El uso excesivo de celulares y otros dispositivos pueden producir efectos negativos en los niños, ya sea en su salud física o psicológica. Hay que regular a qué acceden, por cuánto tiempo y en qué momentos del día, recalcan expertos.
La Asociación Española de Pediatría hizo una dura advertencia a los adultos sobre este tema y ha sido clara en señalar que las pantallas no son niñeras y no deben reemplazar el cuidado, el diálogo y el entretenimiento de los niños. Si no se establecen límites puede acarrear consecuencias de corto, mediano y largo plazo, hasta la vida adulta.
“Darle un celular a un niño menor de 9 años sin ningún tipo de límite es como entregar un ferrari sin frenos y sin clases de conducción”, así de contundentes fueron las palabras de la Agencia Española de Protección de Datos, opinión respaldada por María Andrea Jaramillo, jefe de pediatría de la Clínica Santa María del Lago en Bogotá.
“Hay muchísimos efectos negativos. Se ha demostrado que los niños que tienen un consumo excesivo de pantallas antes de los 5 años logran menos los hitos del neurodesarrollo, pero además tienen otros efectos en habilidades sociales, en habilidades de comunicación, en la salud física, son niños que tienden más a ser obesos”, precisó.
Además, pueden presentar problemas de sueño, del lenguaje, de atención, cambios del estado de ánimo, alteraciones osteomusculares y visuales, entre otros. Por eso, la Asociación Española de Pediatría diseñó un plan digital familiar en el que recomienda:
- Que los menores de 2 años eviten por completo el uso de las pantallas
- De 3 a 5 años las utilicen menos de una hora diaria
- A partir de los 5 años, menos de dos horas al día
La doctora Jaramillo también insta a los tutores a “verificar qué tipo de amigos tienen y qué actividades hacen en las pantallas (los niños). Los buscadores tienen un historial para que uno sepa a qué plataformas o a qué sitios han accedido los niños y verificar el contenido que tienen. Enseñarles seguridad digital, a no publicar fotos”.
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A mayor tiempo de uso de celulares y otros dispositivos, los pequeños están expuestos a más riesgos, como los de desarrollar dependencia, ser víctimas de ciberacoso o acceder a contenido no apropiado, como la pornografía.
Por eso, también se debe prestar atención a los lugares donde no deben usarse estos elementos, como “el comedor, las pantallas no se usan en la habitación y menos si los niños ya duermen en su habitación, no deberían tener ni televisor, ni tablet, ni celular a la hora de dormir”, subraya la pediatra Jaramillo.
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