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Gabo

  • “No me atreví a confesar que con La hojarasca me estaba sucediendo lo mismo que con La casa: empezaba a interesarme más la técnica que el tema”

    En este apasionante relato, Gabo ofrece la memoria de sus años de infancia y juventud, aquellos que con el tiempo, daría lugar a algunos de los relatos y novelas fundamentales de la literatura en lengua española del siglo XX.

  • “Mientras se mueva algo, puede saberse que el tiempo ha transcurrido. Antes no”

    La hojarasca es la historia del entierro de un hombre que acababa de suicidarse, un médico misterioso y odiado, al que sus vecinos quieren dejar insepulto.

  • “Ay, mi sabio triste, te desapareces veinte años y sólo vuelves para pedir imposibles”, les respondió a su querido viejo al recibir una llamada suya

    Un viejo periodista decide festejar sus noventa años a lo grande, dándose un regalo que le hará sentir que todavía está vivo: una jovencita virgen, y con ella «el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoría de los mortales están muertos».

  • “Es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales”

    Un viejo periodista decide festejar sus noventa años a lo grande, dándose un regalo que le hará sentir que todavía está vivo: una jovencita virgen, y con ella «el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoría de los mortales están muertos».

  • “Me quedaré en tu sueño hasta la muerte”

    En La mala hora, Gabriel García Márquez construye un inolvidable apólogo sobre la violencia colectiva. Al pueblo ha llegado ‘la mala hora’ de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido pacificada después de tanta guerra civil.

  • “Soy dueña de la mitad de esta cama”, dijo, “y vengo por ella”

    El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la noticia.

  • “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”

    El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la noticia.

  • “La vergüenza tiene mala memoria”

    En La mala hora, Gabriel García Márquez construye un inolvidable apólogo sobre la violencia colectiva. Al pueblo ha llegado ‘la mala hora’ de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido pacificada después de tanta guerra civil.

  • “Lo que pasa es que en este país no hay una sola fortuna que no tenga a la espalda un burro muerto”

    En La mala hora, Gabriel García Márquez construye un inolvidable apólogo sobre la violencia colectiva. Al pueblo ha llegado ‘la mala hora’ de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido pacificada después de tanta guerra civil.

  • “Si es necesario que yo muera para que se queden aquí, me muero”, replicó a José Arcadio.

    «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.» Con estas palabras empieza una novela ya legendaria en los canales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo.