Arianny, de 6 años, y su hermanita Samantha llevan siete meses separados porque sus padres viajaron a Perú buscándoles un mejor futuro.
“una de las cosas que queremos es que nuestras hijas estén aquí para que tengan una mejor alimentación; ya que aquí tenemos la facilidad para conseguir cualquier tipo de alimentos”, explica Jorge Rosales, papá de estas niñas.
Así como ellas, otros 260 niños tienen la esperanza de viajar en Navidad para reencontrarse con sus seres queridos, que se vieron obligados a emigrar hacia Perú y salir de Venezuela por la crisis económica.
Le puede interesar:
Publicidad
Venezuela no necesita un canal humanitario porque “no es un país de...