La noche estaba muy fría en Pekín y Vladimir Putin, uno de los hombres más poderosos del mundo, se acercó a Peng Liyuan y le colocó cuidadosamente una manta sobre sus hombros.
La señora aceptó la oferta, pero retiró la prenda algunos momentos después y la reemplazó con su propia chaqueta.
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El gesto, inocente y caballeroso, dejó mal parado al premier chino, Xi Jinping, quien hablaba con Barck Obama y lució despreocupado y descortés con su esposa.
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Fu un momento fugaz que fue captado por las cámaras de televisión y se convirtió en viral en las redes sociales chinas.
No faltó quien interpretó el gesto con una segunda intención, algo que el Kremlin desmintió.
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"Mujer o no mujer, el frío es para todos igual. El hecho de que le ofreciera una manta es un comportamiento normal que seguramente haría cualquiera", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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Las imágenes fueron eliminadas por la censura china.
No es la primera vez que el hombre fuerte de Rusia acude en ayuda de una dama en apuros.
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Ya lo había hecho con la canciller Angela Merkel en una cumbre del G-20.
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