El trágico caso que llevó a la muerte de dos niñas de 13 años en Bogotá, después de consumir frambuesas con chocolate impregnadas con talio, ha tomado un giro crucial con la identificación de la presunta responsable y las autoridades analizan si existe relación entre el caso actual y un antecedente de intoxicación en la madre de una de las niñas que falleció.Las intensas investigaciones adelantadas por la Fiscalía señalan que detrás del envío de las frambuesas con chocolate presuntamente estaría la señora Zulma Guzmán Castro. Las autoridades tienen razones suficientes para creer que este no ha sido el único crimen cometido contra la familia afectada, y que la misma sustancia fue utilizada previamente.El envenenamiento, que ocurrió en abril y causó la muerte de dos menores, dejó a otra niña gravemente enferma y a un joven hospitalizado durante meses, aunque hoy está sano y salvo. La gravedad del caso ha requerido una investigación profunda, confirmando que las concentraciones de talio detectadas eran supremamente elevadas.El metal más tóxico del planeta y su detecciónEl talio es considerado el metal más tóxico del planeta, y es conocido debido a su potencia y a la facilidad con la que puede camuflarse con otros males, despistando a los médicos.Una de las características más peligrosas de esta sustancia es que es inolora e insabora, lo que dificulta mucho su detección en el momento del consumo. Una vez ingresa al organismo, el talio es muy liposoluble, lo que significa que es muy afín al tejido graso y se deposita y distribuye rápidamente en el cuerpo.“Todo depende de la dosis, de la concentración y de la vía de administración. El talio es muy liposoluble, eso quiere decir que es muy afín por el tejido graso. Y los seres humanos tenemos muchísimo tejido graso. Entonces, él va y se deposita, se pega en ese tejido graso y así se comienza a distribuir en el organismo”, señaló el toxicólogo Camilo Uribe.El talio puede tardar hasta 30 días con tratamiento en hacer eso. Los síntomas iniciales pueden ser confusos y se pueden confundir con una intoxicación alimenticia, haciendo que cuando se diagnostica, a menudo sea demasiado tarde. Lo primero que produce el talio es un cuadro gastrointestinal, irritando la mucosa gástrica y causando náuseas, vómito, diarrea y ardor en el estómago, lo que lleva a la consulta de urgencias.Posteriormente, la intoxicación entra en una segunda fase caracterizada por una lesión neurológica grave, que se manifiesta como pérdida de fuerza en las piernas y un dolor progresivo muy difícil de controlar. Si el tratamiento no es oportuno, la intoxicación puede derivar en parálisis de los músculos respiratorios y parálisis respiratoria. A dosis muy elevadas, puede producir una lesión fulminante que provoca la pérdida de función del hígado y el riñón, además de cardiotoxicidad, arritmias y fallas cardíacas severas, llevando a la muerte, explicó el toxicólogo Uribe.A pesar de la gravedad de la sustancia, su detección presenta un desafío en Colombia. Aunque el talio se puede detectar en sangre, orina o cabello, “ningún hospital ni ninguna clínica cuenta con la tecnología para practicar este análisis” de forma rutinaria, añadió el experto en Los Informantes.En el caso de las niñas fallecidas, las concentraciones de talio eran letales.En cuanto al tratamiento, si el diagnóstico es oportuno, existen antídotos. Hoy en día, el medicamento de elección es el azul de Prusia. No obstante, este antídoto no se consigue en Colombia ni en la gran mayoría de América Latina.El talio está prohibido para su venta y comercialización en Colombia desde 1970.Nuevos detalles en el caso de las frambuesas con talioLa investigación penal se ha centrado en Zulma Guzmán Castro, una mujer que mantuvo una relación extramatrimonial con el padre de una de las niñas fallecidas.El abogado penalista Fabio Umar, representante legal en el proceso, confirmó la existencia de esa relación. Según explicó, su cliente le manifestó que el vínculo “fue puntual, limitado en el tiempo, la relación terminó y perdió contacto con esta señora; luego ocurrieron estos hechos lamentables”.Basándose en las pruebas recuperadas, presuntamente Zulma Guzmán Castro estaría detrás del envío del paquete de frambuesas envenenadas a la familia. Por esta razón, el 25 de octubre, un juez de control de garantías de Bogotá libró una orden de captura y se emitió una circular roja de Interpol para dar con el paradero de la señalada.La coincidencia que abrió una nueva línea de investigaciónLas pesquisas de la Fiscalía no solo se enfocaron en el envenenamiento de las niñas, sino que encontraron una coincidencia que obligó a abrir otra línea de investigación: el envenenamiento previo con talio de la madre de una de las niñas.La mujer empezó a sentirse muy mal en diciembre de 2020. Después de haber superado un cáncer de seno años atrás, consultó a varios especialistas que descartaron el regreso de la enfermedad, pero no lograron encontrar la razón de sus fuertes dolores y malestar.El hallazgo llegó de la mano del endocrino Julio Portocarrero. Cuando ella llegó a su consultorio, presentaba dos síntomas críticos: una caída severa del pelo y una neuropatía periférica terriblemente dolorosa, que es una afección de los nervios de las piernas que produce dolores violentos.El Dr. Portocarrero relató su diagnóstico inicial: "Mire si esto no es una intoxicación por talio yo no sé qué será".Las pruebas de sangre y orina ordenadas por el doctor resultaron positivas para talio. Mientras que los niveles normales en humanos son de menos de 2 microgramos, los resultados de la mujer mostraban niveles altos. Se sometió a un tratamiento basado en medicamentos que ligan el talio en el organismo para ser eliminado por la orina. La familia confirmó que mejoró.Sin embargo, la pesadilla regresó. Tras mejorar y viajar a Europa con su esposo, experimentó una recaída con los mismos malestares y una nueva caída del cabello. Aunque la familia creyó en su momento que había sido una reactivación de un tumor previo, la coincidencia del envenenamiento anterior y la posterior muerte de su hija con la misma sustancia activaron todas las alarmas cuatro años después.La mujer falleció y su cuerpo fue cremado, lo que hace difícil saber exactamente qué ocurrió en su deceso.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
El rastro del talio, un veneno infalible conocido como el metal más tóxico del planeta, marcó la tragedia de una familia en Bogotá en dos episodios separados por cuatro años, lo que llevó a la Fiscalía a abrir una nueva línea de investigación. El más reciente ocurrió en abril de 2025, cuando dos niñas de 13 años murieron y otras dos personas resultaron gravemente intoxicadas tras consumir frambuesas con chocolate impregnadas con esta sustancia letal. El otro antecedente es la muerte de la madre de una de las menores, quien años antes también habría sufrido una intoxicación por talio.Detrás del envío de este paquete envenenado, que llegó como un supuesto regalo a la casa de la familia, estaría la señora Zulma Guzmán Castro. La Fiscalía ha reunido pruebas que la señalan de estar detrás de los crímenes, y por este motivo, el 25 de octubre, el juez 13 de Control de Garantías de Bogotá libró una orden de captura y emitió una circular roja de Interpol para dar con su paradero.La letalidad del talioEl talio es un elemento particularmente peligroso porque es muy difícil de percibir su presencia, debido a que no tiene olor ni sabor. Además, posee propiedades que lo hacen muy afín al cuerpo humano: “El talio es muy liposoluble. Eso quiere decir que es muy afín por el tejido graso y los seres humanos tenemos muchísimo tejido graso, entonces, él va y se pega en ese tejido graso y así se comienza a distribuir en el organismo”, explicó el toxicólogo Camilo Uribe en Los Informantes.Debido a su alta toxicidad en el sistema nervioso, la venta y comercialización del talio está prohibida en Colombia desde el año 70. Salieron del mercado plaguicidas y otros productos a base de este metal.La intoxicación por este metal es muy difícil de identificar oportunamente, pues sus síntomas son tan confusos que es probable que se confunda con los efectos de una intoxicación alimenticia. La primera fase de la intoxicación produce “un cuadro gastrointestinal, él irrita la mucosa gástrica y lo que va a producir es náuseas, vómito, diarrea, ardor en el estómago y un cuadro gastrointestinal que generalmente llevaba a consultar a los servicios de urgencias. La segunda fase de la intoxicación es donde ya hay esa lesión neurológica, comenzaban a presentar, pérdida de fuerza en sus piernas, un dolor bastante difícil de controlar, progresivo y, si no se trata, pues va a llegar incluso a producir parálisis de los músculos y parálisis respiratoria”.En el caso más grave, si la dosis es muy elevada o la lesión es fulminante, “el hígado pierde su función. Lo mismo el riñón, produce cardiotoxicidad. Y a dosis muy elevadas, pues va a producir arritmias cardíacas y fallas cardíacas severas que lo pueden llevar a la persona a la muerte”, relató.En la tragedia de abril de 2025, los niveles de talio en las víctimas fueron excepcionalmente altos. El toxicólogo Uribe reportó que: “Esas concentraciones de talio no las teníamos reportadas, son niveles supremamente elevados”. Los análisis mostraron que la concentración de talio era tan alta que “la máquina no fue capaz de detectar, es decir, estamos hablando de niveles por encima de 3.000. Son concentraciones letales”.Las presuntas coincidencias del envenenamientoEl rastro de la sustancia mortal hallado en abril de 2025 llevó a la Fiscalía a investigar un episodio anterior contra la misma familia. En diciembre de 2020, la madre de una de las niñas fallecidas ese año comenzó a presentar un grave deterioro de salud. Aunque había superado un cáncer de seno años atrás, los especialistas descartaron una recaída de la enfermedad.La mujer consultó a varios médicos sin encontrar diagnóstico hasta que el endocrino e internista Julio Portocarrero dio con la posible causa. El médico recordó que la paciente tenía “entre otros síntomas, dos que son críticos cuando están juntos, que era una caída severa del pelo y una neuropatía periférica terriblemente dolorosa”. Ante el cuadro, el doctor Portocarrero le dijo: “Si esto no es una intoxicación por talio, yo no sé qué será”.Las pruebas de sangre y orina de talio resultaron positivas, registrando niveles de “80 y 90, claramente no dejaba ninguna duda”.La mujer recibió el respectivo tratamiento y mejoró “significativamente”, hasta que durante un viaje tuvo una recaída porque “se le había reactivado un tumor que tenía previamente”. Murió el 17 de agosto de 2021 y fue cremada, por lo que hoy no pueden saber exactamente lo que le pasó.“Con la certeza que puede hablar uno en Medicina, que nunca hay nuncas, ni siempre hay siempre, puedo decir que la probabilidad de que el talio haya sido la causa de ese tumor o de ese cáncer es cercana a cero”, dijo.No obstante, el médico apuntó a un posible efecto indirecto del envenenamiento. “Lo que sí es posible es que cuando la persona tiene un cáncer y tiene un estrés de esa magnitud, como es una intoxicación por talio, ese estrés reduce significativamente la capacidad del sistema inmunológico y ese sistema inmunológico debilitado facilita la reactivación de un tumor”, enfatizó.Muerte de niñas por talioEn abril de 2025, esta misma sustancia fue impregnada en unas frambuesas con chocolate que llegaron como un supuesto regalo a la casa de una familia en Bogotá, desatando una tragedia: dos niñas de 13 años murieron, otra quedó gravemente enferma y el hermano de una de ellas permaneció hospitalizado durante varios meses, aunque logró sobrevivir.El foco de la investigación se centró en Zulma Guzmán Castro, la mujer señalada por la Fiscalía. El penalista Fabio Humar, abogado de la familia afectada, enfatizó que “aquí hay una persona que envió un paquete de frambuesas envenenadas a una familia y todo parece indicar que se trata de un crimen pasional”.El abogado señaló que, aunque la relación extramatrimonial que Zulma Guzmán Castro sostuvo con el esposo de la mujer fallecida en 2021 y padre de una de las niñas víctimas fue “puntual” y “limitada en el tiempo”, la Fiscalía considera que, por la contundencia de las pruebas, fue suficiente para abrir una nueva línea de investigación en su contra.El apoderado de la familia de la otra niña fallecida, por su parte, cree que hay más de una persona implicada y ha solicitado a la Fiscalía llegar hasta las últimas consecuencias de la investigación. La contundencia de las pruebas que habría recuperado la Fiscalía señala a Zulma Guzmán Castro como la persona detrás del envenenamiento de las frambuesas, pero aún hay muchas preguntas sobre lo que pudo motivar semejante atrocidad.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
La temporada de vacaciones en Colombia pone de nuevo en el foco las alertas que se deben tener en cuenta a la hora de visitar piscinas públicas y centros recreacionales, pues en algunos de estos lugares han ocurrido tragedias que dejan familias destrozadas. Séptimo Día revela casos dolorosos que se habrían dado por negligencia y falta de cumplimiento de protocolos.La historia de Alan Jerónimo, de 3 años, es una de estas tragedias. Laura Camila González y Rubén Darío Ramírez, sus padres, vivieron la peor de las pesadillas la tarde del 11 de agosto de 2024, en el Parque de la Familia, ubicado en Montenegro, Quindío.Alan, quien era el segundo hijo de la pareja, fue una "bendición" que había llenado sus vidas de ilusión. Su padre recuerda la felicidad de ese domingo soleado: "Yo entré con emoción, yo entré con el bebé porque íbamos a piscina y me acuerdo de que ese día jugué tanto con él, lo perseguía, él se tiraba por el tobogán de los niños y yo lo cogía, lo abrazaba, lo perseguía, él solo se reía".Hacia las 4 de la tarde, mientras se preparaban para irse, la familia se dio cuenta de la ausencia del menor. El video de una cámara de seguridad capturó el angustioso momento en que el niño desapareció y lo que ocurrió posteriormente, cuando lo encontraron. La búsqueda fue frenética: "Yo miraba para todos lados y él no estaba por ahí, había mucha gente y yo busque mi niño”, relata la mamá con profundo dolor.Alan había pasado de la piscina de niños a la de adultos y fue encontrado allí inconsciente: “Lo sacaron y de una lo tiraron ahí al piso, el que lo cogió fue el papá”. Sin embargo, antes de que rescataran su cuerpo, el niño estuvo varios minutos bajo el agua y, dicen, nadie lo vio. Todo quedó registrado en los videos de cámaras de seguridad revelados por Séptimo Día. Según el representante de la familia, Daniel Rubio, el menor murió "en 6 minutos", por lo que hacen énfasis en la inacción del personal del lugar: "No hacen nada por salvarle la vida al menor, simplemente sacan el menor y llega la familia". Su madre enfatizó que la noticia fue devastadora: "Sentí que se acabó mi vida".Omar Pedroza, abogado del parque, señaló que en ese momento contaba con tres salvavidas, pero reconoció que "se perdió la referencia cerca de 30 segundos" en el momento en que el niño cayó al agua. Para los padres del menor, el problema no se limitaba solo a la vigilancia del salvavidas, sino a la infraestructura: "La piscina de los niños queda muy cerquita a la de los grandes, la distancia entre ellas es de apenas 2-3 metros".De acuerdo con la ley de piscinas en Colombia, debe haber un cerramiento que sirva como barrera entre las piscinas, especialmente con menores de edad. El día del accidente de Alan Jerónimo, esa barrera no existía en el Parque de la Familia, e incluso más de un año después tampoco está. A pesar de que el parque tenía antecedentes de otro tipo de accidentes relacionados con ahogamiento en el mes de julio, el sitio siguió funcionando.Los padres solo claman por justicia, porque "en otro momento puede ser otro niño, porque es que eso no se ha tapado".Muerte en piscina sin permisosLa falta de salvavidas también fue el eje de la tragedia de John Alexander Torres Yepes, de 9 años, quien murió ahogado el 6 de enero de 2025, durante un paseo familiar al centro recreacional Tutuca en Apartadó, Antioquia. Para John Alexander, nadar era la actividad que más disfrutaba.Denis Guerrero, quien estuvo a cargo del niño, relató la angustia de la búsqueda cuando su hija Verónica le dijo: "Mami, el niño no está acá". Aunque la familia y otras personas se sumaron a la búsqueda, fue un bañista quien lo encontró en la piscina: "Un muchacho se metió a bañar, sintió algo y ahí fue donde él lo sacó".La pregunta de la familia en medio del pánico fue: "¿dónde estaba los salvavidas? (...) No, ahí no había nadie. Alguien que le diera primeros auxilios".El comandante del cuerpo de bomberos de Apartadó confirmó en Séptimo Día que el sitio no tenía autorización de funcionamiento por parte del municipio A pesar de que la Policía lo ha cerrado en varias ocasiones, la familia denunció que la piscina "está funcionando, están abrieron el local como si no hubiese pasado nada".En este caso, el dolor de la familia se agrava por la falta de colaboración del dueño del centro recreacional, Uber Edilson Vázquez, quien ha sido "muy reacio a querer dar información".Muerte en paseo escolarOtra tragedia marcada por la inacción ocurrió en Silvania, Cundinamarca, el 13 de septiembre de 2024, cuando Samuel Rivas, de 8 años, murió durante una salida escolar al Club Campestre El Bosque.Dalis y Alexander, sus padres, habían preparado a Samuel, que estaba "muy alegre, muy contento, muy feliz porque era algo nuevo para él. Su padre le había dicho “que se acordara todo lo que hemos hablado de cómo colocarse salvavidas, que no se despegara de la maestra". El rector del Liceo San Rafael, Rafael Espejo, aseguró que el contrato con el club incluía cinco salvavidas profesionales.Samuel estaba en la piscina infantil, pero su profesora se ausentó un momento y dejó a los niños bajo la supuesta vigilancia del salvavidas. "El niño debería estar en la piscina de sapitos, pero por alguna razón el niño se pasó a la otra piscina, porque él no debería estar ahí", comentó el coordinador del colegio. Fueron los compañeros de Samuel quienes dieron la alerta.Dalis, al llegar, se encontró con que el salvavidas sacó al niño y "no le hizo nada". Preguntó qué había pasado y la respuesta que recibió la impactó: "¿Cómo me dicen que nadie vio? Es que no sabemos qué pasó. Es que nadie vio. O sea, eso no puede ser".Mateo Mejía, abogado de los padres, sostiene que, si un salvavidas "hubiese estado, hubiese podido intervenir a tiempo y, seguramente con una probabilidad alta, se hubiese podido evitar la muerte".A pesar de las llamadas, la representante legal del club, Sonia Smith Sanabria, se negó a conceder la entrevista a Séptimo Día.La ley de piscinas 1209 de 2008 exige la presencia de personal de rescate suficiente, no inferior a una persona por piscina, y aunque los adultos son responsables de los menores de 12 años, la norma no exime a los establecimientos de brindar seguridad. Las familias exigen "más control frente a esto que, aunque de pronto nosotros como adultos seamos los responsables, también un sitio debe generar seguridad".
María Camila Díaz Grajales, una joven de Medellín, viajó a México en busca de una promesa de "fortuna" que, según todos los indicios, la condujo directamente a una poderosa red de trata de personas internacional con base en la capital azteca. Su desaparición, ocurrida el pasado 26 de febrero, se ha convertido en el reflejo de un drama colectivo que ya suma decenas de colombianos desaparecidos en el país. Los Informantes habló del caso con su familia: ¿hay avances?La incertidumbre es el eje central de esta tragedia familiar, tal como lo expresa su hermana mayor, Cristina: "esto es lo más doloroso que puede vivir una familia, lo más doloroso por el tipo de incertidumbre, porque es que vos no sabes si está viva, si está muerta, ¿qué hago? ¿Le hago duelo? ¿No le hago duelo? ¿Sigo insistiendo?".María Camila Díaz Grajales, de 24 años al momento de su desaparición, era la menor de cinco hermanas. Cristina, quien tiene 38 años y asumió el rol familiar tras la muerte de sus padres, la describe como "la más loquita, la más extrovertida, la más chispita, como le decíamos nosotros".Antes de viajar a México, Camila llevaba una vida independiente. Residía sola desde octubre del año pasado y estaba a un año de culminar sus estudios de Mercadeo. Paralelamente, trabajaba en agencias de publicidad, enfocada en la promoción de productos o eventos.El perfil de las víctimas reclutadas por estas redes coincide con sus características: suelen ser jóvenes atractivas, independientes e incautas a las que seducen con promesas de dinero a montones que les espera en México.La advertencia: "Eso es trata de personas"Los días previos a la partida de Camila a México fueron sorpresivamente rápidos. Un día, a las 5 de la tarde, Camila le dijo a su hermana: "Me voy ahora en la noche para México". Era la primera vez que ella saldría de Colombia.Inicialmente, Camila intentó justificar el viaje, asegurando que se trataba de un compromiso profesional: "la agencia de marketing que estoy trabajando nos va a llevar a México a impulsar a una marca de whiskys por un mes", le dijo a su hermana quien no le creyó y sospechó inmediatamente de algo extraño.Ante la insistencia, Camila confesó una versión diferente: "Te voy a decir la verdad y es que me voy a trabajar a un restaurante por un mes. Varias amigas de la universidad lo han hecho. Nos pagan propinas en dólares, entonces por eso es la diferencia".Con esta explicación, Cristina lanzó una advertencia directa, pues la situación le parecía demasiado peligrosa: "Camila, eso es trata de personas". No obstante, no logró hacer nada para que la joven desistiera de su plan.Camila finalmente viajó y para el 7 de diciembre ya se encontraba en Ciudad de México. Su hermana cuenta que un indicio de que el viaje era irregular fue que le consiguieron tiquetes para ingresar por el aeropuerto secundario de México, el AIFA, que se encuentra a una hora de la capital mexicana.El silencio y el rol sospechoso del novioLa alerta se disparó aproximadamente mes y medio después del viaje, un viernes 28 de febrero. El novio de Camila en Medellín llamó a Cristina manifestando gran inquietud: "Estoy muy preocupado porque hace dos días no hablo con ella". Cristina había hablado con su hermana por última vez el 26 de febrero. El novio insistió en la anomalía: "Nosotros sí hablamos todos los días. Y por eso me parece extraño que ella no me responda". Desde ese momento, Camila no respondió llamadas ni mensajes, y la alerta de su desaparición se activó.Un elemento que siembra la duda es la actuación del novio de Camila en Colombia. Aunque fue él quien alertó la ausencia, se supo luego que ella le había hecho giros "millonarios" de dinero mientras estaba en México: se trata de "más de 30 millones de pesos".La búsqueda en MéxicoTras interponer la denuncia por desaparición en la Fiscalía General de la Nación en Medellín, Cristina, quien es administradora de empresas, pero se convirtió en investigadora del caso, decidió viajar a México a finales de marzo, al no tener certeza sobre el avance de las investigaciones en Colombia.Llegó a Ciudad de México "sin conocer, con la esperanza nada más de buscar, de encontrar, de tener noticias y como de hacerse presente ante las autoridades".En el país azteca, contrató a un abogado y, a través de sus propias pesquisas, pudo reconstruir los últimos pasos de su hermana. Camila vivía con una colombiana y una argentina. La colombiana regresó a su país dos días después de la desaparición de la joven paisa, indicando: "Me da miedo de lo que le pudo haber pasado a Camila, cogí mis maletas y me devolví”. La compañera argentina le reveló a Cristina que su hermana había tenido "un inconveniente con la administradora de la agencia". Posteriormente, esta compañera dejó de responder, y no se sabe si "se volvió para Argentina o si también está desaparecida".El último registro fílmico de Camila es del 26 de febrero. A las 3:38 de la tarde, sale y toma un Uber que la lleva al hotel Radison. En este hotel, Cristina encontró serios obstáculos: las cámaras de seguridad no estaban disponibles, pues "según las personas del hotel las cámaras se guardan solo por 7 días”. Tampoco hay minuta de visitantes, lo que también les parece extraño.Cristina lamenta que la falta de celeridad al comienzo de la investigación haya sido crucial: "Si hubiera actuado desde un principio donde se generaron las denuncias, pues seguramente Cami estaría con nosotros".La red de trata: Zona Divas y La Bouti VIPLas pistas recolectadas por Cristina apuntan a que su hermana fue reclutada por una firma dedicada a someter a mujeres jóvenes a prostitución. Detrás se encontraría una empresa o agencia que coordina la llegada de las mujeres desde el exterior para después explotarlas en México, ofreciéndolas en una página web.La hermana de Camila contó en Los Informantes que identificaron dos plataformas clave en la explotación: Zona Divas, una plataforma donde las mujeres eran "promocionadas para ofrecer servicios sexuales" y La Boutique VIP, descrita como "el reemplazo de Zona Divas para seguir haciendo la misma actividad, prestar servicios sexuales de mujeres o acompañantes o ya les llaman escorts". El cambio de nombre se habría dado porque "de Zona Divas varias personas han resultado sin vida".Aunque el mexicano Ignacio Antonio Santo Cervantes, alias ‘El soni’, líder de Zona Divas, fue detenido y sentenciado a 29 años de cárcel por reclutar mujeres en Latinoamérica para explotarlas sexualmente, su condena fue revocada en 2021 por la justicia mexicana debido a insuficiencia de pruebas.A pesar de contar con pistas sólidas, incluyendo imágenes, nombres, líneas de comunicación y testimonios, no hay avances en la investigación oficial.El caso de Camila Díaz no es un hecho aislado, sino parte de algo que se "está sistematizando" en México. La dimensión del fenómeno es alarmante: 124.000 desaparecidos es la cifra registrada en México; 30 desapariciones diarias y hasta la fecha se han descubierto 5.600 fosas clandestinas en el país.En entrevista con Los Informantes, el cónsul de Colombia en Ciudad de México manifestó la preocupación por la situación de los connacionales, señalando que el caso de Camila requiere una "articulación especial entre autoridades" debido a detrás hay una "poderosa red de trata".En 2025, se han registrado 77 casos de colombianos desaparecidos en ese país y "38 aún permanecen sin localización".
Bajo las aguas transparentes del Caribe colombiano, en los alrededores del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se extiende uno de los tesoros más valiosos del país: la tercera barrera coralina más grande del mundo, un ecosistema que alberga más de 2.300 especies marinas. Sin embargo, este paraíso subacuático enfrenta amenazas sin precedentes, y la carrera por salvarlo es más urgente que nunca.Contaminación del aire, mayor riesgo ambiental para salud humana: ¿qué estamos respirando?"Estamos hablando de un ecosistema único, no solo por su tamaño, sino por la diversidad que alberga", asegura Bruce Hoyos, biólogo de la Fundación BlueIndigo, una organización que desde hace una década trabaja en la protección de los arrecifes coralinos en la región. "Los corales no son solo organismos bellos, son el sostén de la vida marina en esta parte del Caribe".¿Cuánto mide la barrera coralina en San Andrés?La barrera coralina del Caribe colombiano, que se extiende por más de 180 mil kilómetros cuadrados, ha sido reconocida por su biodiversidad. Según un informe reciente de la autoridad ambiental Coralina, "en el área de San Andrés y Providencia se concentran algunas de las mayores coberturas coralinas del país, con un porcentaje que supera el 70% en algunos puntos, lo cual es excepcional". Sin embargo, ese mismo informe advierte sobre la rápida degradación que los arrecifes han sufrido en los últimos años.El fenómeno del blanqueamiento coralino ha sido uno de los principales destructores de los arrecifes en todo el mundo, y Colombia no ha sido la excepción. "El blanqueamiento coralino es como si el arrecife estuviera enfermo y su síntoma principal es la pérdida de color", explica Nacor Bolaños, coordinador de áreas protegidas de Coralina. "Los corales son animales que dependen de unas algas simbióticas llamadas zooxantelas, que les proporcionan energía a través de la fotosíntesis. Cuando el coral se estresa por el aumento de la temperatura del agua, expulsa a estas algas, lo que provoca que pierda su color y, en última instancia, muera si el estrés persiste"."No había vida, solo esqueleto"En 2021, Colombia experimentó uno de los eventos de blanqueamiento más severos de su historia reciente. Bruce Hoyos recuerda la magnitud del daño: "Vimos grandes extensiones de la barrera completamente blancas. No había vida, solo esqueleto. Fue devastador. Y lo peor es que no fue solo en Colombia, fue a nivel mundial".A este problema se suma una amenaza emergente que está causando estragos en el Caribe: la enfermedad de pérdida de tejido de coral.¿Qué es la enfermedad de pérdida de tejido de coral?"Es una enfermedad relativamente nueva que empezó a afectar a los corales en esta región hace apenas unos años. Lo que hace es literalmente comerse el tejido vivo del coral, dejándolo como un cascarón vacío", describe Elvira Alvarado, bióloga marina con más de 20 años de experiencia en el estudio de los corales del Caribe. "Los científicos aún no tienen claro cómo se transmite, pero lo que sabemos es que se propaga rápido y puede destruir una colonia entera en cuestión de semanas".A pesar de las sombrías perspectivas, no todo está perdido. Diversas organizaciones están trabajando incansablemente para restaurar y proteger lo que queda de los arrecifes coralinos en Colombia. Una de las técnicas más prometedoras es la reproducción asistida de corales en laboratorio."Recolectamos los fragmentos de coral que se desprenden naturalmente durante tormentas o por la acción de las olas, y los llevamos a nuestras instalaciones para hacer un proceso de microfragmentación", explica Bruce Hoyos. "El objetivo es cultivar estos fragmentos en condiciones controladas hasta que sean lo suficientemente grandes como para volver a ser trasplantados al arrecife".El proceso es meticuloso y requiere tiempo y paciencia. "En un año, podemos lograr que un fragmento de coral crezca entre 3 y 5 veces su tamaño original, pero el trabajo real comienza cuando los trasplantamos. Ahí es cuando tienen que enfrentarse nuevamente a las condiciones naturales y a las amenazas que hemos estado describiendo", agrega Hoyos.Además de la microfragmentación, BlueIndigo también está experimentando con técnicas de fecundación in vitro de corales, aprovechando los eventos de desove masivo que ocurren una vez al año en los arrecifes del Caribe."El desove de corales es uno de los eventos más espectaculares de la naturaleza", comenta Hoyos. "Durante unas pocas noches, todos los corales de una misma especie liberan millones de gametos al agua, sincronizadamente. Nosotros recolectamos esos gametos y los llevamos al laboratorio para fecundarlos y luego cultivar las larvas que se desarrollen".A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo crítica. Los arrecifes de coral, que cubren menos del 1% del lecho marino, son responsables de albergar aproximadamente el 25% de toda la vida marina del planeta. La pérdida de estos ecosistemas no solo significaría una catástrofe ecológica, sino también económica y social.¿Para qué sirven los arrecifes de coral?“Los arrecifes de coral actúan como barreras naturales contra la erosión y las tormentas. Si desaparecen, muchas de las islas del Caribe estarán en grave peligro", advierte Elvira Alvarado. "Además, miles de personas dependen directamente de los corales para su sustento, ya sea a través del turismo, la pesca o incluso la investigación científica".Sin embargo, salvar los corales no es una tarea que pueda llevarse a cabo únicamente desde la ciencia. Según Nacor Bolaños, "necesitamos que la sociedad en su conjunto se involucre. Es crucial reducir nuestras emisiones de carbono para frenar el cambio climático, que es la principal causa del blanqueamiento coralino. Pero también tenemos que educar a la población sobre la importancia de no contaminar los océanos, de no tocar los corales cuando hacemos buceo y de apoyar iniciativas de conservación".En este sentido, la comunidad internacional ha comenzado a prestar más atención a la crisis coralina. Durante la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en Lisboa, se discutió la creación de un fondo global para la restauración de arrecifes coralinos, una medida que, de implementarse, podría proporcionar los recursos necesarios para intensificar los esfuerzos de conservación."Aún hay esperanza" para salvar los arrecifes de coral"Nos estamos quedando sin tiempo", concluye Hoyos. "Cada año que pasa, perdemos más y más corales. Pero aún hay esperanza. Si actuamos ahora, podemos darle una oportunidad a los arrecifes de recuperarse y, con ellos, a toda la vida marina que depende de ellos".>> Proyectos de energías limpias: más allá de paneles solares o plantas eólicas
Colombia es un imán del ecoturismo y eso tiene muchas explicaciones. Una de ellas es que el 10% de la biodiversidad del planeta está en territorio colombiano; hay sabanas, llanuras, selvas, montañas, páramos, nevados, desiertos, playas, ríos y con ellos miles de especies. Y en aves, el territorio nacional es uno de los países con mayor riqueza en el mundo.>>> También puede leer: Caño Cristales, el río de los siete colores que solo recibe turistas seis meses al añoPor los cielos de Colombia vuelan 1.968 especies registradas de aves, un verdadero placer para los observadores. El Valle del Cauca es quizá uno de los paraísos de la ornitología.Colombia, un país rico en avesColombia es uno de los países con más aves en el mundo, registrando 1.968 especies, 83 de ellas endémicas, es decir, únicamente presentes en el territorio colombiano, de las cuales 989 que representan más del 50% de las aves del país se encuentran en el Valle del Cauca y 562 de ellas están en Cali.“El Valle del Cauca es el centro del Chocó biogeográfico. Es una zona única en todo el planeta tierra, hay más biodiversidad por especie que en muchas partes del planeta; eso significa que tenemos animales, flora única endémica que nos hace literalmente únicos en todo el planeta tierra”, sostuvo Mauricio José Mira, director del Dagma.Marco Antonio Suárez, director de CVC, aseguró que “el Valle del Cauca alberga entre el 40 y el 50% de toda la fauna y flora de nuestro territorio nacional y si tenemos en cuenta que solo el 1.9% de la superficie de Colombia, el Valle del Cauca es un tesoro de biodiversidad. Es un departamento que tiene ocho biomas, 35 ecosistemas y es nada más y nada menos que el departamento con más aves de todo Colombia”.Enmarcado entre las cordilleras Occidental y Central, el Valle del Cauca tiene cuatro de los cinco pisos térmicos de nuestro país, desde el cálido hasta el páramo para que las dueñas de los cielos escojan.“Tenemos ecosistemas marinos que van desde la zona marino-costera hasta los páramos. Tenemos una diversidad de ecosistemas, pasando por los humedales, bosques secos, bosques andinos y bosques subandinos. Entonces, eso brinda al mismo tiempo una diversidad de hábitats para las diferentes especies de aves”, acotó María Isabel Salazar, bióloga de CVC.Pero es el bosque de niebla uno de los ecosistemas predominantes en las zonas montañosas y el predilecto para los centenares de aves que habitan este valle: el carpintero de lita, gallito de las rocas, torito cabecirrojo, tangara y barranquero son solo algunos de los más destacados y representativos del departamento.Puede conocer más sobre las aves que habitan en Colombia, aquí. >>> También puede leer: Contaminación del aire, mayor riesgo ambiental para salud humana: ¿qué estamos respirando?
A menos de un mes de la COP16, que se realizará en Cali del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, Noticias Caracol en vivo sigue con el Proyecto es Colombia. En esta ocasión, se aborda la contaminación del aire, el mayor riesgo ambiental para la salud humana.>>>Los bosques de Colombia: la Amazonía, lo que debemos protegerLa calidad del aire es responsable de 13 muertes prematuras cada minuto en el mundo. ¿Qué estamos respirando? El hecho de que no lo veamos no significa que no sea una amenaza mayor.La Organización Mundial de la Salud advierte que miles de millones de personas siguen respirando aire insalubre por niveles muy altos, entre otros, de materia particulada fina procedente principalmente de la emisión de los vehículos motorizados.Por eso, no debe seguir pasándose por alto un tema que, literalmente, no da respiro. Debe convertirse en una prioridad tanto para los ciudadanos como para los gobernantes.¿Qué aire estamos respirando?Un adulto respira entre 12 y 20 veces por minuto, es decir, mínimo 17.280 veces al día. Eso equivale a 17.280 dosis de oxígeno, nitrógeno, dióxido de azufre, de nitrógeno, un óxido de carbono, partículas sólidas muy pequeñas, entre otros.Se trata de una mezcla invisible en la que hay sustancias que nos mantienen vivos, pero también otras que poco a poco nos envenena.“Estamos respirando más de 3.000, 4.000 litros por día de aire que tiene mala calidad o que tiene una calidad que no es la mejor”, afirmó Carlos Torres Duque, de la Fundación Neumológica Colombiana.Laura Andrea Rodríguez, PHD en Epidemiología, complementó que esa aire de mala calidad “no lo vemos, entonces es como un enemigo invisible”.“Todo lo que penetra por las vías respiratorias es como si nos pusieran una inyección en la vena”, anotó, entretanto, Luis Jorge Hernández, médico epidemiólogo y salubrista de la Universidad de los Andes.Invisible, silencioso, por eso poco pensamos en el aire, pero inevitablemente lo respiramos.Según la Organización Mundial de la Salud, casi toda la población del planeta respira un aire insalubre.“Cuando tienes más de 7 millones de muertes prematuras al año asociadas a la contaminación del aire, estoy segura de que todos estamos de acuerdo en que esto es un grave problema de salud pública”, aseguró María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.Y agregó que, actualmente, nueve de cada diez personas en el mundo, en particular aquellos que viven en las ciudades, están respirando un aire que supera los límites de calidad”.De 2018 a 2023, Colombia mantuvo un histórico de contaminación dos a cinco veces superior a las directrices de la OMS, lo cual ubicó al país en el puesto 75 de 134 en la clasificación de naciones y regiones con mayor contaminación.>>>Proyectos de energías limpias: más allá de paneles solares o plantas eólicas
La transición a energías limpias es el gran reto del mundo entero: pasar de los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, al uso de fuentes como el sol y el viento.Según datos del Ministerio de Minas, Colombia llegó a los dos gigavatios de energía renovable en el sistema interconectado nacional; es decir, el 10% de todo el servicio del país es aportado por energía solar. “Eso en equivalencias significa atender una población como del tamaño de Medellín y bueno, vamos creciendo”, explica la presidente de la Asociación Colombiana de Energías Renovables, Alexandra Hernández, en Noticias Caracol en vivo.La transición energética es un concepto que va más allá de instalar paneles solares o plantas eólicas, supone un cambio en la matriz energética y también en la demanda del consumo de combustibles fósiles. El medio ambiente es un beneficiado, pero quienes más lo celebran son las zonas no interconectadas. Tal es el caso de Cumaribo, en Vichada, el territorio más extenso de la nación y en donde hasta hace solo 3 meses tienen energía 24/7, todo gracias a una estrategia impulsada por el Gobierno nacional que alimenta la política de transición energética.Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, dice que “le acuñamos un término de transición energética justa, ¿qué quiere decir esa justicia? Que tiene que incluir a los territorios, tiene que incluir a las comunidades, y en un país como Colombia, implica superar desigualdades, implica luchar contra la pobreza energética que existe en nuestro país”.En Colombia, el 52% del territorio es zona no interconectada. En otras palabras, más de un millón de familias no cuentan con el servicio de energía y otra cantidad importante solo lo tiene unas horas al día y, principalmente, con el uso de combustibles fósiles como el diésel.Una de las misiones de las energías limpias es poder llevar soluciones a esas poblaciones y el encargado de hacerlo es el Ipse -Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las zonas no interconectadas-.La estrategia es masificar el uso de la energía renovable y “lo que ha permitido dar ese salto tan importante de reemplazar el diésel por energías no convencionales de energía renovable ha sido la energía solar fotovoltaica, que tiene una ventaja muy importante y es su facilidad, su practicidad”, explica Danny Fernando Ramírez, gerente de Ipse.En el caso de Cumaribo, por ejemplo, se requerían aproximadamente 60 galones de diésel por hora para generar la energía del municipio en una hora pico. Ahora, con el sistema híbrido, ese consumo es de 20 galones en promedio, una tercera parte. El mayor porcentaje del servicio se produce hoy a través de 3.094 paneles solares.Son “350 hogares (los que) gozan del beneficio del sistema solar fotovoltaico”, describe Ronald Mendivelzo, supervisor del parque solar.El parque solar, en una hora pico de intensidad de luz, genera 1.400 vatios hora y el consumo del municipio, con 90 mil habitantes, es de 600 kilovatios hora. Es decir que los paneles generan el doble de energía que requiere el casco urbano de Cumaribo.Los resguardos indígenas no se quedaron sin beneficios. Mendivelzo indica que “se instalaron 1.068 sistemas solares fotovoltaicos individuales para aquellos resguardos, aquellas comunidades, que no gozaban del beneficio energético”.“Nos ha fortalecido bastante en la educación superior, como es ingresar a la universidad a distancia virtual, entonces como comunidad nos ha fortalecido bastante”, cuenta Ruth.Durante 2024, en Colombia han entrado en operación 29 parques solares.Proyectos de energías limpias tardan en entrar en operación“Proyectos de pequeña y mediana escala se están tardando entre 3 y 6 años en entrar en operación, cuando realmente su tiempo de construcción es alrededor de 12 a 18 meses”, dice Alexandra Hernández.“Si nosotros lográramos que los trámites, los permisos, se demorarán lo que la regulación dice que deben tardar, el tiempo de entrada de los proyectos se reduciría a la mitad, a la vuelta de 2 años podríamos tener toda la entrada en operación de todo ese portafolio de proyectos de energía renovables tan importante que tenemos por parte de la inversión privada para venir a Colombia”, asegura.El ministro de Minas explica por qué se da esta situación: “Una Corporación Autónoma Regional, encargada del licenciamiento, tiene apenas 5 funcionarios, y de esos 5 funcionarios no todos están capacitados para estudiar lo que hoy significan estos proyectos. Entonces hemos venido dando pasos para mejorar la institucionalidad, que esté en condiciones de cumplir el propósito de la transición”.Energías limpias en la movilidadUno de los principales retos de las ciudades modernas gira en torno a la movilidad. En Colombia hay más de 7 millones de vehículos y 11 millones de motocicletas, pero menos del 1% del parque automotor en el país es sostenible. Eso significa que la mayoría circula por las calles, e incluso por vías fluviales, con gasolina, lo que genera un impacto negativo en las condiciones del medio ambiente.Fernando Páez Mendieta, de la fundación Wri Colombia y que representa al Instituto de Recursos Mundiales en el país, explica que “la movilidad en general es un problema en las grandes ciudades a nivel global. (…) Hoy, en Colombia, más o menos el 82% de la población vive en centros urbanos, entonces ahí es donde empieza a surgir ese problema de la movilidad”.La movilidad sostenible no solo se remite a las capitales y a los vehículos eléctricos. Desde Magangué, en Bolívar, un proyecto que ya está en ejecución promete impactar positivamente el transporte fluvial. Hace tres años, 125 embarcaciones que funcionaban con motor diésel altamente contaminante hoy lo hacen a gas.Sin embargo, uno de los principales retos que tienen las ciudades costeras como Magangué está en materia de movilidad sostenible, porque se estima que casi el 80% de los vehículos son motocicletas.La situación es nacional. En Colombia circulan 11 millones de motos, de las cuales menos del 1% son sostenibles, eléctricas o amigables con el planeta.Las ciudades más sostenibles del país en materia de movilidad en su orden son: Bogotá, Cali, Medellín, Funza y Envigado.
Adentrarse en la Amazonía es confrontar el poder del conocimiento ancestral y la experiencia vital de sus 93 pueblos indígenas, que representan la mayor riqueza de esta región, tan explorada y tan explotada al mismo tiempo. William Yucuna, autoridad indígena tradicional, explicó en Noticias Caracol en vivo que “el objetivo principal nuestro es seguir cuidando la vida, curando la vida, protegiendo y conservando. Cuando hablamos de vida, decimos todo lo que tiene vida, toda la naturaleza”.>>> Le recomendamos leer: Nace en el Amazonas el primer potrillo clonado de un caballo peruano de pasoDesde hace siglos, la Amazonía ha sido el hogar de millones de personas que han desarrollado métodos para cultivar y vivir en armonía con la tierra. “Hoy nosotros estamos haciendo el esfuerzo para seguir fortaleciendo el conocimiento que existe en este momento. Ya no podemos hablar de retroceder porque para nosotros, los pueblos indígenas, lo que se perdió, ya no se puede recuperar, porque no está escrito. Cuando muere un abuelo, lo que no aprendieron sus hijos, sus nietos, se pierde. Entonces, va bajando este conocimiento”, subrayó Yucuna.Las mujeres Chagras: “Es muy importante la madre tierra porque nos da vida” Las mujeres chagras son un actor fundamental en la bioeconomía de la Amazonía colombiana. A través de sistemas organizados y productivos, son ellas las que hacen posible que las cosas pasen para la comunidad.María Ivanechi Attama, líder indígena Ocaina, contó que “nosotras, como mujeres indígenas, siempre mantenemos la tradición, la cultura y el conocimiento de nuestros abuelos. La chagra es la vida de nosotros. De allí sale el sustento de la alimentación para nuestros hijos y el mundo. Sembramos, cuidamos y damos la cosecha, y la producción. Sembramos yuca, plátano, ñame, piña, caña y manejamos plantas medicinales. Parte de la sabiduría ancestral de la comunidad indígena. Son varios grupos étnicos de diferentes pueblos. Alrededor de 65 mujeres trabajamos aquí en la chagra y la producción artesanal. Para nosotros es muy importante la madre tierra porque nos da vida, la selva, la naturaleza”.El 47% de esta selva está siendo amenazada por el cambio climático y la deforestación. Enemigos cada vez más agresivos arrasan recursos naturales, vidas y medios de subsistencia de sus más de un millón 320 mil habitantes.El pescador Juan Montero lamentó que en el pasado “teníamos más agua, más ríos, más peces, había mucho más. Todo lo que sembrábamos germinaba más rápido. Era más fértil la tierra. Hoy en día, el cambio del clima, tanto sol, la temperatura, afecta ríos, lagos y nuestra siembra”.Diversidad de los ecosistemasEl equipo del Proyecto es Colombia navegó el río Amazonas, el segundo río más largo y caudaloso del planeta, después del Nilo, con alrededor de 6.400 mil kilómetros de longitud. En su cuenca, este sistema alberga cerca de 3 mil 700 especies.Juan David Bogotá, investigador del Sinchi, dijo: “Aquí encontramos especies de origen marino que hace mucho tiempo migraron. Especies que ofrecen servicios a las comunidades en forma de comida, única fuente de proteína animal. Peces comercializados como ornamentales. Diversidad asociada a la diversidad de ecosistemas”.Pero es inevitable no detenerse en los efectos de la deforestación, que pone en peligro estos ecosistemas y comunidades. A 2023, más de 44 mil 200 hectáreas fueron deforestadas en este territorio.“En una sola quebrada puede haber más de 200 especies. En comparativo, esto equivale a más de lo que tiene toda Europa. En la Amazonía, comúnmente consumen especies pequeñas y todas dependen del bosque”, precisó Bogotá.El 66,7% de los bosques que tiene Colombia están en esta región. Son el hogar de especies de flora y fauna que, hace una década, nos ubicaban como el segundo país con mayor número de especies de aves, mamíferos, reptiles, insectos y plantas nativas.Mariela Osorno, bióloga del Sinchi, indicó que “hay especies que están amenazadas a nivel mundial, otras a nivel nacional. Pero cuando llegas a la micro amenaza, a entender qué es lo que le pasa a una especie en este territorio, los primeros y más adecuados para decirlo, son aquellas comunidades que usan el recurso”.Es absolutamente necesario entender que la región amazónica no es una región vacía, es una región donde hay unos habitantes, indígenas, campesinos, con saberes enormes, y la mejor estrategia de conservación es trabajar de la mano”.El bioma amazónico es el más grande e influyente del planeta. Aquí, las comunidades lo saben y, por eso, afianzan cada día su compromiso por mantenerlo en pie.Luz Marina Mantilla, directora del Sinchi, recalcó que “sin biodiversidad y sin Amazonía, no tenemos ninguna probabilidad de sobrevivir. La Amazonia es cuestión de humanidad.Bañarse de este territorio es sumergirse en esa Colombia biodiversa, con una amplia variedad de especies de flora y fauna que hoy es lo que más debemos proteger en esta región.>>> Le puede interesar: Fran Cuéllar, tiktoker español, fue víctima de robo por monos en el Amazonas colombiano
La Laguna de Sonso, ubicada en el municipio de Buga, en Valle del Cauca, se erige como el espejo de agua más grande del suroccidente colombiano y uno de los humedales más importantes del país. Noticias Caracol en vivo hizo un recorrido por este hermoso lugar. >>> Más de la COP16: Activista Francisco Vera insta a la COP16 desde el exilio: "Lo que está en riesgo es la vida"Con 745 hectáreas de espejo de agua y 1300 hectáreas de zona amortiguadora, este santuario natural no solo es un refugio para la vida silvestre, sino también un símbolo de la lucha por la conservación ambiental en Colombia. En el marco de la COP16, los ojos de los visitantes se posan sobre este paraíso de biodiversidad, que ofrece una experiencia única para quienes lo recorren.Es el humedal más grande del occidente colombianoLa Laguna de Sonso, ubicada entre los municipios de Buga, Yotoco y Guacarí, se extiende por 2045 hectáreas que incluyen el cuerpo de agua y su entorno. Este humedal es el principal de la planicie pluvial del río Cauca y está inserto en el ecosistema estratégico de bosque seco tropical inundable, uno de los hábitats más amenazados de Colombia. Álvaro José Aguilar, representante legal de la organización Agua de Sonso, destaca la importancia de este humedal: “Es el último humedal de relevancia en el occidente colombiano. La biodiversidad que aquí se encuentra es inmensa; prácticamente toda la fauna y flora del Valle del Cauca se pueden ver aquí”.La Laguna de Sonso es un ecosistema en peligroA pesar de su valor ecológico, la laguna enfrenta múltiples amenazas, siendo la más destacada en la presencia de especies invasoras como el búgulo de agua y el pasto alemán. Sin embargo, la comunidad local no ha permanecido de brazos cruzados. Liderada por personas como Daniela Gómez, han implementado soluciones creativas para enfrentar estos desafíos, utilizando técnicas de manejo de paisaje y procesos artesanales. “Extraemos manualmente el búgulo de agua y, a través de un proceso de tejido, lo convertimos en piezas de arte. De esta forma, revertimos parte del daño causado por estas especies invasoras”, explica Gómez.La Laguna de Sonso es un paraíso para los amantes de la naturaleza, especialmente los observadores de aves. Se han registrado aproximadamente 118 especies de aves, 98 residentes y 20 migratorias, lo que convierte a este humedal en un destino de avistamiento sin igual. Entre los mamíferos, se han identificado 16 especies, incluyendo el chigüiro, el armadillo común y felinos como el yaguarundí, también conocido como puma de sabana. “Aquí podemos encontrar especies que, con cuidado y protección, podremos seguir observando, asegurando su preservación para las futuras generaciones”, recalcó Jhonatan Bedoya, sobre la conservación de este espacio.Además de su valor como hábitat para diversas especies, la Laguna de Sonso es rica en recursos hídricos. Recibe aportes de aguas subterráneas y de varios afluentes, entre ellos los ríos Guadalajara y Sonso. Este flujo constante asegura la vitalidad del ecosistema, permitiendo la subsistencia de la flora y fauna que la habitan.La Laguna de Sonso tiene un futuro bajo amenazaA pesar de los desafíos, la Laguna de Sonso sigue siendo un ejemplo de la riqueza natural de Colombia y del compromiso de las comunidades locales por conservarla. Este humedal, cargado de biodiversidad y paisajes inigualables, ofrece no solo un refugio para la vida silvestre, sino también un espacio de paz y reconexión con la naturaleza. Como bien lo resumió Daniela Gómez, “la laguna no solo es agua, es vida, es cultura, es esperanza”.En medio de los debates sobre la crisis climática en la COP16, la Laguna de Sonso se erige como un recordatorio de lo que está en juego y de la importancia de proteger nuestros ecosistemas más valiosos.>>> Le puede interesar: Derechos de la naturaleza: 15 ecosistemas colombianos están protegidos por la justicia
El Chocó biogeográfico es una de las regiones más biodiversas del planeta, un territorio que abarca desde el norte de Ecuador hasta Panamá, incluyendo humedales, ríos caudalosos, imponentes selvas, y los manglares más extensos de Sudamérica.>>> También le puede interesar: La minería ilegal amenaza a un paraíso natural en Colombia: así buscan frenarlaCon más de 2 mil especies de fauna y flora, es un tesoro natural que se extiende por187.400 kilómetros cuadrados. Según Mailer Mosquera, guía en Bahía Solano, "Es uno de los lugares más biodiversos de nuestro planeta, aquí lo tenemos todo". Este espacio no solo guarda un patrimonio natural invaluable, sino que también conecta a sus habitantes con su pasado, presente y futuro, como destaca Jorge Enrique Murillo Palacios: "Nos conecta con el pasado, el presente y nuestro futuro".En Colombia, el Chocó biogeográfico cubre los departamentos de Valle del Cauca, Cauca, Nariño y, por supuesto, Chocó, ocupando solo el 2% de la superficie terrestre, pero albergando una riqueza natural que le ha ganado el título de ser "el corazón de nuestra biodiversidad". Pablo Palacios Rodríguez, biólogo investigador, afirma: “Por esta extensión del Chocó biogeográfico, podemos encontrar una gran cantidad de vida que uno no imagina hasta estar ahí”.El Pacífico colombiano también es hogar de las majestuosas ballenas jorobadas, que migran desde la Antártida en busca de las cálidas aguas para aparearse y dar a luz. Acompañadas de tortugas marinas, delfines, tiburones, y una gran variedad de especies marinas, estas aguas son refugio y sustento para muchas formas de vida. El océano no es el único atractivo del Chocó biogeográfico Pero el océano no es el único atractivo de esta región; al interior de sus selvas húmedas tropicales, habitan pequeños tesoros como la rana venenosa Kokoí (Oophaga histriónica) y el sapito arlequín (Telopus), endémico del Chocó. Sin embargo, su supervivencia está amenazada por la pérdida de hábitat y el tráfico ilegal, un problema que, según Mailer Mosquera, podría hacer desaparecer a estas especies en unas pocas décadas si no se toman medidas: “Si seguimos así, al 2050 las probabilidades de no tener ranas van a ser muy altas”.Además de su fauna, el Chocó alberga los más grandes ecosistemas de manglares en el país, fundamentales para la biodiversidad marina y la sostenibilidad de las comunidades costeras. Natasha Valencia, bióloga marina de WCS Colombia, explica: "Los manglares son un ecosistema estratégico de transición entre el bosque terrestre y el marino, sostienen muchas cadenas alimenticias y son la base de la sostenibilidad financiera y alimentaria de las comunidades". Un ejemplo de esta relación es la comunidad de Tribugá, donde la recolección sostenible de la piangua, enseñada de generación en generación, permite a los habitantes vivir en armonía con el manglar. Según Aida Leidis Palacios Moreno, gestora cultural en Tribugá, "De generación en generación, nuestras abuelas enseñaron a nuestras madres, y nosotras a nuestros hijos, a cuidar y conservar el manglar, usándolo de manera responsable y sostenible".Este equilibrio entre la conservación y la subsistencia humana es lo que ha permitido que el Chocó biogeográfico siga siendo uno de los lugares más ricos en biodiversidad en el mundo. Como concluye el biólogo Pablo Palacios Rodríguez: "Gran parte de la conservación que tenemos hoy día proviene del trabajo que han hecho las comunidades históricamente en este territorio". Sin embargo, las amenazas persisten, y con ellas, la necesidad urgente de acciones para preservar este ecosistema único para las generaciones futuras.>>> También puede leer: En El Cerrejón buscan el equilibrio entre la actividad minera y la restauración ecológica
La industria de la moda está dejando una huella devastadora en el planeta, siendo la segunda más contaminante después de la industria petrolera. Un ejemplo alarmante de este impacto es el sector textil, que genera 92 millones de toneladas de desechos sólidos anualmente y emite 1,715 millones de toneladas de dióxido de carbono, una producción para nada sostenible.>>> También puede leer: La minería ilegal amenaza a un paraíso natural en Colombia: así buscan frenarlaImágenes impactantes de montañas de ropa en el desierto de Acatama, en Chile, reflejan este problema, donde grandes cantidades de prendas desechadas, no biodegradables, terminan acumulándose. En Colombia, la situación es similar: solo en Bogotá, se generan 318 toneladas diarias de residuos textiles, de los cuales el 97% podrían reutilizarse, pero acaban en rellenos sanitarios como el de Doña Juana. El reciclaje de estos materiales en el país apenas alcanza el 5%, lo que resalta la necesidad urgente de una transformación en los hábitos de consumo y en la gestión de residuos.Una empresa textil hace la diferenciaA pesar de este panorama desolador, algunas empresas están respondiendo al llamado de la sostenibilidad. Lafayette, una empresa textil colombiana con más de 80 años de historia, está a la vanguardia de esta transformación. La compañía ha invertido en tecnología de punta para reducir el impacto ambiental, reutilizando plásticos como las botellas PET, que son recicladas y convertidas en poliéster para la creación de telas sostenibles. Desde el triturado del plástico hasta la formación de fibras e hilos, el proceso no consume agua, lo que lo convierte en un ejemplo de prácticas responsables en la industria.El compromiso de Lafayette con la sostenibilidad no solo incluye la producción de materiales ecológicos, sino también la reducción de emisiones y el ahorro energético. Las cifras lo respaldan: para fabricar un chaleco se requieren 8 botellas recicladas, mientras que un pantalón puede necesitar hasta 18. Estos números reflejan un cambio de paradigma en el que la industria textil empieza a mirar cada etapa del proceso con un enfoque más sostenible.Producción sostenible de otras marcasMedellín, epicentro de la industria textil colombiana, también alberga iniciativas destacadas. El Grupo Crystal, responsable de marcas como Gef, Punto Blanco y Baby Fresh, ha implementado importantes cambios en sus plantas de producción. En su planta de Marinilla, Antioquia, han instalado uno de los techos solares más grandes de Colombia, lo que ha permitido una significativa reducción de emisiones de CO2 y un aprovechamiento máximo de la luz solar. Además, el 99% de la iluminación en sus instalaciones es LED, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad.El uso responsable del agua es otra prioridad. La cadena de producción en el Grupo Crystal involucra procesos de teñido y acabados que demandan grandes cantidades de agua, pero han logrado reducir ese consumo significativamente. Gracias a sistemas de tratamiento, el agua utilizada es purificada y devuelta al río, un ejemplo claro de gestión responsable de los recursos hídricos.El compromiso con la sostenibilidad en esta industria no se detiene en la producción de prendas. Desde 2019, el Grupo Crystal ha eliminado el uso de bolsas de plástico difíciles de reciclar, reemplazándolas por opciones biodegradables. Incluso los maniquíes y las etiquetas de las prendas han sido repensados, utilizando materiales reciclados y bagazo de caña de azúcar. Este esfuerzo se extiende a la decoración de sus tiendas, donde los residuos textiles se reutilizan para crear muebles y otros elementos decorativos.Además, el grupo ha empoderado a comunidades como Hilos de Esperanza, donde 2.000 mujeres utilizan los residuos de tela para crear nuevas piezas, dándoles una segunda vida a estos materiales y fomentando la inclusión social y económica.A través de estas acciones, la industria textil en Colombia está mostrando que la sostenibilidad no es solo una opción, sino una necesidad imperante. Empresas como Lafayette y el Grupo Crystal están demostrando que es posible reducir el impacto ambiental mientras se mantiene la competitividad en el mercado. Estos esfuerzos son un recordatorio de que todos, desde los productores hasta los consumidores, debemos asumir la responsabilidad de promover un futuro más sostenible para las generaciones venideras.>>> También puede leer: Historia de tres proyectos innovadores que dan ejemplo de sostenibilidad en Colombia
En un evento llevado a cabo en Cali el pasado 19 de octubre, el Gobierno Nacional presentó al mundo la primera Policía del Agua, un cuerpo de élite conformado por 8.000 agentes cuyo objetivo es proteger las fuentes hídricas del país. Este grupo especializado está encargado de prevenir y combatir los delitos ambientales que afectan los recursos hídricos, como la minería ilegal, la contaminación industrial y el narcotráfico, actividades que han tenido un grave impacto sobre ríos, lagos y humedales.La presentación de esta nueva fuerza policial se realizó como preámbulo a la COP16, un importante evento internacional sobre biodiversidad y medio ambiente que se llevará a cabo en noviembre de este año. En la ceremonia estuvieron presentes la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, el director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, y varios representantes diplomáticos, entre ellos George Hodgson, embajador británico en Colombia.Un cuerpo innovador para enfrentar desafíos ambientalesDurante el evento de lanzamiento, la ministra destacó que esta acción es un ejemplo claro del compromiso del país con la paz y la preservación del medioambiente, señalando que "hacer Paz con la Naturaleza" es uno de los principales objetivos de Colombia en el contexto actual, especialmente a las puertas de la COP16. "Van a tener misiones tanto de investigación con una capacidad integrada de investigación criminal como de prevención, trabajando con las comunidades, realizando jornadas de limpieza y apoyando a las autoridades ambientales de todo el país," aseguró Muhamad.El plan incluye la colaboración entre la Policía de Carabineros, el cuerpo de Inteligencia y la Policía Judicial, con el fin de identificar y desmantelar las redes criminales responsables de la contaminación y el saqueo de los recursos hídricos.Funciones y estrategias del nuevo cuerpo policialLa Policía del Agua no solo actuará a través de patrullajes y operativos en zonas críticas, sino que también jugará un rol educativo, promoviendo una cultura de conservación y uso responsable del agua entre las comunidades. Un aspecto clave de este esfuerzo es el Centro Integrado de Investigación Criminal e Inteligencia para la Protección del Agua, que permitirá a la Policía anticiparse a los riesgos mediante análisis y estudios científicos sobre la situación de los recursos hídricos. Esta iniciativa busca prevenir desastres ambientales y garantizar la preservación de fuentes de agua esenciales, como los páramos y embalses del país.La nueva Policía del Agua cuenta con el apoyo de agencias internacionales, entre ellas Naciones Unidas, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el cuerpo se beneficiará de la cooperación técnica de laboratorios especializados, como el Laboratorio de Química Forense, que podrá detectar niveles de contaminación en cuerpos de agua y colaborar con investigaciones judiciales para sancionar a los responsables de los daños ambientales.Durante el evento, Susana Muhamad, ministra de Ambiente, resaltó la importancia de esta nueva fuerza policial para lograr un desarrollo sostenible y enfrentar la crisis climática que afecta al país. "No podemos hablar de paz sin proteger nuestra naturaleza. La creación de la Policía del Agua es un acto de paz, un compromiso por cuidar el recurso más valioso que tenemos", comentó la ministra.Acciones concretas y resultados tempranos de la Policía del AguaDesde su formación, la Policía del Agua ha realizado más de 400 capturas y ha impuesto 881 sanciones relacionadas con delitos ambientales en regiones como Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca y Nariño. Además, han recuperado 43 fuentes hídricas afectadas por actividades ilegales.El impacto positivo de este cuerpo también ha sido reconocido a nivel internacional. La Asociación Internacional de Jefes de Policía otorgó a la Policía Nacional de Colombia el premio mundial al liderazgo en la lucha contra los delitos ambientales, un reconocimiento que será entregado en Boston, Estados Unidos, el próximo martes.Por su parte, el general Salamanca resaltó que la Policía del Agua es la primera de su tipo en el mundo, compuesta por hombres y mujeres altamente capacitados para llevar a cabo operativos de prevención, recuperación de cuerpos de agua y concientización comunitaria. Hasta el momento, más de 8.000 agentes han sido entrenados en técnicas avanzadas para la protección de ríos, lagos, embalses, páramos y humedales. Durante 2024, ya se han logrado importantes avances como la recuperación de 43 fuentes hídricas y la realización de más de 400 capturas por delitos ambientales.Medidas de seguridad y desarrollo en Cali por la COP16Entre tanto, en el centro de Cali se han tomado nuevas medidas para reforzar la seguridad de los turistas durante la COP16. Los vendedores ambulantes recibirán nuevo mobiliario y formarán parte de la "zona verde" del evento, lo que busca dignificar su labor y aumentar sus oportunidades de venta. Melisa Vergara, secretaria de Desarrollo Económico de Cali, afirmó que "estamos dignificando su labor, aumentando su exposición y sus ventas durante la COP, y este mobiliario nos permitirá, después de la COP, ordenar el centro y hacerlo disfrutable para todos los caleños."Jairo Jiménez, un vendedor beneficiado, comentó que estas mejoras permitirán "tener más presencia y más capacidad para atender al visitante de la ciudad, como el que llega del exterior. Esto no se vuelve a ver."En el contexto de estas transformaciones, la zona verde, la zona azul y los principales corredores de la capital contarán con la presencia del Ejército y la Policía, además del uso de nuevas tecnologías, como los halcones de la Policía y los nuevos vehículos tácticos de las fuerzas militares.Con la creación de la Policía del Agua y estas iniciativas en Cali, Colombia reafirma su compromiso con la preservación de sus recursos hídricos y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
Bajo la sombra de los majestuosos Ríos Voladores que parecen colgar del cielo, bañando las montañas y los valles con su humedad infinita, se extiende el último bosque húmedo montano del país, el Bosque Galilea, una joya verde escondida a los pies de la cordillera oriental, que conecta cielo y tierra para nutrir la vida en sus 36 mil hectáreas de vegetación. Desde lo más alto de los árboles hasta las raíces que abrazan la tierra, en cada rincón de este edén la naturaleza se despliega en su forma más pura y ancestral. La comunidad de la miel está ahí para protegerlo.Lo que hace la comunidad de la mielA tan solo dos horas y media a caballo desde Villarica, Tolima, uno de los pocos pueblos que se benefician de la cercanía de este imponente bosque, un grupo de campesinos se ha embarcado en una cruzada para proteger este ecosistema olvidado por muchos. Entre ellos se encuentra David Parra, un joven que, junto a sus compañeros, se ha convertido en guardabosques del Galilea. En sus chalecos verdes llevan un lema que resuena con fuerza: Juntos por la conservación de Galilea.El recorrido hacia el corazón del bosque es desafiante. Las angostas trochas serpentean entre árboles gigantescos y bromelias colgantes, obligando a los caminantes a bajar del caballo en más de una ocasión. Pero para estos guardianes de la naturaleza el esfuerzo vale la pena. Mientras avanzan, David explica cómo, durante décadas, la tala indiscriminada y la caza furtiva hirieron profundamente este ecosistema, casi el 70% del bosque fue talado y muchas especies, como el totumo y varias variedades de canelos, se perdieron casi por completo.Sin embargo, la historia de Galilea ha comenzado a cambiar. Al internarse en lo más profundo del bosque, entre la sombra de robles centenarios y helechos gigantes, se respira un aire de esperanza. David muestra con orgullo el musgo que recubre los árboles, una alfombra esponjosa que retiene la humedad y garantiza la vida en el bosque. Para él, este rincón del planeta no solo es su hogar, sino también un refugio para la biodiversidad. Es el hogar de más de 389 especies de fauna, entre ellas las abejas, las verdaderas protagonistas de esta historia.Las abejas, esenciales para el ecosistemaEn lo más profundo del bosque, estas diminutas criaturas, con apenas 1,5 centímetros de tamaño, se han convertido en aliadas insustituibles para la regeneración del ecosistema. Los campesinos de Galilea, ahora convertidos en apicultores artesanales, han introducido las abejas en este entorno natural, sabiendo que son las únicas capaces de polinizar los árboles que se alzan hasta los 40 metros de altura. El ciclo vital del bosque depende de ellas, sin las abejas, el equilibrio de este paraíso se rompería.Con cuidado y paciencia, los guardabosques han aprendido a extraer miel de las colmenas que, en su mayoría, pertenecen a la especie Apis Mellifera, una abeja africana. El apiario más simbólico de todos se llama El Comino, llamado así por los árboles de esta especie que rodean el lugar, un árbol que en su día estuvo al borde de la extinción, pero que ha renacido gracias a los esfuerzos de los campesinos y las abejas. La miel que se produce en Galilea no solo endulza los paladares, sino que también simboliza una fuente de economía sostenible para los campesinos, quienes rechazan las prácticas comerciales a gran escala, y en su lugar, se enfocan en métodos tradicionales que permiten a las abejas seguir siendo las guardianas del bosque.En medio del zumbido constante de las colmenas, los campesinos han encontrado una conexión profunda con la naturaleza, las abejas les han enseñado sobre cooperación y convivencia y el bosque les ha devuelto el equilibrio que una vez se perdió. David explica cómo la miel que producen tiene un sabor único, impregnado del néctar de los árboles nativos del Galilea, como la Almanegra, que le da a la miel un sabor inconfundible y silvestre.El trabajo de los guardabosques no solo se limita a la protección del bosque y la producción de miel. Durante los últimos tres años han instalado cámaras trampa en diferentes áreas del Galilea para monitorear la fauna. Las abejas, al transportar polen de un lugar a otro, permiten la reproducción de animales en peligro de extinción, como el oso de anteojos y el mono churuco, permitiéndoles encontrar en este bosque su hogar. Con un sentido profundo de respeto por la naturaleza, los guardabosques de Galilea han logrado monitorear y proteger el entorno mediante cámaras trampa que permiten observar cómo la fauna local ha ido recuperando su espacio, lo que para los campesinos es un signo de que sus esfuerzos están dando frutos.El día en Galilea comienza temprano, con el empaquetado cuidadoso de la miel que luego será distribuida en los pueblos vecinos. Los guardabosques sueñan con llevar esta miel silvestre, 100% natural, a la capital. En lo más alto de la montaña, a 1.700 metros de altura, mientras el sol se oculta, la niebla envuelve los árboles y las abejas siguen zumbando en la distancia, la comunidad de la miel se reúne alrededor de una fogata para compartir sus saberes ancestrales. En este ambiente de camaradería, se transmite de generación en generación el conocimiento sobre la apicultura, la protección del bosque y la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.David y su equipo de guardabosques tienen claro su objetivo: seguir cuidando y conservando el bosque para que futuras generaciones puedan disfrutar de este paraíso natural. A pesar de las dificultades, como la falta de acceso y recursos, su compromiso con la tierra que los vio nacer es inquebrantable. Con la miel silvestre de Galilea, no solo se endulzan los días, sino que se construye un futuro más sostenible para todos.
En Colombia, 14,6 millones de personas padecen la inseguridad alimentaria, es decir que no acceden a las tres comidas diarias. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, define la seguridad alimentaria como el acceso de todas las personas a alimentos seguros, nutritivos y suficientes, eso implica que estén disponibles y que obtenerlos sea social y económicamente posible.Esa misma organización señala que la situación en Colombia es moderada o grave.Mercedes Benavides, que está entra los 14,6 millones de personas que padece inseguridad alimentaria en Colombia, cuenta que “si hay para hacer el caldito de papa se hace caldito, y si no se toma una aguapanela con una tostada y hasta las 12, que se hace la librita de arroz; y si hay plátano se hace una tajada, y se ayuda el plato que no quede pelado ahí”.Hace algunos años en su mesa no faltaban las tres comidas diarias. Hoy, a sus 78 años, poder comer siquiera una vez es toda una proeza que su hija le ayuda a lograr porque en su hogar ya “no se come huevo, no se come pescado, no se come pollo, no hay para eso, la plata no alcanza”.¿Qué diferencia hay entre inseguridad alimentaria moderada y grave?Cuando se habla de inseguridad alimentaria moderada se refiere a que las familias tienen un déficit en cantidades pequeñas de comida al día, se come poca proteína o verdura.Más delicada aún es la inseguridad alimentaria grave, que es cuando el plato se ve prácticamente vacío. En el país, 2.663.000 personas están en esa condición.Agustín Zimmermann, representante de la FAO en Colombia, asegura que “no hubo reducción en la inseguridad alimentaria grave, que se mantuvo alrededor del 4,8%”, una situación que “afecta más a los hogares que tienen cabeza de hogar de mujeres y también afecta más a los hogares con mayor vulnerabilidad”.Darío Fajardo, antropólogo docente de la Universidad Externado, dijo que “lo que era la generación de los alimentos básicos la teníamos nosotros, y a partir de la implementación de los tratados de libre comercio comenzamos a perder esas posibilidades”.“De ser un país que se autoabastecía, pasamos a ser un país que hoy tiene básicamente un 40% de importación de alimentos para satisfacer su demanda alimentaria”, añadió.Situación en Colombia por inseguridad alimentariaSegún las cifras oficiales, de 42,9 millones de hectáreas aprovechables, solo se usa el 13%, es decir, unos 5,5 millones de hectáreas.Entre tanto, en el departamento del Meta, calificado como despensa agrícola de Colombia, solo el 22% de su superficie es destinada para agricultura. Y mientras esto pasa, el país importa el 40% de los alimentos que se consumen.Pese a esto, allí se está tejiendo una red de abastecimiento de alimentos que cosecha seguridad alimentaria. Por ejemplo, en la vereda Asomillanito, en cada hectárea, hay un cultivo de guayaba, papaya, mandarina, maracuyá y plátano.Con esta iniciativa de la FAO y Ecopetrol, los mismos campesinos venden lo cosechado a través de sus propias asociaciones de productores de leche, queso, pescado, agricultores de plátano, yuca, papaya y limón, entre otros.Al año, todas estas familias están vendiendo directamente 450 millones de pesos en alimentos. Juan Gabriel Ortiz, líder de desarrollo rural inclusivo en Ecopetrol, sostiene que “la red, desde el 2019 en su primer ciclo vinculó 496 familias, y en este segundo ciclo, que inició el año pasado y esperamos llegar a 2027, tenemos como meta vincular a 3.000 familias de 6 municipios del departamento”.Cultivar, abastecer y saborear lo propio, velando por la seguridad alimentaria de la gente, es el gran reto que tiene Colombia, un país privilegiado y con un 87% de tierras fértiles que no están al servicio de la siembra de alimentos.
Los Farallones de Cali, un paraíso natural que se erige en la cordillera occidental de Colombia, se enfrentan a una de las amenazas más graves en su historia: la minería ilegal. Esta actividad, impulsada por la búsqueda de oro y otros minerales, ha provocado una crisis ambiental y social sin precedentes. En las últimas semanas, la cadena de explosiones que resonaron en las montañas no solo puso de manifiesto la magnitud del problema, sino que también evidenció la lucha incesante de las autoridades por recuperar un territorio que se ha visto devastado por el afán de lucro de unos pocos.>>> Le puede interesar: Contaminación del aire, mayor riesgo ambiental para salud humana: ¿qué estamos respirando?Un operativo de gran envergadura, compuesto por policías y militares, se inició con un ascenso desde el Chalet, en la base del Parque Natural. La travesía, que se extiende por cinco horas, es un desafío físico y mental. Mientras los uniformados avanzan, el desgaste se vuelve evidente, y el aire se torna más frío a medida que ascienden. La belleza natural que rodea el camino contrasta con el sufrimiento que se percibe a medida que la tierra, antes fértil y rica en biodiversidad, se convierte en un paisaje desolador marcado por la acción humana. La presencia de túneles, socavones y trinchera tras trinchera evidencia la intervención destructiva de los mineros ilegales que han tomado posesión de estas montañas.El costo de esta minería descontrolada es alarmanteLas estadísticas revelan que casi mil personas han llegado a los Farallones atraídas por el auge del precio del oro, que se duplicó durante y después de la pandemia. Este fenómeno ha dado lugar a una verdadera invasión de la montaña, donde los mineros operan en condiciones precarias, arriesgando sus vidas y las de quienes habitan la región. Las actividades mineras han contaminado los cuerpos de agua que alimentan a la ciudad de Cali, lo que genera un grave problema de salud pública para sus habitantes. La tala indiscriminada de árboles y el uso de mercurio en el proceso de extracción han sido letales para la fauna y la flora local, alterando irremediablemente el ecosistema.A medida que la expedición avanza, los participantes se encuentran con un campamento minero ilegal que, según se informa, es uno de los más grandes de la zona. Las imágenes grabadas por un agente encubierto de la Policía de Carabineros retratan un entorno caótico y peligroso. La escena es inquietante: ruidos ensordecedores de maquinaria, la presencia de sustancias químicas y el olor fuerte y nauseabundo del mercurio invaden el aire. Casi 200 mineros trabajan de manera incansable, sin equipo de protección ni medidas de seguridad, expuestos a un entorno que representa un riesgo mortal.La situación se torna aún más crítica al reflexionar sobre la historia reciente de estos territorios. Antes, las montañas de los Farallones eran un refugio de biodiversidad, hogar de innumerables especies de flora y fauna. Ahora, los vestigios de esa riqueza natural han sido reemplazados por un paisaje árido y envenenado. La fauna, que alguna vez prosperó en estos ecosistemas, ahora sufre las consecuencias de la contaminación, y los habitantes de la región, muchos de los cuales dependen de estos recursos para su subsistencia, se ven amenazados por la escasez de agua potable y el deterioro de su entorno.Así fue el operativo para erradicar la minería ilegalLa operación de erradicación de la minería ilegal se vuelve cada vez más crucial. Con la llegada de un helicóptero, que trae consigo explosivos, alimentos y agua potable, se pone en marcha un plan que busca desmantelar las instalaciones mineras y devolver la salud a estas montañas. Los ingenieros de la empresa de explosivos se preparan para llevar a cabo una serie de detonaciones que buscan destruir los socavones y frenar la expansión de la minería ilegal. Este esfuerzo no es solo una cuestión de recuperar el control territorial; es un acto de restauración de la vida misma.Las explosiones resuenan en la montaña, resonando como un eco de la lucha entre el bien y el mal, entre la vida y la destrucción. La historia de los Farallones de Cali no es solo un relato de recursos naturales, sino un testimonio de la vida de quienes han quedado atrapados en esta espiral de violencia y explotación. Los relatos de aquellos que han perdido a seres queridos en los socavones o que han visto su hogar amenazado por las incursiones mineras son un recordatorio del impacto humano detrás de esta crisis ambiental.Mientras la operación avanza, las autoridades comienzan a descubrir la red de distribución de mercurio que alimenta la minería ilegal en la región. La detención de una de las distribuidoras clave marca un hito en esta batalla, pero también revela la complejidad del problema. La minería ilegal está intrínsecamente vinculada a dinámicas sociales y económicas que trascienden la simple extracción de recursos. Muchos de los mineros son personas que, empujadas por la pobreza y la falta de oportunidades, han visto en la minería una salida a su situación. Sin embargo, esta solución temporal conlleva un costo enorme para su salud, la seguridad de sus comunidades y el medio ambiente.A medida que las autoridades continúan su lucha contra la minería ilegal, se hace evidente que se trata de una batalla en curso. La situación en los Farallones de Cali subraya la necesidad de una acción coordinada y sostenida para abordar las raíces del problema. La lucha no solo debe centrarse en erradicar la minería ilegal, sino también en ofrecer alternativas viables y sostenibles a las comunidades afectadas. La educación, la creación de empleos y la implementación de políticas públicas que promuevan el desarrollo sostenible son esenciales para romper el ciclo de pobreza y explotación que ha llevado a tantos a buscar fortuna en la minería.La historia de los Farallones de Cali es una lección sobre el costo de la codicia humana y la necesidad urgente de proteger nuestro planeta. La contaminación del agua, la destrucción del medio ambiente y el peligro para la vida humana son desafíos que no pueden ser ignorados. Mientras las autoridades se esfuerzan por recuperar el control de estas montañas, se vuelve imperativo que todos tomemos conciencia de la importancia de preservar nuestro entorno y luchar contra la minería ilegal en todas sus formas. La montaña, que una vez fue un símbolo de vida, debe volver a ser un refugio para las generaciones futuras. La lucha continúa, y el futuro de los Farallones de Cali depende de nuestras decisiones hoy.>>> Le recomendamos leer: Proyectos de energías limpias: más allá de paneles solares o plantas eólicas
El Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá no solo es el principal punto de conexión para millones de viajeros que recorren Colombia y el mundo, sino que también es un ejemplo pionero de sostenibilidad en América Latina.>>> Le puede interesar: La salud del agua dulce: río Magdalena, entre la vida y la muerteSegún cifras oficiales, en 2023 pasaron por sus instalaciones cerca de 40 millones de pasajeros y para finales de 2024 se espera que esa cifra ascienda a 44 millones. A primera vista, los viajeros perciben un aeropuerto moderno, equipado con tecnología de última generación: módulos de autocheck-in, máquinas autónomas para la entrega de equipaje, lectores automáticos de pasabordos y sistemas de control biométrico, entre otros servicios. Sin embargo, detrás de esta operación eficiente, El Dorado lleva a cabo una estrategia de sostenibilidad que no siempre es visible para los usuarios.El Dorado ha tenido un ahorro energético del 50% en iluminaciónMauricio, uno de los responsables de los proyectos ambientales del aeropuerto, explica con detalle el alcance de las iniciativas que han implementado: “Para el año 2025 esperábamos una reducción de la huella de carbono del 58%, pero para 2022 ya habíamos logrado una disminución del 78%”. Esta reducción es el resultado de una serie de medidas, como la modernización del sistema de iluminación. Durante la pandemia, en un contexto de incertidumbre global, El Dorado decidió transformar toda la iluminación de las áreas concesionadas, reemplazando más de 25,000 luminarias por nuevas unidades de alta especificación. El resultado fue un ahorro energético del 50% en iluminación, lo que se traduce en una reducción del 25% del consumo total de energía en estas áreasAdemás, el aeropuerto ha optimizado el uso de otras infraestructuras. Mauricio explica que han implementado sistemas inteligentes para que equipos como rampas y ascensores operen solo cuando es necesario. “El Dorado es una operación 24/7, pero no necesitamos que todos los equipos consuman energía constantemente. Hemos diseñado un sistema que asegura que se utilicen únicamente cuando se requiere, lo que nos permite optimizar el consumo en todo momento”.Pero la sostenibilidad del aeropuerto no se detiene en la energía. El Dorado cuenta con su propia Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), una infraestructura que procesa el agua que circula en sus 1,000 hectáreas. Jenny, una de las ingenieras encargadas de la planta, detalla su funcionamiento: “Tratamos aproximadamente 90.700 metros cúbicos de agua cada mes, lo que equivale a unas 36 piscinas olímpicas. El agua que tratamos aquí proviene de todos los servicios del aeropuerto, desde los baños hasta las cocinas de los restaurantes, y luego la devolvemos en buenas condiciones al río Bogotá”. Esta planta es un ejemplo claro del compromiso de El Dorado por reducir el impacto ambiental y gestionar de manera eficiente los recursos hídricos.Aprovechan el agua lluvia en El DoradoUna de las iniciativas más destacadas en el ámbito de la sostenibilidad es la recolección y aprovechamiento del agua lluvia. Alejandro, encargado de esta área, explica que el aeropuerto ha implementado un sistema de ecomuros para captar el agua de lluvia que cae sobre las cubiertas. “Recogemos esta agua para diversas actividades, principalmente la limpieza de áreas comunes. Son más de 800 metros cuadrados que mantenemos limpios utilizando únicamente agua de lluvia”. Esta medida, además de reducir el consumo de agua potable, permite reutilizar un recurso vital en una infraestructura de estas dimensiones.>>> Le recomendamos leer: La historia de la conexión desconocida entre los ecosistemas colombianos y la AntártidaEl manejo de residuos es otro de los pilares de la estrategia ambiental del aeropuerto. El Dorado ha desarrollado un sistema de clasificación de residuos que involucra no solo a su personal, sino también a los pasajeros. Puntos ecológicos inteligentes, equipados con escáneres de código de barras, permiten a los viajeros identificar rápidamente dónde deben depositar sus desechos. Alejandro describe cómo este sistema ha mejorado la gestión de residuos: “Casi el 80% de los desechos que recibimos aquí, provenientes de la operación del aeropuerto, como restaurantes, locales comerciales, baños y aviones, se aprovechan. De esos, casi el 50% son residuos orgánicos, que transformamos en abono”. Este proceso ha sido tan exitoso que delegaciones de países como Chile, Ecuador y Perú han visitado El Dorado para aprender sobre sus prácticas de economía circular.En la “zona cero” del proceso de clasificación, Krisbel Sierra, una operadora de 23 años, es una de las encargadas de gestionar los residuos. Para ella, lo que al principio parecía una tarea incómoda se ha convertido en una labor que la llena de orgullo. “Cuando llegué pensé: ‘Uy, meter la mano en la basura, qué feo’, pero luego me di cuenta de que en realidad es chévere. Es chévere porque, de alguna manera, estamos salvando el planeta”, comenta Krisbel, quien trabaja en lo que llaman “el corazón del proceso”, donde cada mes llegan más de 450 toneladas de residuos para ser clasificados.El compromiso de El Dorado con la sostenibilidad también incluye el uso de materiales reciclados en la construcción de sus infraestructuras. En los últimos años, el aeropuerto ha comenzado a utilizar pavimentos sostenibles fabricados con plástico reciclado en sus plataformas y vías. Jenny, encargada de este proyecto, detalla: “Hasta ahora hemos instalado estos pavimentos en 15 metros cuadrados de plataformas y vías de la calle 26. Lo que buscamos es que todas las intervenciones que realicemos en el futuro utilicen este tipo de pavimentos sostenibles, que no solo nos ayudan a reducir los residuos plásticos, sino que también hacen nuestras construcciones más amigables con el medio ambiente”.Gracias a estas iniciativas, El Dorado ha obtenido la certificación LEED Zero Energy, un reconocimiento internacional por su compromiso con la sostenibilidad energética. “No es solo que ahorremos energía”, explica Mauricio, “sino que certificamos que la energía que consumimos proviene de fuentes renovables. Eso es lo que nos convierte en un aeropuerto LEED Zero”.Este enfoque en la sostenibilidad no ha pasado desapercibido. En 2024, por sexta vez y por tercer año consecutivo, El Dorado fue elegido el mejor aeropuerto de Suramérica, según la auditoría Skytrax, que evalúa más de 550 terminales aéreas en todo el mundo basándose en encuestas a pasajeros. Este reconocimiento no solo destaca la experiencia de los viajeros, sino también el compromiso del aeropuerto con el medio ambiente. Como concluye Mauricio: “Lo que queremos es que cada persona que visite El Dorado se identifique con este lugar, que sienta orgullo de que esta infraestructura, a pesar de ser parte de una operación tan grande y compleja, sea también un modelo de sostenibilidad”.El Dorado, una miniciudad dentro de Bogotá, sigue apostando por un futuro más verde, demostrando que el cuidado del planeta no es solo un ideal, sino una realidad en la que todos podemos contribuir.>>> Lea, además: La labor titánica para proteger la muy clave barrera coralina de San Andrés
A lo largo de los 1.528 kilómetros del río Magdalena, un equipo de Noticias Caracol en vivo encontró la vida, pero también los peligrosos lunares que lo tienen en riesgo.>>> Le puede interesar: Contaminación del aire, mayor riesgo ambiental para salud humana: ¿qué estamos respirando?Germán Ferro Medina, director y curador del Museo del río Magdalena, explicó que “hay que recordar que el río es andino y caribeño al mismo tiempo”. Por este viaja la cultura, traducida en bambucos, pasillos, cumbias y tamboras; pero también, por allí viaja la muerte, la violencia, el descuido y la contaminación.“El río es un viaje por la diversidad biológica, cultural y social de Colombia. Es un panorama muy interesante que nos permite ver sus diferencias, su diversidad, sus maneras de ser distintas, que nos obliga a un ejercicio de respeto sobre ese río múltiple, que no tiene una identidad, sino muchas”, manifestó Ferro.Los claros y oscuros del río MagdalenaGermán Ferro subrayó que “si (el río Magdalena) nace a 3.685 metros de altura, pues él va generando a medida que fluye, va buscando el mar y su desembocadura, diversos ecosistemas, múltiples alturas y, por lo tanto, recursos, vegetación, clima, vientos, grupos humanos, actividades. Todo va cambiando y esa es, tal vez, la palabra interesante. Es un río siempre cambiante, siempre se va modificando”.Está es la historia de su afluente, de sus aguas vivas, pero, también, de sus matices, de la contaminación y el cambio climático.El equipo periodístico de Noticias Caracol se dio a la tarea de recorrerlo de la mano de la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena. Desde el Páramo de Las Papas hasta Bocas de Ceniza, sus tres cuencas, sus 1.528 kilómetros de los cuales 900 son navegables. También aprovecharon para oír a su gente, a su pueblo, escuchar a Colombia en el río.La travesía por el río MagdalenaPara lograr la conexión entre el ser humano y el río, el cabildo Inga Nuna Rumi en San Agustín, Huila, celebra un ritual de entrega a la madre naturaleza, a las aguas de sus nuevos protectores: los niños.Carlos Jamioy, autoridad del cabildo, explicó que “la conexión empieza cuando tú bebes agua del río porque aquí, en esta parte alta, el agua es pura, no está contaminada, entonces esa es la conexión que hay. La conexión es cuando yo vengo al río para conectar mis energías positivas porque el río también contiene energía”El río es una inmensidad en el espacio y en el tiempo: larguísimos años de ocupación en el río, más de 15 mil años.El río tiene la presencia de grupos muy antiguos, que son los que van a desarrollar lo que conocemos como la estatuaria de San Agustín, que tiene declaratoria de patrimonio mundial. El río se llama río Grande, La Magdalena. Lo nombraron así los conquistadores hispánicos que se encuentran con el río. El río ya lleva miles de años de ocupación, pero allí hay un cambio marcante: antes se llamaba el río de Las Tumbas.José Elías Jamioy, exatoridad del cabildo Inga Nuna, indicó que “nosotros conocemos de los ríos de poder, de esos ríos que dan vida, que protegen, que nos dan esa luz de esperanza para poder pasar un trago de agua, para seguir viviendo, para seguir alimentándonos”.Equipo de Noticias Caracol practicó ritual para cruzarloCon el fin de indagar más sobre el río Magdalena, el equipo periodístico de Noticias Caracol participó en el ritual para que se les permitiera cruzar, navegar y conocer el cuerpo de agua.Jamioy manifestó que “el agua nos une y, ojalá, hoy que el ritual que hicimos, que este mensaje, que estas hojas que que tiramos aquí en las aguas, lleguen con ese mensaje a cada uno de los pueblos que habitan”.¿Quiere conocer cómo fue el recorrido por el río Magdalena? Vea el informe completo en el video que aparece al inicio de este artículo.>>> Le recomendamos leer: Proyectos de energías limpias: más allá de paneles solares o plantas eólicas
La Antártida, ese continente inhóspito y enigmático, se alza como una biblioteca natural donde los secretos más antiguos del planeta permanecen congelados en sus profundidades. Lo que parece ser una vasta extensión de hielo y vacío es, en realidad, el testimonio de millones de años de historia terrestre.>>> Le invitamos a leer: Contaminación del aire, mayor riesgo ambiental para salud humana: ¿qué estamos respirando?Así lo afirma el capitán de navío Juan Camilo Forero, director de la Comisión Colombiana del Océano: "Es una biblioteca natural. Tiene los registros de toda la historia del planeta desde que era cálida, cubierta de bosque, con especies mayores por los terrenos inhóspitos en donde hoy tenemos temperaturas extremas bajo cero. Parecería algo ilógico e irrealizable, pero realmente los registros están ahí, en el agua, en el hielo, en el terreno propiamente que está en estudio permanente por los investigadores de todos los países que en este momento hacen presencia en la Antártida".¿Cuánto mide la Antártida?Con 14 millones de kilómetros cuadrados, más de diez veces el tamaño de Colombia, el continente blanco es el territorio más vasto y aislado del planeta. Apenas un 1% de su superficie está libre de hielo, lo que lo convierte en el lugar más frío, seco y ventoso de la Tierra. Sin embargo, también alberga la mayor reserva de agua dulce del mundo, en forma de glaciares milenarios que contienen el 90% del agua potable del planeta. El calentamiento global está generando efectos devastadores en esta región. "El deshielo de todo ese volumen de agua atrapado en los polos indica un riesgo inminente de elevación del nivel del mar", advierte el capitán Forero.La Antártida no solo es un regulador climático, sino que también desempeña un papel crucial en la biodiversidad marina global. Lorenzo Portillo, oceanógrafo e investigador de Invemar, resalta su importancia: "La Antártida se encarga de aportarle al clima global, regulando las temperaturas. Y la corriente de Humboldt, que desciende por Chile y Perú, incluso en algunos momentos llega hasta Colombia. Esta corriente es muy rica en nutrientes, se alimenta de parte de la corriente circumpolar antártica. Tenemos aportes de oxígeno, nutrientes y propiedades físicas y químicas que ayudan a la salud de los océanos".¿Cuál es la conexión entre la Antártida y Colombia?Esa conexión entre la Antártida y los ecosistemas colombianos es vital para la investigación. Colombia, con su programa antártico, ha estado presente en estas investigaciones, buscando respuestas a problemas globales. Forero enfatiza: "Colombia está en la Antártida haciendo ciencia, no solo por la Antártida, sino por nosotros los colombianos. La biodiversidad de nuestro país está estrechamente conectada con los fenómenos geofísicos, atmosféricos y oceánicos que suceden en Antártida. Por eso Colombia quiere ser parte de ese grupo de países que buscan soluciones y alianzas para enfrentar los impactos globales".En enero de 2024, la décima expedición colombiana al continente blanco zarpó desde Buenaventura, pasando por Ecuador, Perú y Chile, hasta llegar a las heladas aguas de la Antártida. Pablo Araujo, investigador de la Universidad Central del Ecuador, se asombra de la biodiversidad que habita estas aguas: "Cuando ves el continente blanco, caminas sobre piedras, agua y hielo. Pero en cuanto pones un pie en el agua, encuentras una cantidad de vida increíble: algas, focas, pingüinos, ballenas, orcas, delfines, aves. La cantidad de vida que hay en la Antártida es lo que más me llama la atención".Las ballenas jorobadas, por ejemplo, son una de las principales embajadoras de las aguas antárticas. Andrea Bonilla, investigadora de la Universidad de Cornell, ha sido testigo de cómo estas gigantes marinas recorren enormes distancias en busca de alimento: "Viajan a alimentarse. Aquí, en la Antártida, se concentran en capturar los nutrientes que necesitan antes de migrar hacia zonas más cálidas como Perú, Ecuador, Panamá y Colombia, donde se reproducen. Lo que hacen aquí es vital para su ciclo de vida, y demuestra la conexión entre estas dos regiones tan distantes".Contaminación en la AntártidaLa Antártida, a pesar de su aislamiento, no está libre de los problemas que aquejan al resto del planeta. Las investigaciones sobre la contaminación por microplásticos y mercurio son cruciales. Paulo Tigreros, investigador de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, explica la gravedad del problema: "El microplástico se produce cuando los plásticos se degradan en pequeñas partículas que afectan los procesos biológicos de los organismos. Estos plásticos no son de nuestra generación; son de generaciones pasadas, hace 100 o 500 años. Al afectar a los organismos, estamos afectando todo el ecosistema".El mercurio, por otro lado, es un contaminante que ingresa en los océanos desde la atmósfera, producto de la actividad minera. "El mercurio se precipita al océano, es absorbido por pequeños organismos y, eventualmente, se acumula en los depredadores más grandes, como las ballenas jorobadas. Estos animales actúan como indicadores de la salud de los océanos", señala Diego Mójica, investigador de la Fundación Malpelo.¿Cómo afecta el cambio climático a la Antártida?Además del impacto humano, la Antártida también es testigo del cambio climático en su forma más cruda. Miguel Ángel de Pablo, geólogo antártico de la Base Juan Carlos I de España, reflexiona sobre cómo la atmósfera está afectando al continente: "El aumento de la temperatura está descongelando el hielo subterráneo de manera pausada, pero constante. Este fenómeno es un reflejo de cómo nuestras sociedades consumen recursos de manera insostenible. Tenemos que replantearnos qué podemos hacer como sociedad a largo plazo".Las investigaciones científicas en la Antártida no son solo un ejercicio académico. Están en el corazón de los esfuerzos globales por comprender y mitigar los efectos del cambio climático, que no solo afectan a los polos, sino también a regiones tan distantes como Colombia. Como afirma el suboficial Edward Echavarría, investigador de la Dirección General Marítima: "Con el proyecto de oceanografía, buscamos caracterizar los parámetros más importantes en la columna de agua, como el oxígeno, y cómo estos cambios afectan los ecosistemas globales".El futuro de la Antártida, y con ella el del planeta, depende de lo que los científicos descubran en estas gélidas tierras. La expedición colombiana sigue su curso, navegando en busca de respuestas, mientras los ecosistemas del mundo aguardan las consecuencias de lo que ocurra en el continente blanco.>>> Le puede interesar: Proyectos de energías limpias: más allá de paneles solares o plantas eólicas
Junior afrontará este martes el partido de vuelta de la final de la Liga BetPlay II-2025 con una ventaja contundente tras el 3-0 conseguido en la ida frente al Deportes Tolima. Sin embargo, el técnico uruguayo Alfredo Arias dejó claro que el marcador no condicionará el planteamiento de su equipo y que la serie sigue completamente abierta. Desde Ibagué, el entrenador analizó el duelo con mesura y respeto por el rival.“He pensado todos estos días en tratar de limitar a un rival como Tolima, que es un muy buen equipo. Allá, en Barranquilla, pensé que iba perdiendo; no se desesperaron, no recurrieron al pelotazo y siguieron tocando la pelota. Hay que cuidarse de ellos”, afirmó Arias, destacando el estilo y la personalidad del conjunto pijao, incluso cuando estuvo en desventaja en el primer partido.El DT del Junior también resaltó la regularidad de Tolima en el fútbol colombiano, más allá de los nombres en el banco técnico. “Tolima tiene un proceso desde que llegué a Colombia: siempre está en las instancias finales con diferentes cuerpos técnicos. Pese a todo eso, vamos a tratar de encontrar sus debilidades y limitar las fortalezas que tienen”, explicó, subrayando que el análisis será clave para sostener la ventaja.Arias fue enfático en señalar que el partido de vuelta se jugará como si la serie estuviera igualada. “Es otro partido, se inicia de cero a cero y así lo vamos a plantear nosotros. Yo no quiero que pensemos que defendemos tres goles, sino que podemos ir por uno o dos más, porque estamos capacitados para eso”, señaló, dejando clara la intención ofensiva del equipo barranquillero.El técnico también se refirió al aspecto mental y anímico, especialmente por el contexto del estadio Manuel Murillo Toro. “Vamos a salir con ilusión y actitud; lo fundamental es eso. Sabemos lo que hicimos en Barranquilla y Tolima querrá hacerlo acá, con su gente, en Ibagué. Trataremos de hacer lo mismo. Confío mucho en mis jugadores”, aseguró.Sobre los nombres propios, Arias valoró el aporte de José Enamorado y Teófilo Gutiérrez, pero insistió en el funcionamiento colectivo. “José Enamorado y Teófilo Gutiérrez son dos jugadores muy importantes que aportan demasiado, pero en este juego de conjunto no se puede jugar solo. No puede ser que un jugador entre cinco minutos, haga un gol y sea la figura del partido. Sin duda son dos excelentes jugadores, pero fue el equipo el que funcionó”, afirmó.Finalmente, el entrenador expresó su satisfacción por el momento que vive el club y dejó una frase que refleja su conexión con la hinchada. “Estoy muy feliz y orgulloso del momento en el que está Junior. Mi jugador es la gente”. No obstante, cerró con una advertencia clara: “Es un partido que no es fácil de jugar, porque pocas veces se está ganando 3-0 arriba. Es un encuentro peligroso y debemos mantener la actitud que hemos mostrado a lo largo del campeonato, con mucho esfuerzo y humildad”.
Usuarios en redes sociales registraron un incendio en la noche de este lunes 15 de diciembre en el centro comercial San Rafael, ubicado en la calle 134 con carrera 55, en el norte de Bogotá. De acuerdo con el reporte oficial del Cuerpo de Bomberos de Bogotá, la emergencia afectó a cuatro establecimientos de comida situados cerca de la zona de parqueaderos.En la atención del incidente participaron unidades de las estaciones Ferias, Caobos Salazar y Central, con apoyo de los Equipos Técnicos de Rescate y del Sistema de Aeronaves No Tripuladas (SART). Las autoridades confirmaron que el fuego fue controlado y que no se reportaron personas lesionadas. Como medida preventiva, las personas que se encontraban en el centro comercial fueron evacuadas mientras continúan las labores de verificación y control de la situación.Noticia en desarrollo
Pantone es un sistema de identificación cromática que proporciona un lenguaje universal del color. A través de códigos numéricos y guías físicas, como las conocidas "Cartas Pantone", permite que diseñadores, marcas y fabricantes de sectores como el diseño gráfico, la moda, la arquitectura y la industria textil identifiquen y reproduzcan colores con precisión y coherencia en distintos soportes y materiales. Cada año, el Pantone Color Institute selecciona un tono que, según sus análisis, refleja tendencias sociales, culturales y de consumo a nivel global.(Síganos en Google Discover y conéctese con las noticias más importantes de Colombia y el mundo)Para 2026, la institución anunció como Color del Año el Pantone 11-4201 Cloud Dancer, una tonalidad blanca de apariencia suave y equilibrada. De acuerdo con Pantone, esta elección responde a un contexto marcado por la necesidad de claridad visual, funcionalidad y simplificación en los entornos cotidianos, tanto físicos como digitales.El color Cloud Dancer se diferencia de los blancos tradicionales por su matiz ligeramente cálido, diseñado para evitar una percepción fría o estéril. Según el Pantone Color Institute, se trata de un “color estructural clave cuya versatilidad proporciona un marco para el espectro cromático, permitiendo que todos los colores brillen”. Además, está pensado para funcionar como una base visual capaz de integrarse con facilidad en diferentes aplicaciones sin imponerse.En términos de diseño, este blanco busca ofrecer estabilidad cromática y servir como punto de partida para paletas más amplias. Pantone explica que Cloud Dancer actúa como un marco que permite resaltar otros colores, favoreciendo la armonía visual y el equilibrio en composiciones complejas.Uno de los aspectos más destacados del Pantone Color of the Year 2026 es su adaptabilidad. En el diseño gráfico y digital, Cloud Dancer puede emplearse como fondo principal, facilitando la legibilidad y reduciendo la saturación visual, un aspecto cada vez más relevante en plataformas digitales.En el sector de la moda, esta tonalidad se asocia con prendas funcionales y atemporales. Su neutralidad permite que sea utilizada tanto en colecciones minimalistas como en propuestas más experimentales, sirviendo como base para contrastes con colores intensos o combinaciones con tonos pastel y naturales.En arquitectura e interiorismo, se presenta como una opción para ampliar visualmente los espacios y potenciar la iluminación natural. Pantone señala que este color puede contribuir a crear ambientes ordenados y coherentes, especialmente en espacios residenciales, oficinas y entornos comerciales donde se busca una estética limpia y versátil.Paletas y combinaciones cromáticasPantone ha desarrollado varias paletas complementarias en torno a su color del año. Entre ellas se encuentran combinaciones con tonos pastel suaves, que generan transiciones discretas y uniformes, así como paletas basadas en contrastes de luz y sombra, donde el blanco se integra con grises y tonos más profundos.Paleta en tonos pastel:11-0515 Lemon Icing13-4108 Nimbus Cloud11-1400 Raindrops on Roses11-4201 Cloud Dancer13-4306 Ice Melt12-1107 Peach Dust13-6006 Almost Aqua13-3802 Orchid TintePaleta de luz y sombra:11-4201 Cloud Dancer12-6000 Veiled Vista14-4320 Baltic Sea13-0624 Golden Mist16-3610 Quiet Violet16-1523 Cloud Cover17-5800 Hematite18-4218 Blue FusionEstas propuestas permiten que Cloud Dancer funcione tanto como color principal como secundario, adaptándose a distintas necesidades creativas. Su carácter neutro facilita la coherencia visual en proyectos que requieren flexibilidad en el color a largo plazo.Aunque Pantone evita atribuir un único significado al Color del Año, la elección de Cloud Dancer se vincula a tendencias actuales como la búsqueda de simplicidad, orden visual y reducción de estímulos. En un contexto marcado por la sobrecarga de información, los colores neutros y funcionales han ganado protagonismo en distintos sectores del diseño y el consumo.Desde el Pantone Color Institute señalan que este blanco responde a una etapa de transición, en la que se replantean hábitos, espacios y formas de comunicación visual. No obstante, la elección también ha generado reacciones divididas. Algunas personas han expresado su inconformidad al considerar que se trata de un color “sencillo y sin gracia”. “Es como decir: este año no tenemos color del año”, escribió un usuario en redes sociales.Por otro lado, hay quienes defienden la decisión de la organización. “Al leer los comentarios, ¡me doy cuenta de lo acertada que fue la elección del blanco! Realmente necesitamos calma y paz en nuestros corazones. Es increíble cómo la elección de un color puede generar tantos comentarios enojados y exagerados. Felicidades, Pantone le dio la píldora perfecta para justificar la elección y enfatizar la falta de control", comentó otro usuario.El Pantone Color of the Year no solo influye en el diseño, sino también en estrategias de marca, desarrollo de productos y comunicación visual. Este nuevo color del año, por su neutralidad y facilidad de aplicación, se perfila como un color que puede mantenerse vigente más allá de 2026, especialmente en contextos donde la funcionalidad y la claridad visual son prioritarias.Colores del año en ediciones anteriores:2025: 17-1230 TCX Mocha Mousse2024: 13-1023 TCX Peach Fuzz2023: 18-1750 TCX Viva Magenta2022: 17-3938 TCX Very Peri2021: 13-0647 TCX IlluminatingHEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRANNOTICIAS CARACOL
Independiente Medellín afronta una nueva final del fútbol colombiano con la ilusión intacta y la convicción de que el trabajo previo puede marcar la diferencia. En la antesala del partido de vuelta de la Copa BetPlay 2025 ante Atlético Nacional, Alejandro Restrepo analizó el momento del equipo, la exigencia del clásico y la importancia del componente mental en una serie que ha tenido múltiples capítulos a lo largo del año.“Es un privilegio estar en una nueva final. Lo dejé claro en la rueda de prensa anterior: es un partido definitivo como club. Estamos muy contentos, muy felices”, señaló Restrepo, quien destacó el valor institucional que tiene disputar una definición ante el rival de patio y la responsabilidad que implica competir por un título.El estratega explicó cómo ha sido la preparación del equipo para este compromiso decisivo, haciendo énfasis en el manejo de cargas y el análisis detallado del juego anterior. “Tener el tiempo suficiente para optimizar esos detalles, sin querer cargar a los jugadores en la parte física, es clave. En el análisis de video y en entender cómo el jugador vivió el partido anterior está una parte importante del trabajo. Estamos enfocados en esas pequeñas cosas que pueden ser determinantes y esperamos estar acertados en la toma de decisiones en la previa”, afirmó.Restrepo fue claro al advertir que, pese a los antecedentes recientes, cada clásico tiene su propia historia. “Nunca hay un partido igual a otro; los contextos son diferentes. Es una final por la copa, un título muy importante que la gente está esperando y es la forma de cerrar un año en el cual hemos sido constantes”, explicó.El duelo de este miércoles será el octavo enfrentamiento entre Medellín y Nacional en la temporada, una cifra poco habitual en el fútbol profesional. Para Restrepo, ese conocimiento mutuo no garantiza nada. “No es normal que en ninguna liga dos equipos se enfrenten tantas veces. Hay un conocimiento de lado y lado, pero los siete partidos anteriores fueron distintos, con aprendizajes para cada uno. Todo eso tiene que ver con la parte mental, que es un porcentaje muy alto, porque de ahí nace la seguridad para ejecutar el plan, con balón y sin balón”, analizó.Finalmente, resaltó el valor emocional de disputar este tipo de encuentros y la ambición de conquistar el título. “Es un privilegio sentir esa presión, la presión de lo bonito. Este deporte no sería igual sin esa rivalidad. Sabemos lo que es jugar finales y no creo que solo se jueguen: para ganarlas hay que tener un plan y saber ejecutarlo. Ojalá el fútbol, la unión y el liderazgo le permitan a Independiente Medellín gritar campeón”, concluyó.
El Volcán Puracé, parte de la cadena volcánica Los Coconucos, continúa mostrando un nivel de actividad elevado, lo que obliga al Servicio Geológico Colombiano (SGC), entidad adscrita al Ministerio de Minas y Energía, a mantener la alerta en nivel Naranja. Este estado, que indica "cambios importantes en los parámetros monitoreados", exige la máxima vigilancia por parte de las autoridades y la población.(Síganos en Google Discover y conéctese con las noticias de Colombia y el mundo)Durante los últimos días, el SGC ha documentado una serie de eventos que confirman la dinámica interna del volcán. El informe más reciente, emitido este lunes 15 de diciembre, detalla la persistencia de columnas de gases y ceniza que han alcanzado hasta 800 metros de altura sobre la cima del Puracé. Esta cifra es ligeramente superior a los 700 metros registrados el día anterior.La emisión de estos materiales se produce de forma intermitente, pero sostenida. El 14 de diciembre se registraron diez episodios de expulsión de ceniza, mientras que el 15 de diciembre se contaron cuatro. Estas señales fueron lo suficientemente relevantes como para generar alertas específicas dirigidas a la Aeronáutica Civil.La caída de ceniza y dispersión de gasesUno de los principales impactos de esta actividad ha sido el registro de caída de ceniza en áreas cercanas y el SGC confirmó la recepción de reportes de este material en las veredas de Cristales, ubicada al noroccidente, y Chiliglo, situada al occidente del volcán Puracé.Debido a la dirección predominante de los vientos, tanto la ceniza como los gases se dispersan hacia el noroccidente. El monitoreo satelital ha sido crucial para detectar la presencia de importantes concentraciones de Dióxido de Azufre (SO2) en la atmósfera, un gas volcánico clave. Este gas se ha dispersado en un radio de hasta 150 km respecto al volcán, adicionalmente, se siguen detectando temperaturas elevadas en la zona del cráter, un indicio de la emisión continua de gases calientes desde el interior del volcán.La actividad superficial está estrechamente ligada a la dinámica que ocurre bajo tierra. Los informes geológicos confirman que se mantiene la ocurrencia de sismos asociados al movimiento de fluidos. Esta sismicidad se localiza, en su mayoría, directamente bajo el cráter y a una profundidad menor de 1 kilómetro. Además de los movimientos de fluidos, se han registrado señales sísmicas de baja magnitud vinculadas al fracturamiento de roca, localizadas en un radio de menos de 1 o 2 kilómetros alrededor del cráter y a profundidades menores a 2 kilómetros. Todos estos parámetros son evaluados constantemente por el SGC para entender la evolución del fenómeno.Recomendaciones al mantener la alerta naranjaEs fundamental que la comunidad comprenda que, mientras se mantenga la alerta naranja, es posible que la actividad del volcán muestre fluctuaciones temporales. Es decir, el nivel de actividad podría disminuir por momentos en comparación con días o semanas anteriores; sin embargo, esta disminución no garantiza ni implica un retorno a la estabilidad.Para que el volcán regrese al estado de alerta amarilla, es necesario un periodo prolongado de evaluación donde se analicen todos los parámetros para determinar tendencias claras de estabilización. Por ello, las autoridades, incluido el SGC y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), insisten en la importancia de no acercarse al cráter ni a sus inmediaciones, adicionalmente se solicita que la población debe seguir rigurosamente las instrucciones de las autoridades locales y departamentales, y consultar únicamente la información proporcionada a través de los canales oficiales mientras se normaliza la cituación. Por lo que el monitoreo del fenómeno volcánico se mantiene de manera ininterrumpida.ANDRÉS FELIPE ADAMES RESTREPONOTICIAS CARACOL