Con ironía, dardos y pullas el expresidente se refirió a lo que es hoy un secreto a voces: la división que existe en el Centro Democrático.
Otra de las frases del hoy senador fueron:
“No debemos caer en epítetos destructores. Antes, para descalificar al contrincante político se le decía homosexual. Hoy lo señalan de odiar a las lesbianas y a los homosexuales”.
“Antes se le refería como comunista, hoy prefieren acusar a alguien de paramilitar para descalificarlo".
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El escrito titulado “Respeto necesario en el Centro Democrático”, tiene una frase final lapidaria, y que refleja en buena medida lo que hoy se cocina en las entrañas del uribismo: "el problema es con Santos y su Gobierno, no entre nosotros”.