El ingenio de los pícaros parece no tener límite, así como tampoco la ingenuidad de sus víctimas. Prometen hasta toallas higiénicas que curan enfermedades.
Según la Fiscalía, Jorge Iván Díaz hacía parte de la cuestionada empresa que era propiedad de su expareja sentimental y que estafó a más de 340 personas.
Tiene orden de captura por presunto testaferrato y enriquecimiento ilícito tras un negocio de su exesposa, acusada de engaño a personas de la tercera edad.