
El municipio de Cajicá, en Cundinamarca, se encuentra sumido en una profunda incertidumbre y angustia, mientras las autoridades intensifican sin tregua las labores de búsqueda de Valeria Afanador, una niña de 10 años que desapareció de su colegio hace ya seis días. La comunidad y los diversos organismos de socorro no han parado un solo minuto en sus esfuerzos, explorando cada rincón con la esperanza inquebrantable de dar pronto con su paradero.
Este domingo 17 de agosto, las autoridades, operando desde un puesto de mando unificado, han desmentido rotundamente una preocupante teoría que circulaba en redes sociales. Los rumores aseguraban que la familia de Valeria, sus padres, estaban recibiendo supuestas llamadas extorsivas de personas que afirmaban tener a la niña en su poder y exigían dinero para su devolución.
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La Secretaría de Seguridad de Cajicá aseguró que esta información es completamente falsa, buscando así mitigar la desinformación en medio de esta crisis que tiene en vilo a toda la población.
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Luisa Cárdenas, madre de Valeria, le dijo a Noticias Caracol que no han parado un solo minuto en la búsqueda de su hija en el agua, en la tierra, donde sea. “Llega el día en que empieza más angustia por no tener una pista, una señal o una respuesta. Seguimos con la fe intacta”, añadió.
Nueva estrategia en la búsqueda de Valeria Afanador
Este domingo, las labores de búsqueda se han intensificado significativamente, concentrándose en el área del río Frío, un punto crucial en la investigación. Hombres y mujeres de diversos organismos de socorro, incluyendo la Defensa Civil, bomberos, la Cruz Roja y la Policía, han estado recorriendo minuciosamente no solo el afluente, sino también sus laderas y orillas.
Paralelamente a las operaciones en campo, los investigadores de la Fiscalía trabajan incansablemente para reconstruir paso a paso el último día en que Valeria fue vista. Analizan meticulosamente videos de seguridad, cruzan testimonios de vecinos y se aferran a cualquier detalle, por mínimo que sea, que les permita rastrear su camino.
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Wilson Halaby, secretario de seguridad de Cajicá, manifestó que ahora la estrategia se concentra en buscar río arriba. “Se encuentran unidades de gestión del riesgo y de Policía judicial están realizando labores de vecindario, visitando casa a casa. Se han logrado obtener algunas informaciones, esperando que pronto estén arrojando resultados”, añadió.
La desaparición de Valeria ha unido a Cajicá en un clamor colectivo por su regreso a casa. En medio del silencio y la incertidumbre, la comunidad se refugia en la esperanza; cada vela encendida se convierte en una plegaria para que la niña regrese a su hogar.
El rostro de Valeria es visible en cientos de afiches pegados en postes, ventanas y carros por todo el municipio, una imagen que representa la ansiedad de una comunidad que ansía su pronto retorno. Las autoridades han recordado, además, que existe una recompensa de 50 millones de pesos para la persona que proporcione información que permita dar con el paradero.
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