Microtráfico: el negocio ilegal que le pondrá trabas al próximo alcalde de Santa Marta

Un estudio de la Secretaría de Salud de la capital del Magdalena reveló que el 62% de los jóvenes que ha consumido droga lo ha hecho en entornos escolares.

El preocupante panorama tiene en jaque a las autoridades, quienes a pesar de haber capturado a 157 personas y demolido 17 casas dedicadas al expendio de marihuana, cocaína y bazuco, y en donde promedio se producían cerca de 40 millones de pesos en ganancia, no han logrado controlar el delito que crece a pasos agigantados.

"Son muy pocas las herramientas que tienen las autoridades para efectivamente combatir ese flagelo, porque aunado a ello tenemos la deficiente actuación del sistema judicial, que cuando hay personas que son capturadas con este tipo de elementos, por no tener capacidad en los centros de reclusión, terminan libres", aseguró Lucas Gutiérrez, director del observatorio Santa Marta Cómo Vamos.

De hecho, de las 157 personas detenidas por microtráfico, solo 7 tienen medida de aseguramiento en centro carcelario.

De acuerdo con expertos, la falta de empleo y la alta rentabilidad del negocio provoca que la gente se dedique a la venta de estupefacientes.

"Son personas que son fácilmente captadas por estructuras criminales y que terminan ejerciendo actividades mucho peor como los homicidios que han venido en aumento en la ciudad", agregó Gutiérrez.

¿Qué deberían hacer los candidatos para acabar el fenómeno que afecta a tres de cada cinco jóvenes en Santa Marta?

Investigadores aseguran que la creación de una política pública es una de las opciones que tendrá el nuevo mandatario electo para reducir el consumo de estupefacientes en parques y esquinas.

"Desde la comisaría de familia atendemos casos y nos damos cuenta de que la droga que se consume no sólo es la ilegal, sino la legal. Generalmente cuando está asociado a comportamientos sociales de riesgo se aumenta la violencia intrafamiliar por el consumo de estas sustancias y el alcohol", dijo Liliana Albort, especialista en psicología clínica.

Asimismo, opinan que la clave no es la represión o el aumento en el número de efectivos policiales, sino que se requieren más campañas educativas y generación de empleo.