Hace aproximadamente 13 millones de años, la región central de Colombia, donde hoy se encuentra el desierto de la Tatacoa, era un lugar muy distinto al que se conoce hoy. En lugar de la aridez actual, el paisaje de esa época se parecía más al Amazonas, caracterizado por ríos, mucha vegetación y animales depredadores gigantes.En este entorno prehistórico, existía una clara jerarquía. Mientras que el agua estaba dominada por el Purussaurus, un cocodrilo que podía medir más de diez metros, en la tierra el jefe era el temible ave del terror, un animal de tres metros de altura.Durante décadas, se tenía evidencia de su existencia solo en lugares como Argentina y Norteamérica. Por ello, encontrar pruebas en la Tatacoa cambió la concepción histórica sobre dónde se ubicó realmente este animal hace 13 millones de años.La pieza clave guardada en el desierto de la TatacoaLa confirmación de la presencia de un ave del terror de tres metros en Colombia no provino de una expedición académica, sino del trabajo de un habitante local.El responsable de este hallazgo paleontológico es César Perdomo, un campesino de 45 años oriundo de la Tatacoa, quien ha dedicado más de 40 años de su vida a coleccionar el patrimonio fósil de estas tierras. La intensidad de su pasión lo llevó a llamar a su centro de exhibición, un museo pequeño, La Tormenta. Perdomo explicó en Los Informantes que el nombre refleja las adversidades que ha enfrentado, afirmando que su vida "sigue siendo un tormento, me imagino hasta que me vaya a este mundo. Si duro 90 años más, 90 años me voy a atormentar buscando fósiles".Perdomo ha desarrollado un profundo vínculo con las más de 5.000 piezas que ha recolectado y que considera su "familia". "Uno lo quiere como cuando uno carga el hijo de uno pequeño y usted lo carga el alzado, así son fósil para uno, si toca arroparlo con la cobija, con la camisa, con el sombrero, con lo que sea", señaló sobre esta pasión.Su vocación comenzó desde niño. A la edad de cinco años, recogió su primer fósil, una vértebra de cocodrilo. Al ver cómo las expediciones extranjeras se llevaban las piezas de la zona, Perdomo comenzó a guardarlas, con la esperanza de que algún día los investigadores volvieran para compartir su conocimiento.El fósil que confirmaría la existencia del ave del terror de tres metros, un fragmento de la pierna, había permanecido más de 15 años en el museo de Perdomo, mezclado entre miles de piezas sin clasificar. Para encontrar y marcar los sitios de excavación en el desierto, Perdomo, sin usar GPS, utilizaba métodos empíricos como "puntos de piedras", recordó.La identificación de esta pieza crucial, que cambió la historia conocida de la Tatacoa, fue el resultado de la colaboración con el biólogo colombiano Andrés Link. Link, que regresó al país tras sus estudios doctorales, se asoció con Perdomo. El descubrimiento se formalizó cuando Link invitó al museo a Rodolfo Salas, un experto mundial en cocodrilos. Salas, al revisar la pieza, notó inmediatamente lo importante que era: "Esto no es un mamífero, esto tampoco es un reptil". Tras un análisis más profundo, propuso la hipótesis que cambiaría lo que se creía hasta el momento habitó el país: "esto va a ser un ave del terror". Este análisis confirmó que este depredador, que antes solo se había encontrado en Argentina y Norteamérica, también habitó la Tatacoa. Al entender la magnitud de su hallazgo, César Perdomo expresó con orgullo: "Aquí está mi fósil famoso para la humanidad".La violenta muerte del ave del terrorEl fragmento óseo no solo sirvió para identificar a la especie en Colombia y confirmar su impresionante tamaño. La pieza también reveló una historia violenta ocurrida hace casi 13 millones de años, con dos perforaciones que indican un ataque o un hecho de depredación.A pesar de ser el depredador terrestre más temido, el ave del terror pudo haber sido atacado por el Purussaurus, el cocodrilo gigante. El biólogo Andrés Link comentó que resulta muy interesante pensar que una "ave de esas también pudo haber sido ya sea depredada por un cocodrilo o que se hubiera muerto por algún motivo, pero que el cocodrilo hubiera podido acceder a ella". Las marcas observadas en el hueso confirmaron que el ave no se recuperó de las heridas. Los científicos concluyeron que este evento marcó "el último momento de ese ave del terror porque no se sanaron esas heridas".Este descubrimiento histórico consolidó una colaboración científica poco común entre el conocimiento de campo de Perdomo, quien no usa computador y trabaja de forma empírica, y la experiencia académica de Link. La alianza resultó tan efectiva que Perdomo fue reconocido formalmente: Link aseguró que su aporte fue "mejor dicho fue una participación científica como la de cualquier otro coautor".El campesino que soñó con que los científicos regresaran, hoy trabaja hombro con hombro con ellos. Esta dupla ya se encuentra preparando otra publicación científica.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
El caso de Samuel, un bebé de 15 meses que murió ahogado por su madre en una playa de Santa Marta en abril de 2022, volvió a conocerse en detalle tras el nuevo testimonio de su padre, Edwin Guerrero. El hombre relató cómo fueron los últimos meses antes de la muerte del menor y los momentos en los que se enteró de lo que había ocurrido con su hijo.El hombre aseguró que la relación con Jenny comenzó de manera estable, pero con el tiempo la convivencia se vio afectada por discusiones y tensiones constantes. Según contó, la pareja vivió episodios de conflicto que terminaron deteriorando la comunicación entre ambos. Edwin explicó que, pese a los problemas, siempre trató de estar presente para el niño y mantener una relación cercana.Recientemente, dio a conocer nuevas declaraciones en el pódcast 'Más allá del silencio', donde recordó la última vez que vio a su hijo Samuel. Según contó, la madre comenzó a limitar el contacto entre ambos y a impedirle que lo visitara. También señaló que hubo denuncias por violencia intrafamiliar y medidas que finalmente le prohibieron ver a su hijo.Aseguró que Jenny le había rapado la cabeza al bebé, algo que él interpretó como una “señal que no tuve que haber omitido, porque Jenny mostró su primera alerta en que algo le pasaba a mi hijo cuando yo no accedía o no tenía un premio por no ser buen padre”.Asimismo, relató que, debido a las constantes discusiones y a las conductas problemáticas de la mujer, en una de las cuales le arrojó una arepa caliente al rostro, la convivencia se fue deteriorando y volviéndose insostenible.“Mi papá siempre me dijo que cuando en una relación había un irrespeto, así se en palabras o algo, ahí no había nada. Y en eso sí, yo soy muy directo en esas cosas”, dijoEdwin contó que, durante varios meses, intentó llegar a un acuerdo para poder ver a su hijo, pero esto no se logró. “Después de que yo le dije a Jenny que no más, que no quería nada más con ella, fue más difícil ver a mi hijo. Fue como un castigo. No volver con ella significó no ver más a mi hijo”, relató.Guerrero afirmó que intentó en varias ocasiones regular las visitas a través de la comisaría y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero recibió respuestas lentas y procedimientos que, según él, no garantizaron el derecho del menor a mantener un vínculo con su padre.“El mayor miedo de padre es que su hijo lo olvide, que tú pases por el lado de tu hijo y que él no te reconozca. Yo tenía mucho miedo que eso pasara”, aseguró.“El tema económico no era lo que le importaba a ella. El tema más que todo fue que yo viera mi hijo. Yo digo que yo estaba castigado por no volver con ella”, agregó.Desaparición y hallazgo del bebé de 15 mesesTras más de cuatro meses sin poder ver a su bebé, Edwin aseguró que la madre del menor se lo había llevado a Santa Marta. “Llamé a mi abogada y ella me dijo: ‘Tienes que ir, Edwin. Ve con la policía y acércate’. Fui, pero la abuela de Jenny me dijo que mi hijo no estaba y que si algo le pasaba a mi hijo o a ella, todo iba a ser responsabilidad mía. Yo sí sabía que algo malo iba a pasar, pero no lo advirtieron”, reveló.Videos de cámaras de seguridad mostraron el momento en que Jenny Higuera llegó junto con su bebé a un establecimiento público en Santa Marta. Desde entonces, el papá del pequeño denunció la desaparición del niño.Al día siguiente, la Policía de Santa Marta se comunicó con él para ayudarlo a buscar a su hijo. Tras enviarle una fotografía, le dieron una noticia devastadora. “Habían encontrado un cuerpo de un niño de aproximadamente dos años en las playas de Buritaca. Me derrumbé totalmente. Yo lo único que dije fue: ‘Esa bruja lo mató’”, recordó.Al llegar a Medicina Legal le informaron que no podía ver al menor porque debían asegurarse de que él era el padre y, para ello, le solicitaron una prueba de ADN. “Me dijeron que tenía que esperar cuarenta y cinco días y que me volviera a Bogotá. Yo les dije: No me voy a ir. Yo me quedo aquí 45 días en esta ciudad que no conozco, pero aquí me voy a quedar. Todos los días me la pasaba en Medicina Legal”.Sobre los hechos, Edwin afirmó que su hijo fue encontrado por una persona que iba caminando por la playa. Aseguró que al bebé lo dejaron en la playa y no en el mar: “El mar no llega a botar los restos ahí. Ahí fue donde encontraron al niño, boca abajo. Lo que puedo deducir de lo que las autoridades dijeron es que Jenny pudo haber soltado al niño intencionalmente para que él se ahogara. O lo otro es que Jenny cogió al niño y lo mató en sus manos. Creo que es más fácil la segunda”.La madre del niño, Jenny Higuera, fue señalada en el proceso penal como la responsable del hecho. No obstante, la mujer se dio a la fuga. Durante ese tiempo, Edwin afirmó que “nunca volvió a saber de ella ni de su familia, a pesar de que sí sufrió amenazas por parte del padrastro de Jenny y del tío”.Condena por homicidio agravadoEdwin aseguró que a Jenny la internaron en una clínica psiquiátrica donde duró 20 días, luego de nuevo le puso una denuncia por violencia intrafamiliar. “Ella me dijo que había sido un accidente, que algo la había picado y que soltó al niño. Que cuando lo encontró fue demasiado tarde...Yo creo que Jenny hizo esto a mi hijo en un acto de venganza, de una forma egoísta”.Posteriormente, la mujer fue capturada el 6 de junio de 2022 por el delito de homicidio agravado, pero tiempo después quedó en libertad por vencimiento de términos, lo que permitió que volviera a ausentarse del proceso.“Es una mujer muy manipuladora y egoísta, todo lo que ella hizo fue para lastimarme con mi hijo. Solo me quedan las fotos de él, ella sabía que con lo que hizo me iba a destruir en vida”, dijo el padre en Séptimo Día.El 1 de diciembre de 2025, Jenny fue condenada a 36 años y 8 meses de prisión, pero actualmente se encuentra prófuga de la justicia. “Yo pienso que es una historia como de terror. Saber que Samuel no está y que este año tuviera que cumplir cinco años duele mucho, pero duele mucho más la forma en que él murió... Pienso que el egoísmo de Jenny fue muy duro”, dijo.El caso continúa generando impacto debido a las revelaciones hechas por el padre y, especialmente, porque aún se desconoce el paradero de la mujer señalada de haber ahogado a su hijo.
Las vacaciones, ese momento anhelado para conectar con la belleza de los paraísos naturales colombianos, se han convertido en tragedia para varias familias que denuncian graves fallas en los protocolos de emergencia y seguridad de las agencias de turismo. Uno de los casos que más expone esta dolorosa realidad es el de Judy Milena Agredo, una mujer de 43 años, cuya vida terminó abruptamente en las aguas de Santa Marta durante una práctica de buceo. Séptimo Día conoció nuevos detalles del caso.Su esposo, Alejandro Calambas, intendente de la policía de Popayán, asegura que su muerte se pudo haber evitado si la empresa que contrataron, Barracuda Dive Center, hubiera cumplido con los mínimos estándares de seguridad y atención. "Si hubieran tenido los elementos y la idoneidad para la atención en primeros auxilios yo creo que mi esposa la han podido salvar", afirma.Este desgarrador testimonio forma parte de una investigación de Séptimo Día que revela cómo la falta de regulación y la negligencia en el creciente boom del ecoturismo en Colombia están poniendo en riesgo la vida de los visitantes.Trágicas vacaciones en Santa MartaAlejandro y Judy Milena Agredo, licenciada en educación infantil y madre de una niña de 11 años, planearon sus vacaciones para mediados de 2025. El destino elegido fue el Parque Natural Tayrona, considerado por ellos como "lo más bonito y representativo que tiene Santa Marta". Buscaron en internet empresas que ofrecieran el servicio de buceo y encontraron Barracuda Dive Center, con sede en Taganga.La empresa les ofertó un minicurso de buceo por $330.000 por persona, prometiendo dos inmersiones y un instructor certificado por PADI, Asociación Profesional de Instructores de Buceo. Esto le dio confianza a Alejandro, y la familia decidió tomar el curso el 7 de octubre de 2025, el primer día de su estancia en Santa Marta.Llegaron a Taganga, donde fueron atendidos inicialmente por Santiago, el administrador, y luego por el instructor Fernando Waldron. Tras contestar que ninguno tenía complicaciones médicas, recibieron una charla o capacitación que, señala Alejandro, fue "muy mínima". Luego de recibir el equipo, se dirigieron a la embarcación.La primera inmersión, cerca al Parque Tayrona, se realizó en compañía de otros turistas e instructores, y aunque disfrutaron de la belleza del mundo marino, Alejandro notó una actitud inusual en su instructor. Relata que él "se preocupaba mucho por la señorita que estaba con nosotros, quería como impactarla y al momento de hacer eso nos dejaba a nosotros hacia un lado".Los minutos fatalesCerca de las 10 de la mañana llegó el momento de la segunda y última inmersión, que continuó con normalidad. Sin embargo, cuando llegó el momento de regresar a la superficie, el instructor dio las indicaciones de ascenso.Alejandro subió a la superficie con su hija a su lado, pero al mirar a su alrededor, se dio cuenta de la ausencia de Judy Milena. "Yo empecé a mirar a todo lado, entonces le hago (al instructor la seña) que faltaba una persona", cuenta.De inmediato, el pánico se apoderó de su hija, quien preguntó: "Papi, mi mamá no sale, qué le pasó a mi mamá". En ese instante, Alejandro le rogó al instructor Fernando que ingresara a buscar a su esposa, pero este se rehusó a hacerlo. "Él en todo momento me decía 'tranquilo que ya va a salir'", recuerda.Alejandro dice que tuvo que insistir en repetidas ocasiones “‘Fernando, por favor, ingrese’, se lo dije muchas veces".Según el testimonio, pasaron "casi 20 minutos" hasta que el instructor finalmente encontró a Judy y la subió a la superficie. Fue entonces cuando se evidenció la falta de preparación de la empresa: el proceso de reanimación no fue iniciado por el personal de la escuela de buceo, sino por "un extranjero".En medio del desespero por salvar a su esposa, Alejandro se percató de que la empresa Barracuda no contaba con ningún protocolo ni equipo básico para atender una emergencia médica."Ahí es donde yo me doy cuenta de que no tenían botiquín, no tenían máscara, solamente una manguera transparente donde se la introdujeron por un orificio de su nariz para darle oxígeno", denuncia Alejandro. Aunque Judy Milena "reaccionaba y le salía mucha agua", pero la falta de elementos para una atención adecuada era evidente, insistió su esposo.Alejandro sintió que lo habían dejado completamente solo frente a la crisis. Gritaba: "Por favor llamen para que esté una ambulancia pendiente". La embarcación poseía un radio, pero el instructor "nunca utilizó eso, no sé si no le servía".Al llegar a la playa de Taganga, la situación no mejoró, pues no había personal de la empresa para socorrerla. Alejandro tuvo que gritar pidiendo ayuda y fue auxiliado por un turista que lo llevó en su carro al puesto de salud. "Nos dejaron totalmente solos", asegura, añadiendo que "lo único que le importó al señor fue cobrarnos al principio nada más".Tras el esfuerzo, la médico de turno confirmó que Judy Milena Agredo, de 43 años, había llegado "sin signos vitales".Alejandro, bloqueado por el dolor, responsabiliza directamente a los prestadores del servicio por el fallecimiento de su esposa: "yo responsabilizo por la muerte de mi esposa directamente a la empresa Barracuda Deep Center por no tener los protocolos para salvaguardar la vida de una persona y directamente al instructor Fernando que omitió las voces de auxilio que yo le solicité en repetidas ocasiones".La voz de expertosExpertos en buceo consultados por el programa Séptimo Día confirmaron que la actuación de la empresa Barracuda Dive Center incumplió gravemente los protocolos internacionales. Catherine Marroquín, instructora con más de 10 años de experiencia, subraya que los botes de buceo a nivel mundial "tienen que tener unidad de oxígeno botiquín y radio". Además, el protocolo exige que, si una persona está inconsciente, se debe "llamar inmediatamente canal 16 guardacostas".La instructora calificó la demora de 15 a 20 minutos para la búsqueda y la falta de activación de emergencias como "casi que inaceptable".Cuando el equipo de Séptimo Día intentó obtener una declaración de Santiago Moden, el administrador de Barracuda Dive Center en Taganga, este se negó a conceder entrevistas. “Ya les he comunicado dos veces que no estamos concediendo entrevistas en este momento", afirmó. La empresa señaló que esperará a que las autoridades determinen la responsabilidad de la empresa y del instructor.Pese al dolor, Alejandro se compromete a mantener vivo el legado de Judy: "yo le prometo a mi esposa que voy a estar ahí incondicional con mi hija y luchando por el amor que nos tenemos como familia".El caso de Judy Milena Agredo no es aislado. La investigación del programa expone otros incidentes mortales que evidencian la informalidad y la falta de control en la prestación de servicios turísticos en Colombia.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Séptimo Día.
El coltán es mucho más que una simple roca: es la base de la nanotecnología moderna y el corazón invisible que energiza dispositivos de uso cotidiano. Este mineral es altamente codiciado en el mercado global debido a sus componentes clave: el niobio y el tantalio, metales con un punto de fusión excepcionalmente alto. El tántalo, por ejemplo, alcanza su fase líquida alrededor de los 3.000 grados Celsius, mientras que el niobio lo hace cerca de los 2.000 grados Celsius. Estas propiedades lo hacen crucial no solo para celulares, tabletas y carros eléctricos, sino también para la fabricación de armamento militar avanzado.Expertos señalan que el control sobre estos metales estratégicos puede determinar el desarrollo tecnológico de una nación. Esta importancia geopolítica ha convertido su extracción ilegal en Colombia en una "bomba de tiempo" que amenaza con destruir la tierra y agudizar el conflicto interno.Aunque la existencia de coltán en el ancestral escudo guayanés, que atraviesa parte de Colombia, Venezuela, Brasil y las Guayanas, se conoce desde 2009, en la Orinoquía no existe una sola mina legal operando a escala comercial. Este vacío estatal ha sido rápidamente ocupado por estructuras criminales, transformando el negocio en una fuente de ingresos difícil de rastrear, perfecto para financiar actividades ilícitas.En la Orinoquía, la minería ilegal de coltán y oro se ha convertido en el sustento económico del ELN y de estructuras disidentes como la Segunda Marquetalia. Estos grupos armados, según el brigadier general Rafael Olaya, comandante de la Fuerza Naval de la Orinoquía, "están ejerciendo esa actuación criminal sobre todo lo que sea economías ilícitas", señaló en Los Informantes.El modus operandi de la minería ilegalEl negocio del coltán no solo es violento, sino también altamente rentable, comparable con el narcotráfico. Los grupos armados controlan la explotación de los yacimientos, decidiendo quién puede o no extraer el mineral, las rutas de tráfico y la forma en que se mueve la mercancía. El general Olaya afirmó:"Yo creo que la analogía más práctica es con la que más duro hemos vivido durante tantos años de conflicto que es el narcotráfico, pero esa es la mejor analogía para poder hablar de la minería porque los grupos así no estén directamente involucrados con la explotación ilícita de esos yacimientos mineros sí son los que controlan esa explotación".La extracción se realiza de forma manual en los afluentes de los ríos. Los mineros, a menudo instrumentalizados, utilizan bateas para separar el material. Este trabajo es extenuante: de 20 kilogramos de material de río, apenas se obtienen unos 300 gramos de coltán.La desigualdad en la cadena de valor es abismal. Mientras que el minero recibe entre $26.000 y $50.000 pesos colombianos por kilogramo en el sitio de extracción, el acopiador que lo vende en el exterior puede obtener entre 400 y 600 dólares por kilo. Este margen hace que el coltán sea un activo más rentable que la misma coca.La sofisticada ingeniería del contrabandoUna vez extraído, el proceso de blanqueo del coltán es sofisticado y organizado. Para borrar su origen ilícito, las organizaciones criminales nombran el mineral de distintas formas: "arenas negras", "tierras raras" o "polimetales". El objetivo es mezclar el coltán extraído ilegalmente con títulos legales de minería de subsistencia.El mineral es acopiado en puntos calientes de la frontera, como Manabén, y luego emprende rutas fluviales y terrestres. Los cargamentos salen de Inírida y Guaviare, toman carreteras hacia Villavicencio y Bogotá, o son transportados en tractomulas hasta Puerto Gaitán y Puerto López.La carga final viaja a puertos de exportación como Cartagena o Buenaventura. Lo más alarmante es que, al llegar a su destino, la mercancía lleva toda la documentación legal y los papeles en regla. La Fuerza Naval, a pesar de las incautaciones millonarias, que han superado los 1.2 billones de pesos solo en Vichada, y alcanzaron un valor de 4.7 millones de dólares en un solo decomiso de 13.7 toneladas en Manabén en diciembre de 2024, se encuentra con severas limitaciones.El material pasa frente a las fuerzas armadas, que quedan "desarmados jurídicamente ante eso" debido al complejo marco legal y a la justificación de los envíos con documentación aparentemente legal. La única forma de verificar si un cargamento es coltán y determinar su procedencia exacta requiere espectrómetros y equipos de laboratorio especializados que solo existen lejos, en la Facultad de Geología de la Universidad Nacional, a casi 700 kilómetros de Inírida.Impacto invisible: la amenaza a la salud y el ecosistemaLa minería ilegal no solo desangra la economía y financia la guerra, sino que también amenaza la vida humana y el patrimonio natural del país.El coltán es un material peligroso para los mineros debido a que incorpora elementos químicos como el uranio y el torio, haciéndolo radiactivo. La exposición prolongada a esta radiactividad invisible conlleva un alto riesgo de contraer enfermedades graves, como el cáncer. Un exminero, que fue entrevistado sin revelar su identidad por motivos de seguridad, señaló el peligro:"El coltán sí es una piedra que da plata, pero es una piedra muy peligrosa por todos los sentidos tanto como para la gente del monte, como para la ley y para la salud también porque eso bota un químico que el único animal que se le acerca es el murciélago", dijo.A nivel ambiental, la minería ilegal deforesta, destruye y contamina los ríos con mercurio. Esta actividad está desangrando la Reserva Natural Puinawai, un territorio protegido de 1.9 millones de hectáreas en Guainía y Vichada, considerada la madre de la humanidad en lengua puinave, y hogar de docenas de comunidades indígenas y especies emblemáticas."Hay una ambigüedad porque identificamos la necesidad del coltán en la producción de tecnología y de muchos bienes que requiere la sociedad, eso es indudable, pero esa explotación ha conllevado siempre a través de violencias, guerras, sangre y deterioro social", señaló Carlos Martínez, secretario de Gobierno de Guainía.La falta de un ordenamiento minero claro permite que esta "nueva guerra tecnológica" continúe entregando la riqueza natural de la Orinoquía a grupos criminales, mientras el mundo enciende sus pantallas con este material.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
En Colombia operan actualmente 1.125 cámaras de fotodetección autorizadas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, instaladas con el objetivo de reducir la accidentalidad en las vías y sancionar a quienes infringen las normas de tránsito. Estos dispositivos funcionan 24 horas al día y permiten imponer comparendos que van desde 500 mil pesos hasta 1.045.000 pesos, dependiendo de la infracción cometida.Sin embargo, lo que fue concebido como una herramienta tecnológica para mejorar la seguridad vial, ha generado cada vez más inconformidad entre conductores que aseguran ser sancionados de manera injusta.Bogotá: la ciudad con más fotomultasEn la capital del país hay actualmente 91 cámaras de fotodetección, y entre enero y agosto de 2025 se han impuesto 261.257 fotomultas, lo que equivale a un promedio diario de 1.100 comparendos. La infracción más común: exceso de velocidad.La Secretaría de Movilidad de Bogotá recibe a diario decenas de quejas de ciudadanos inconformes con el sistema. El abogado William Mejía, quien ha acompañado durante años los reclamos de conductores, aseguró a Noticias Caracol que existen múltiples irregularidades:“Los sistemas de fotodetección tienen varios problemas. El más antiguo es el de calibración: las cámaras no están bien calibradas o no se les hace mantenimiento frecuente, lo que pone en duda la precisión de las mediciones”, afirma. Además, advierte que la falsificación de placas y la falta de actualización del RUNT están generando comparendos erróneos: “Muchas personas que no pasaron por el sitio de la infracción reciben sanciones. No se garantiza el debido proceso ni el derecho a la defensa”, agrega.¿Sanción o abuso del derecho?Una de las mayores críticas al sistema tiene que ver con la forma en que se imponen las sanciones. Según Mejía: “Los organismos de tránsito sancionan directamente al propietario del vehículo, amparados en el principio de que debe velar por su uso. Pero no demuestran si realmente fue él quien cometió la infracción. Esto, en mi opinión, es un abuso del derecho.”Desde el Concejo de Bogotá: “Las cámaras no salvan vidas”La concejal Diana Diago también ha cuestionado duramente la implementación de las cámaras. Señala que más allá de la recaudación, no se ha logrado el impacto esperado en la reducción de accidentes:“Las cámaras de fotomultas no salvan vidas. En 2024 se impusieron 510 mil fotocomparendos, recaudando más de 125 mil millones de pesos, pero tuvimos más accidentes que el año anterior. Ahora se van a instalar 60 cámaras más, que costarán 20 mil millones de pesos. Es un negocio.”, dijo la cabildante. Barranquilla, Medellín, Itagüí y Cali, otras ciudades que cuentan con estos artefactos: estos son los númerosEn Barranquilla, quienes transitan por la ciudad se encuentran con 29 puntos de control instalados en vías estratégicas. Estas cámaras capturan imágenes y videos de infractores, lo que ha generado cierta resistencia entre la comunidad.En Medellín, por otro lado, hay 82 puntos autorizados de fotodetección, de los cuales 40 son fijos y 42 están en rotación. Aunque las autoridades reconocen vacíos en los procesos sancionatorios, se mantiene el uso del sistema como herramienta de control.Por su parte, el municipio de Itagüí, que tiene la mayor densidad de cámaras por metro cuadrado en el país (9 cámaras en solo 21 kilómetros), celebra los resultados: una reducción del 45% en la accidentalidad, especialmente en la Autopista Sur.En Cali hay actualmente 35 cámaras en funcionamiento, y se proyecta la instalación de 40 más en los próximos meses. Las quejas son frecuentes: frente a la Secretaría de Movilidad hay locales dedicados a ofrecer asesoría legal a conductores sancionados. Algunos abogados afirman que cada día pueden atender hasta 15 casos de presuntas notificaciones injustas.¿Qué hacer si recibe una fotomulta?Si usted considera que ha recibido un fotocomparendo injusto, lo recomendable es acercarse a las autoridades de tránsito, presentar su reclamación e iniciar el debido proceso de impugnación. Aunque la tecnología busca mejorar la movilidad y salvar vidas, el debate sigue abierto sobre la transparencia, la legalidad y la efectividad del sistema.JULIÁN CAMILO SANDOVALNOTICIAS CARACOL DIGITALJSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO
En Colombia, los casos de desapariciones y asesinatos de niños no solo conmocionan por la brutalidad de los hechos, sino también por las profundas heridas que dejan en comunidades enteras. El Rastro conoció dos historias impactantes: la desaparición de Jackeline Velasco, una niña de 10 años en Cali, y el asesinato de Sebastián Castillo, de 6 años, en el Quindío.Detrás de la desaparición y asesinato de la menor había un cercanoEl 7 de septiembre de 2012, la vida de la familia Velasco cambió para siempre por la desaparición de Jackeline Velasco, una niña de 10 años. Su madre Floralba Martínez, al llegar a casa después del trabajo, se percató que su hija no estaba."Es un dolor tan grande, yo no se lo deseo a nadie", contó Floralba entre lágrimas a El Rastro. Tras una intensa búsqueda y a pesar de los esfuerzos de la Policía, no se encontró rastro de la menor durante las primeras horas.Antes de desaparecer, Jackeline Velasco le pidió permiso a su papá para salir a llamar a su hermana. Desde ese momento no se volvió a saber de su paradero. La primera hipótesis de las autoridades apuntaba a que tal vez se había escapado con algún “noviecito”. Sin embargo, esa versión se descartó cuando un testigo clave aseguró haberla visto subir a una camioneta conducida por un vecino.Las autoridades indagaron entre familiares y amigos cercanos en busca de alguien que tuviera una camioneta gris de doble cabina. Pronto apareció un nombre: Óscar Eduardo Cadavid, esposo de una tía de la menor. Aunque al principio negó haber visto a Jackeline el día de su desaparición, más tarde admitió que había estado con ella y aseguró que la había dejado en su casa.Los registros de su celular ubicaban a Óscar en las afueras de Cali después de las 4 de la tarde, justo a la hora en que desapareció la niña. Dentro de su camioneta también se encontraron cabellos que coincidían con los de Jackeline.Además, Óscar aseguró que ese día se había encontrado con un amigo en un centro comercial. El testigo confirmó el encuentro, pero aseguró que lo había acompañado a lavar la camioneta porque, según dijo, estaba sucia y llena de barro.El 1 de abril de 2014, la familia Velasco recibió una llamada devastadora: en un sector de Cali habían sido hallados restos óseos que, tras los análisis forenses, fueron identificados como los de Jackeline.Con el material probatorio presentado por la Fiscalía se demostró que Óscar, tío político de Jackeline, la llevó con engaños en su vehículo y que la niña nunca regresó a casa. También se corroboró que Óscar había salido recientemente de prisión, tras cumplir una condena por tentativa de homicidio.En 2017, Óscar Eduardo Cadavid fue condenado a 43 años y 4 meses de prisión por el delito de desaparición forzada agravada de Jackeline Velasco Martínez. Nunca aceptó su responsabilidad ni colaboró con la justicia para esclarecer lo ocurrido.Niño de 6 años y su madre fueron asesinados a sangre fríaUn vecino de la zona encontró el cuerpo sin vida de Juan Sebastián Castillo, de 6 años, en el río Quindío. El pequeño presentaba señales de violencia, un hecho que estremeció a la comunidad y destrozó por completo a su familia, en especial a su abuela materna.Los hechos ocurrieron en noviembre de 2013. Tras el hallazgo del cuerpo del menor, la gran pregunta era el paradero de su madre, Liliana Gordillo, de 24 años, quien también estaba desaparecida.Cristina Serpa, abuela del niño, descartaba por completo que su hija hubiese podido atentar contra la vida de Sebastián. Por el contrario, estaba convencida de que algo grave le había sucedido a ambos.Entre los principales sospechosos estaba Arturo Castillo, la expareja de Liliana y padre del niño, con quien había terminado la relación en malos términos. La familia de la víctima aseguraba que él ejercía violencia verbal y física contra ella.Una vecina contó a las autoridades que, días antes de la desaparición de Liliana y su hijo Sebastián, había visto a la joven madre en compañía de un muchacho. El joven fue identificado como Jhonny Alejandro Montoya, un campesino de 21 años.Jhonny se presentó a declarar y reconoció que conocía a Liliana, pero negó rotundamente que ambos tuvieran una relación sentimental. Además, afirmó que la última vez que la había visto había sido diez días antes de la desaparición.Sin embargo, tras una ardua investigación y la revisión de cámaras de seguridad, las autoridades confirmaron que Liliana sí había estado en compañía de Jhonny Alejandro, junto a su hijo Sebastián, el día de los hechos.El joven fue confrontado con los videos y testimonios que contradecían su versión inicial, y finalmente terminó aceptando su responsabilidad. Confesó que había asesinado a Liliana y que, tras agredir con un machete en la cabeza al pequeño Sebastián, de 6 años, también le había quitado la vida.Jhonny Alejandro Montoya fue condenado a 40 años de prisión y cumple su pena en la cárcel de Calarcá, Quindío. Ante las cámaras de El Rastro, aseguró que no había actuado solo en el doble homicidio, sino que otra persona también había participado en los hechos. Sin embargo, las autoridades nunca confirmaron esta versión.
Las autoridades informaron que un artefacto explosivo, presuntamente una granada, fue arrojado contra una residencia ubicada en el barrio La Unión, en el oriente de Cali. Como resultado del ataque, dos personas resultaron heridas. Funcionarios de seguridad ya se encuentran en el lugar investigando lo sucedido.De acuerdo con los reportes preliminares, sujetos que se movilizaban en motocicleta habrían llegado hasta el inmueble y lanzado el explosivo. Las víctimas fueron trasladadas de inmediato a un centro médico cercano para recibir atención.Por su parte, la Alcaldía de Cali indicó que la persona afectada estaba dentro de la vivienda al momento del ataque y descartó que el hecho haya estado dirigido contra la Fuerza Pública o alguna institución estatal."Desde la Alcaldía de Cali nos permitimos informar a la comunidad que, esta noche, tras un ataque a una casa en el barrio Unión de Vivienda Popular, oriente de Cali, dos personas resultaron heridas y reciben atención médica. La situación se encuentra bajo control. Además, las autoridades confirmaron que no hubo daños en la infraestructura del sector y que se descarta que el hecho haya sido dirigido contra la Fuerza Pública o instalaciones públicas. La Policía de Cali y la Secretaría de Seguridad se encuentran en el lugar coordinando las investigaciones.", dio a conocer la Alcaldía.#AEstaHora Desde la Alcaldía de Cali nos permitimos informar a la comunidad que, esta noche, tras un ataque a una casa en el barrio Unión de Vivienda Popular, oriente de Cali, dos personas resultaron heridas y reciben atención médica. La situación se encuentra bajo control. pic.twitter.com/7wedvoMHtB— Alcaldía de Cali (@AlcaldiaDeCali) September 9, 2025 JULIÁN CAMILO SANDOVAL NOTICIAS CARACOL DIGITALJSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO
Se conocieron imágenes del momento de la explosión del camión bomba cerca de la base aérea Marco Fidel Suárez de Cali, que dejó seis muertos y más de 70 heridos. En la grabación se ve a una persona saliendo del vehículo, alejándose de él y segundos después ocurrió la detonación. Los hechos pasaron el pasado jueves 21 de agosto. La onda explosiva destruyó viviendas, locales comerciales y vehículos en las inmediaciones.Según reportes de las autoridades, el camión habría lanzado dos artefactos explosivos contra la instalación militar, aunque fue la detonación del propio vehículo la que causó las víctimas mortales y los daños materiales. Las autoridades también informaron que un segundo camión con explosivos fue encontrado en la zona, pero no logró detonar gracias a la rápida intervención de la Policía Nacional.Capturados por atentado cerca a escuela naval de CaliHasta el momento, dos personas han sido detenidas como presuntos responsables del atentado. Los señalados terroristas fueron identificados como Walter Esteban Yonda Ipía y Carlos Steven Obando Aguirre. Fueron capturados en flagrancia por miembros de la comunidad y entregados a las autoridades. Según la Fiscalía, estos dos hombres serían los responsables de ubicar dos camiones cargados con artefactos explosivos tipo tatucos en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez y de activar los dispositivos improvisados. Uno de los vehículos logró detonar, provocando la muerte de seis personas, más de 70 heridos y graves daños materiales en la zona.El ente investigador presentó ante un juez de control de garantías pruebas que vinculan a estos dos sujetos como presuntos integrantes de la estructura Jaime Martínez, perteneciente a las disidencias de las Farc, con el atentado perpetrado en Cali.Según las investigaciones, los dos hombres habrían trasladado desde zona rural de Corinto (Cauca) hasta Cali dos camiones acondicionados con granadas de mortero y cilindros cargados con explosivos elaborados a base de nitrato de amonio y polvo de aluminio. Los vehículos fueron ubicados en una vía cercana a la instalación militar, donde los artefactos fueron activados mediante un mecanismo de mecha lenta. Tras la detonación, los atacantes habrían huido del lugar, dejando abandonados los automotores.Uno de los camiones, conducido por Yonda Ipía, logró detonar, provocando la muerte de seis personas, más de 60 heridos y graves daños materiales. La rápida reacción de la comunidad y de la Policía Nacional permitió la captura en flagrancia de los dos presuntos responsables, quienes intentaban escapar del lugar.Ante estos hechos, un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales imputó a los capturados los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado en persona protegida, tentativa de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer si hay más personas involucradas en el atentado y determinar el alcance de la estructura criminal detrás del ataque.CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: Milografias
El espectáculo del Circo Hermanos Gasca en Cali, el pasado 31 de agosto, estuvo marcado por un momento de tensión que sorprendió tanto a los artistas como al público. En medio de la función, la trapecista colombiana Dayana Rodríguez, de 19 años, cayó desde aproximadamente 10 metros de altura mientras realizaba un acto sobre el alambre tenso, también conocido popularmente como 'cuerda floja'.El incidente ocurrió mientras la joven realizaba un split en el centro del alambre, sujetando una barra de equilibrio. Pese al susto, la caída no tuvo consecuencias graves gracias a que debajo del escenario se encontraba instalado un colchón inflable que amortiguó el impacto. El momento fue grabado por varios asistentes, quienes compartieron los videos en redes sociales, donde rápidamente se hicieron virales.De inmediato, trabajadores del circo y paramédicos acudieron en su ayuda, colocándola en una camilla para revisar su estado de salud. Rodríguez manifestó que solo sintió un golpe leve y, minutos después, volvió al escenario en el saludo final de los artistas, recibiendo una ovación del público que reconoció su valentía.En diálogo con Blu Radio, Raúl Gasca, uno de los populares hermanos y representantes del circo, explicó los detalles del accidente y dio un parte de tranquilidad sobre el estado de la artista. “Como se ve en el video, se pierde el control y se viene abajo de la cuerda tensa de aproximadamente 10 metros de altura. Ese es el acto que ellos hacen que uno acá en el circo le llama el ‘alambre tenso’, mucha gente lo conoce como la ‘cuerda floja’, pero en realidad es un alambre de acero tenso, donde caminan, saltan y hacen unos equilibrios impresionantes”, señaló.Según relató, la joven no logró identificar qué fue lo que ocasionó la caída: “¿Qué le pasó? Ni ella misma lo sabe, dice: ‘la verdad no sé, perdí el control y me caí, no sé’”.Rodríguez pertenece a una reconocida familia de artistas circenses, los 'Rodríguez', quienes se especializan en este tipo de actos. Gasca explicó a la emisora: “Ella estaba haciendo un split en el alambre que es muy difícil, pero ella es profesional y lo hace todos los días. Es colombiana, se llama Dayana Rodríguez, es de una familia de circo que tiene especialistas en ese acto”.Video del momento en el que cae la trapecista: perdió el equilibrioLos videos grabados por los asistentes muestran cómo, tras perder la estabilidad, la joven se precipitó al vacío desde la altura del alambre. Los aplausos habituales del show se transformaron en gritos de alarma mientras el equipo del circo corría a auxiliarla. Afortunadamente, la presencia del colchón inflable evitó una tragedia. “Ella cayó en el colchón y no le pasó nada. Quedó acostada en el colchón”, precisó Raúl Gasca en Blu Radio.El representante de la familia circense insistió en que este tipo de actos no cuentan con arneses ni redes, pues así se han concebido tradicionalmente en el mundo del espectáculo. “Quiero que sepan que este acto se hace sin ningún tipo de arnés y sin ningún tipo de red. Nosotros aquí en el Circo Hermanos Gasca les exigimos a ese acto poner un colchón. Abajo hay un colchón inflable alto, por lo cual, gracias a Dios no pasó nada”, afirmó.Aunque la artista salió en camilla para ser valorada, pronto se comprobó que no había sufrido lesiones de consideración. “Al estar en la camilla dijo que no le dolía nada, que solo sentía un golpecito, se levantó y caminó, incluso, ella salió al final del show cuando salen todos los artistas a despedir el espectáculo”, añadió Gasca.La familia Rodríguez tiene larga trayectoria en este tipo de acrobacias. De hecho, uno de los tíos de Dayana actualmente forma parte del Cirque du Soleil, donde también ejecuta el acto del alambre tenso. “Hay artistas que hacen ese acto en todo el mundo. Un tío de ella actualmente está en el Cirque du Soleil, se fue del Circo Gasca y actualmente hace este acto. Es la más joven de la familia Rodríguez que hace este acto. Ellos han recorrido circos del mundo”, destacó.El circo, recordó Gasca, implica siempre un riesgo y este tipo de accidentes suelen ser comunes. “El circo es peligroso, la gente viene a ver cosas extraordinarias, cosas increíbles. Ver a un tipo por allá arriba haciendo un triple-cuádruple salto mortal, que lo hacen mis hermanos. Ver a un tipo que se para de manos por allá a siete-ocho metros. Si las cosas fueran fáciles, la gente no viene a ver cosas extraordinarias”, expresó en sus declaraciones a la emisora.El incidente, aunque angustiante, no tuvo consecuencias graves, lo que permitió que la función pudiera terminar con normalidad. Hay que destacar que no es la primera vez que los Hermanos Gasca enfrentan momentos de tensión en medio de sus funciones. En 2022, por ejemplo, un video registró la caída de Martín Gasca en un acto de trapecio, luego de intentar un cuádruple salto mortal con su compañero conocido como ‘Juan Cebolla’. Aunque cayó sobre la red de seguridad, el hecho también generó preocupación entre los asistentes.Raúl Gasca recalcó que, pese a la experiencia y preparación de los artistas, el riesgo es parte inherente de este tipo de espectáculos. “Este tipo de actos no lleva seguridad porque así es el circo. Nosotros exigimos eso porque ya han pasado accidentes fatales en ese acto. No aquí en nuestro circo, gracias a Dios, pero en otros circos pasan cosas porque el circo es riesgo”, subrayó.LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA. NOTICIAS CARACOL DIGITA
Una emergencia se reportó en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Cali, capital de Valle del Cauca, hacia el mediodía de este lunes 1 de septiembre. El hecho causó que se suspendieran las operaciones por unos minutos mientras se atendía la contingencia. Además, la Aeronáutica Civil les recomendó a los viajeros que se mantuvieran en contacto con sus aerolíneas por posibles cambios en sus vuelos.El accidente se registró en la pista 2 de la terminal aérea, costado derecho, hacia las 11:30 de la mañana. En un clip difundido en redes sociales se ve que el helicóptero terminó en el suelo cerca a la pista, por lo que los servicios de emergencia intervinieron de inmediato. La Aeronáutica Civil indicó, según medios locales que era una aeronave HK5198 de la empresa privada Delta Helicópteros SAS, un Bell 206. Además, llevaba a cuatro personas a bordo, y dos de ellas fueron llevadas a centros asistenciales cercanos para ser evaluados."Se registró un incidente con un helicóptero en el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón. La operación en la terminal sigue con normalidad. La @DIACC_COL continúa los procesos para esclarecer lo sucedido", informó la Aeronáutica Civil en un primer reporte. Las autoridades mencionaron que la principal hipótesis es que se debió a una falla mecánica al momento de aterrizar, sin embargo, Dirección Técnica de Investigación de Accidentes se encuentra investigando lo sucedido.Más tarde, se confirmó que "no se reportan novedades en cuanto a personas", y la aeronave se retiró de la pista para, sobre las 12:15 de la tarde, retomar la operación. Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón será "pionero" en "tecnologías de altísimo nivel"La Aeronáutica Civil de Colombia, Avianca y Airbus informaron de un proyecto que se desarrollará en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Cali para trabajar en la modernización de los procedimientos de navegación aérea en el país. Estas nuevas tecnologías le permitirán a las aeronaves "volar con mayor precisión, reduciendo riesgos, cancelaciones y desvíos por condiciones meteorológicas o geográficas. Con ello, se logrará ampliar la operación de vuelos tanto de día como de noche, lo que se traducirá en más conectividad y mejores servicios para los pasajeros".“Todos los días trabajamos con cientos de profesionales en todos los departamentos del país, que se capacitan e implementan sus conocimientos en las distintas labores dentro de la Aeronáutica Civil con el propósito de la protección de la vida; por eso, contar hoy con el espaldarazo de la más importante industrial europea como lo es Airbus y el incansable trabajo de Avianca, nos permite reconocer que mejores tecnologías, significa mejores condiciones en la aviación civil.”, dijo el B.G (R. A.) José Henry Pinto Rodríguez, director general de la Aerocivil. LAURA VALENTINA MERCADONOTICIAS CARACOL DIGITAL
El país sigue conmocionado por la masacre de 13 policías ocurrida en Amalfi, Antioquia, el pasado 21 de agosto, cuando uniformados de la Policía Nacional fueron víctimas de un ataque atribuido a la Estructura 36 de las disidencias de las Farc. A raíz de esta tragedia, María Claudia Tarazona, esposa del fallecido senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, reapareció públicamente después de semanas de silencio y envió un mensaje de solidaridad a las familias de los uniformados asesinados.En un video publicado este domingo 31 de agosto en su cuenta de Instagram, Tarazona expresó la dimensión del dolor que embarga al país y lo relacionó con la tragedia personal que vivió recientemente con la muerte de su esposo. “Con profundo dolor, quiero hablarles de lo ocurrido en nuestro país en los últimos días. Nuestro país atraviesa jornadas de intenso sufrimiento. Una vez más, el mal destruye lo más sagrado de nuestra sociedad, sus familias”, afirmó.Tarazona recordó la manera en que su vida se transformó tras el atentado contra Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio, que lo mantuvo hospitalizado por más de dos meses en la Fundación Santa Fe de Bogotá hasta que finalmente falleció el 11 de agosto. En esa experiencia personal, encontró un eco con el dolor de las esposas, hijos y padres de los policías que perdieron la vida en Amalfi. “Trece policías, hombres que con honor y lealtad servían a la patria, fueron asesinados, al igual que mi amado Miguel, por el peor de los males, esposos que nunca volverán a sus hogares, hijos que como Alejandro nunca más jugarán con sus padres, niños que crecerán con esa ausencia clavada en el alma y nada los puede curar”, expresó.El ataque en Amalfi, de acuerdo con el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se produjo cuando los uniformados adelantaban labores de erradicación de cultivos ilícitos en una zona de difícil acceso y con presencia de amenazas constantes. Según relató en una entrevista con Noticias Caracol, la operación contaba con protocolos de seguridad que incluyeron la revisión con caninos y equipos antiexplosivos para asegurar el terreno antes del aterrizaje de un helicóptero. “Llevaron dos caninos. Llegaron, revisaron con esos dos caninos, también con el grupo antiexplosivos la zona (...) confirmaron que todos los protocolos estaban bien”, explicó el ministro. Sin embargo, una trampa explosiva fue activada justo en el proceso de embarque, causando la destrucción casi total de la aeronave y la muerte de los policías.Los uniformados fallecidos fueron homenajeados por la Gobernación de Antioquia, que les otorgó de manera póstuma la Orden al Mérito Antioqueño, Héroe de Ayacucho, General José María Córdova. Entre ellos se encontraban el capitán Francisco Javier Merchán Granados, el subteniente Nicolás Stivens Ovalle Contreras, el intendente Carlos Mateus Ovalle y otros diez patrulleros y suboficiales que fueron identificados:• Intendente Carlos Mateus Ovalle• Capitán Francisco Javier Merchán Granados• Subteniente Nicolás Stivens Ovalle Contreras• Subintendente José Mario Camacho Aldana• Patrullero Neyver Fernando Vásquez Zúñiga• Patrullero Jhonatan Rodrigo Jiménez Jiménez• Patrullero Michael Steven Astaiza Ortiz• Patrullero José Daniel Valera Narváez• Patrullero Yeison Alejandro Samboní Lazo• Patrullero Edwin Javier Zúñiga Galíndez• Patrullero Rafael Enrique Anaya Almanza• Patrullero Richard Duván Lagos Calvache• Patrullero de Policía Juan José Guzmán DuarteEn su mensaje, Tarazona dirigió unas palabras sentidas a las esposas de los policías asesinados, con quienes se identificó. “Qué triste batalla la de esas esposas que con el dolor más desterrador y el alma destrozada tendrán que sacar adelante a sus hijos con el poco aliento que queda para vivir. Qué injusticia que ese mal arrebate vidas de honor y los reemplace por sufrimiento y vacío. Solo Dios sabe cuánto duele. Hoy mi dolor es más profundo por cada una de ellas. Las abrazo con el alma”, manifestó.La viuda de Uribe Turbay agregó que está dispuesta a acompañar a las familias en este camino de duelo. “Aquí estoy para cada una de ellas, para servirles, para acompañarlas en este camino que ninguna familia debería transitar jamás”, dijo en su intervención.El mensaje de Tarazona también incluyó un llamado a la unidad nacional frente a la violencia. Para ella, las fuerzas del mal no deben arrebatar al país la esperanza. “Colombianos, ese mal que todos sabemos dónde habita y quién lo encarna, no debe arrebatarnos ni la fe, ni el amor, ni la esperanza. Hoy más que nunca debemos estar unidos, con más fe que nunca, con más esperanza que nunca, por Colombia y por nuestros héroes. Como sociedad tenemos que levantar la voz y decirle a ese mal que tienen los días contados”, señaló.El video se convirtió en su primera aparición pública tras el sepelio de Miguel Uribe, celebrado el pasado 13 de agosto en la Catedral Primada de Bogotá. En aquella ocasión, Tarazona agradeció a los médicos que atendieron a su esposo y destacó la entereza con la que él enfrentó el atentado, recordando que resistió durante más de dos meses como una muestra de amor hacia su familia. También dejó un mensaje de rechazo a la violencia y la venganza, asegurando que Uribe “tenía el corazón más generoso para amar y perdonar” y que su vida debía servir como ejemplo para la construcción de un país más justo.Se debe destacar que la masacre en Amalfi no fue el único hecho violento registrado ese jueves 21 de agosto. Ese mismo día, una explosión cerca de la base aérea Marco Fidel Suárez, en Cali, dejó seis muertos y al menos 71 heridos, según reportó la Defensoría del Pueblo. El ataque, atribuido a la columna Carlos Patiño, se produjo con un camión cargado de cilindros bomba que estalló en inmediaciones de la instalación militar. El presidente Gustavo Petro atribuyó estos hechos al fortalecimiento de economías ilegales y a la disputa territorial de grupos armados.LAURA NATHALIA QUINTERO. NOTICIAS CARACOL DIGITAL.
Terror provocó una balacera en Cali en la noche del 28 de agosto. Las autoridades revelaron que se trató de un enfrentamiento entre bandas criminales y en el hecho murió una persona que nada tenía que ver en la disputa entre los delincuentes.Noticias Caracol conoció que la balacera enfrentaba delincuentes conocidos como alias Dimax y alias Chiga Pipe, dos líderes de dos bandas criminales de la capital del Valle del Cauca que se dedican al narcotráfico, al homicidio, al hurto, al porte de armas de fuego, entre otros delitos.Al parecer, fue alias Dimax, que no estuvo en el lugar de los hechos, quien ordenó el ataque sicarial contra Chinga Pipe, quien se movilizaba al interior de un carro con una mujer, que sería su pareja sentimental. El saldo dejó a dos personas muertas y a siete más heridas.Alias Dimax es un delincuente de 37 años que ha sido capturado en repetidas ocasiones y posteriormente dejado en libertad.“Pudimos establecer que es una confrontación que tienen estos dos delincuentes, alias Dimax y alias Chinga Pipe, asociadas a las rentas criminales, el narcotráfico y ajustes de cuentas por homicidios selectivos en el departamento del Valle del Cauca”, indicó el general Henry Yesid Bello, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.Uno de los líderes de la banda criminal estaba en casa por cárcelAlias Chinga Pipe, según la Policía Nacional, también había sido capturado en repetidas veces, específicamente siete veces y actualmente se encontraba retenido en un resguardo indígena del municipio de Florida, Valle del Cauca.“El año pasado, por parte de los jueces de la república, le otorgaron prisión domiciliaria en un resguardo del municipio de Florida, Valle, en una comunidad indígena, que es una comunidad nasa. Allí tenía que estar, él no tenía que estar en el barrio El Retiro”, indicó el comandante.Alias Chinga Pipe fue capturado nuevamente por porte ilegal de armas de fuego y fraude aresolución judicial.Armando Escobar, abogado penalista, mencionó en Noticias Caracol que “aquí vemos es que hay una fuga de presos y la pregunta es qué medidas, que correctivos o qué medidas están tomando o cómo están cuidando, como lo hace la justicia ordinaria o el Inpec los resguardos indígenas a las personas que están privadas de la libertad por las decisiones judiciales que ellos han tomado al interior de estos resguardos. Ellos no pueden ir como una rueda suelta”.En la balacera, un conductor de bus que pasaba por el lugar del atentado fue víctima del fuego cruzado entre las bandas ilegales. Este hombre fue identificado como Javier Tello Escobar, de 50 años. Uno de los sicarios también perdió la vida.Tras lo sucedido, la Policía incautó un fusil calibre 556, 3 pistolas 9 milímetros y 4 celulares.Las autoridades están tras la pista alias Dimax y, además, deberán establecer por qué los hombres que dispararon tenían porte legal de armas.CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: Milografias
En la noche del jueves 28 de agosto, un grupo de delincuentes armados a bordo de motocicletas interceptaron una camioneta blindada, que transitaba en el oriente de la ciudad de Cali, y abrieron fuego contra los ocupantes del vehículo. Una de las personas que se encontraba al interior del carro perdió la vida y ocho personas más resultaron heridas. Noticias Caracol conoció la identidad de la víctima mortal en estos hechos.Las armas que los sicarios habrían usado eran de alto calibre, por lo que las balas lograron penetrar el blindaje de la camioneta.“Avanzamos en las labores verificación para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar. Por el momento, tenemos una persona que falleció en un centro asistencial, hay varias personas lesionadas y estamos en ese proceso investigativo de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación”, informó el general Henry Yesid Bello, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.Por su parte, Jairo García, secretario de Seguridad de Cali, dijo que “la Policía Metropolitana a través de la Policía Judicial y el CTI se encuentran en proceso de verificación de un incidente sucedido en las últimas horas en el sector del Vallado. Esperamos tener resultados muy pronto sobre los afectados y también sobre los responsables de este incidente. Avanzamos en las labores de verificación para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar”. Agregó que “por el momento tenemos una persona que falleció en un centro asistencial. Hay varias personas lesionadas y vamos en el proceso investigativo de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación”.Muerto en camioneta blindada Toyota en Cali alcanzó a ser llevado a un hospitalLos heridos del ataque permanecen en observación médica. En el lugar de los hechos, las autoridades incautaron cuatro armas de fuego, entre estas un fusil.Como medida de choque, la ciudad de Cali está siendo patrullada por cielo y tierra. El Halcón de la Policía Nacional se encuentra sobrevolando y haciendo patrullajes nocturnos. En tierra, un grupo de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas lidera puestos de control y operaciones tácticas contra el crimen.La víctima mortal fue identificada como Javier Tello Escobar, de 49 años de edad, quien alcanzó a ser llevado a un centro asistencial luego del ataque contra la camioneta blindada, pero falleció minutos después. Las investigaciones alrededor de este caso continúan.Las autoridades de Cali indicaron que los homicidios se han reducido en al menos 10 casos durante lo corrido del año 2025. Los operativos de seguridad siguen desplegados tanto aéreos como terrestres.CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: MilografiasESTA NOTA TIENE INFORMACIÓN DE JOHN ALEX HENAO, PERIODISTA DE NOTICIAS CARACOL
Una camioneta de alta gama fue interceptada y atacada por sicarios en motocicleta, quienes estaban fuertemente armados, en la Avenida Ciudad de Cali con Carrera 39, en la capital del Valle del Cauca. El atentado, ocurrido sobre las siete de la noche de este jueves 18 de agosto, dejó un muerto y ocho personas heridas, según informó la Policía Metropolitana de Cali. “La Policía Metropolitana, a través de la Policía Judicial y el CTI, se encuentran en proceso de verificación de un incidente sucedido en las últimas horas en el sector del Vallado. Esperamos tener resultados muy pronto sobre los afectados y también sobre los responsables de este incidente. Avanzamos en las labores de verificación para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar”, aseguró minutos después el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García. El conductor de la camioneta y el copiloto fueron atacados por los sicarios en dos motocicletas, quienes, según testigos, tenían armas largas o fusiles y abrieron fuego contra el vehículo, logrando impactarlos a pesar de que este estaba blindado. Una de las víctimas resultó gravemente herida y fue llevada a un centro asistencial cercano, en donde falleció. Los otros afectados también fueron trasladados a hospitales de la zona. "Hay varias personas lesionadas y vamos en el proceso investigativo de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación”, añadió el secretario. El diario El País de Cali indicó que testigos de la comunicad, quienes vivieron momentos de pánico por los disparos, comentaron que las motocicletas de los sicarios eran de alto cilindraje, tipo DR-650, y tenían las placas cubiertas. Después de disparar en múltiples ocasiones contra la camioneta, huyeron rápidamente de la escena del crimen.Atentado cerca a base aérea en CaliEste ataque sicarial se suma al grave atentado que se registró en la tarde del pasado 21 de agosto, cuando un camión cargado con dos cilindros bomba explotó cerca a la base aérea Marco Fidel Suárez, dejando seis civiles muertos y 79 heridos. En el sector se encontraban distintos locales comerciales y transeúntes, quienes vivieron momentos de pánico. El ministro de Defensa Pedro Sánchez responsabilizó a las disidencias de las Farc de la explosión y afirmó lo siguiente: "La razón fue el desespero cobarde por toda la contundencia operacional que ha tenido la Fuerza Pública para afectar todos sus corredores de movilidad en Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Hace dos días, nuestras Fuerzas Militares ingresaron al cañón del Micay a un sitio llamado Honduras, y allí decomisaron y destruyeron tal vez el arsenal criminal más grande de la última década".Una de las víctimas fatales es Cristian Leandro Riascos, un joven de 24 años que iba a recoger a su esposa al trabajo en su moeto para después encontrarse con su hija de un año y medio. "Muy caballeroso (...) Tan lleno de amor. Un buen papá", dijo su Laura Ojeda, esposa de Riascos, en unas breves palabras para Noticias Caracol.Asimismo, John Alexander Zúñiga, quien se desempeñaba como supervisor de comedores comunitarios, falleció en el atentado y su tía, Nelcy, está gravemente herida. Ambos se movilizaban en motocicleta cuando ocurrió la explosión. "Cuando estalló la bomba, mi hijo quedó instantáneamente muerto en el sitio", dijo su padre, que espera la recuperación de su hermana y que le entreguen el cuerpo de su hijo.La docente Martha Lucía Agudelo y Juan Diego Martínez fueron otras de víctimas que fallecieron por causa del atentado terrorista. John Eder Parra, el conductor de un taxi que quedó en pérdida total tras la explosión, perdió la vida de inmediato mientras esperaba dentro de su vehículo. Una mujer embarazada, que tenía cuatro meses de gestación, es la sexta víctima, y hasta el momento no ha sido identificada.LAURA VALENTINA MERCADONOTICIAS CARACOL DIGITAL