situación social y política que afronta Venezuela.
La cancha quedó a oscuras en el minuto 74 y las acciones no pudieron reanudarse hasta el 96.
En medio de una severa crisis económica, agravada por la caída de los precios del petróleo, los apagones han sido habituales en Venezuela durante los últimos meses e incluso el gobierno estableció un férreo plan de racionamiento entre abril y julio.
A Brasil se le hizo la luz
A la que no le falta luz en sus últimas presentaciones es a la selección brasileña, que ha ganado los cuatro partidos premundialistas jugados con Tite como entrenador y, con 21 puntos, desplazó del liderato a Uruguay, que quedó con 20 luego de empatar 2-2 con Colombia como visitante.
Venezuela, al otro extremo, es colista con apenas dos unidades.
Tite tomó las riendas del scratch en junio, sustituyendo a Dunga, destituido tras la eliminación en la primera ronda de la Copa América Centenario de junio pasado.
Sin embargo, tras el duelo, el técnico dio todo el protagonismo a sus futbolistas. "Si tú no tienes atletas de calidad, no importa quién sea el entrenador", señaló.
Sin Neymar, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas, Willian y Philippe Coutinho lideraron el ataque de la verdeamarela, que fue muy superior.
Venezuela salió con valentía, pero un garrafal fallo propio -una costumbre en las citas vinotinto en el camino a Rusia-2018- le permitió a la visita ponerse en ventaja temprano.
A los 7 minutos, Gabriel Jesus aprovechó un error en el pase del portero vinotinto, Dani Hernández, con una estupenda definición, un sutil toque de derecha desde la media luna que superó, con una bonita parábola, la salida desesperada del guardameta.
Brasil se apoderó del juego, mientras Venezuela trataba de responder, aunque limitándose a chispazos aislados de Adalberto Peñaranda y Juan Pablo Añor.
A los 33 minutos, en otro despiste venezolano, el central Wilker Ángel perdió la esférica en la salida y Paulinho estuvo cerca de ampliar.
Aumentar la distancia parecía cuestión de tiempo para la visita y la brecha se abrió tras el descanso, a los 53, cuando Renato Augusto ingresó al área por izquierda y cruzó un centro rasante que empujó Willian a la red, sin oposición, ganándole la espalda al zaguero Rolf Feltscher.
"Son errores que no nos podemos permitir, porque condiciona nuestro trabajo y facilita el del rival", se lamentó Rafael Dudamel, técnico vinotinto.
Aunque estaba desahuciada, Venezuela mejoró con la entrada a la cancha de Alejandro Guerra, campeón de la Copa Libertadores con el colombiano Atlético Nacional, que había arrancado como suplente.
A los 60, de los pies de Guerra, la oncena vinotinto tuvo su mejor ocasión de gol, con un tiro de Salomón Rondón a pase del mediocampista que pegó en un zaguero brasileño.
Cuando Venezuela por fin empezaba a sentirse más cómoda ante un Brasil que jugaba a maniobrar para conservar el triunfo, se produjo el apagón.
Apagón vinotinto
Las luces que le han faltaron al equipo anfitrión también fallaron en el estadio en una noche lluviosa.
Tras la larga interrupción, el árbitro peruano Víctor Carrillo decidió que el juego se reanudara, aunque ya sin mayores incidencias, con los músculos de los jugadores fríos tras la pausa.
Si bien Rondón amenazó con un cabezazo, el ímpetu vinotinto se había frenado de pleno.
Brasil tampoco apretó el acelerador porque sabía que ya tenía la victoria en el bolsillo y, con esta, el liderato del Premundial.
Updated: octubre 12, 2016 12:40 p. m.