Un habitante de la capital del Quindío denunció que algunos se han desmayado en las largas filas, algunas veces bajo el sol y el agua. La Alcaldía explicó lo sucedido. Imágenes grabadas con un teléfono móvil reflejan el drama de al menos 8 mil adultos mayores que tienen que soportar las filas y las inclemencias del clima para reclamar un subsidio mensual de 75 mil pesos. Son tan extensas las jornadas que muchos de ellos se desmayan. En un video aparece una denuncia de un hombre que reclama: “mire hasta dónde ha llegado el extremo en el que la Secretaría de Desarrollo Social está manejando este tema, esto no es justo, realmente es demandable, cómo van a tener personas en estas condiciones”, dice la persona mientras graba el desmayo de uno de los adultos mayores. Los abuelitos tienen entre 55 y 88 años y mensualmente llegan a la Alcaldía de Armenia para recibir el dinero. “Hay que esperar dos o tres horas, ¿qué más puede hacer esperando la ayuda que nos dan?”, dijo uno de los abuelitos. “Cinco personas se descompensaron. Mal atendidos, falta de sillas para atenderlos, muy pocas carpas, no había sino seis”, denunció Noel Arnoby, un veedor ciudadano. La Secretaría de Desarrollo Social se defendió de las acusaciones y aseguró que cuentan, incluso, con enfermeras para que acompañan a los adultos mayores. “Tenemos cerca de 300 sillas aproximadamente, dispuestas, las carpas para cubrir a los adultos mayores del sol y del agua, pero se sale de las manos cuando viene gran cantidad de adultos mayores”, respondió Daniela Alvis Hoyos, la secretaría de Desarrollo Social. La funcionaria recordó que los abuelitos también pueden reclamar el dinero durante los ochos días de cobro en puntos de pago de la empresa de chance Facilísimo presentando su cédula.
En Armenia se reunieron en una jornada de visibilización. La iniciativa busca identificar y acompañar profesionalmente a los exuniformados. José David Olave era técnico antiexplosivos del Ejército de Colombia hasta que cayó en un campo minado en La Gabarra, Norte de Santander. “Murieron cinco compañeros: un teniente, un sargento primero, y tres soldados; y quedamos 8 heridos”, recordó. Como él, 60 personas en el Quindío, entre exmilitares y sus familias, participaron de esta jornada de identificación, evaluación psicológica y acompañamiento a ellos por las afectaciones del conflicto armado colombiano. El coronel Leonel Hernández Rodríguez, jefe del estado mayor de la Octava Brigada, dijo que “el aporte del Eje Cafetero han sido 365 hombres, 115 heridos; entonces queremos que nuestras familias y las familias de esas víctimas no se sientan solas, sino que desarrollen una temática conjunta para el mejoramiento de las mismas". Por eso, cinco psicólogas acompañan la jornada y realizan con tres etapas: una de caracterización, otra de entrevista y una evaluación de percepción. “Y digamos, lo que se ha encontrado preliminarmente en este caso, son muchas dificultades a nivel de estado de ánimo y de manejo de la ansiedad producto como de toda esta situación. Es importante porque esto nos va a permitir contar con evidencia que nos lleve a trabajar sobre iniciativas de tratamiento psicológico o de acompañamiento psicológico para estas personas y sus familias, de manera que también sea una forma de ir reparando y acompañando estos eventos que han estado asociados al conflicto armado en Colombia", manifestó Sandra Patricia Trujillo, una de las psicóloga a cargo de la jornada. El comando general de las fuerzas militares continuará con estas jornadas. La próxima será en Medellín en los primeros días de abril.