Hace un año cayó en providencia una avioneta cargada con media tonelada de cocaína. En un país en donde cogen cargamentos cada dos por tres, la noticia hubiera quedado en un simple registro si no fuera porque había un vínculo legal del avión con el esposo de Alejandra Azcárate. Bocado de cardenal para las redes, la prensa amarillista, sus enemigos y malquerientes que se dedicaron al matoneo hasta dejarla en la lona. Judicialmente no hubo ni hay nada en su contra, pero las consecuencias para los dos han sido devastadoras.Después de un año, de sufrir en silencio, esperando sobre todo a que la justicia se pronunciara para que no hubiera sombra de duda sobre su inocencia y la de su esposo, Alejandra Azcárate y Miguel Jaramillo recogen los pedazos de su relación y tratan de reconstruir sus vidas después de haber estado en titulares y en las redes sociales señalados como si fueran delincuentes. Los que pensaban que la Azcárate tenía gruesa la piel por haber estado expuesta tantas veces y por ser una figura pública y además muy controvertida, están equivocados. No hay cuero que aguante tanto palo.
Estos toros deben tener frente amplia que se complemente con musculatura del cuello. Vea además, pasos fundamentales en el cultivo de pitaya.