La recomendación de quedarse en la vivienda como medida para prevenir el contagio de coronavirus, sin duda, genera cambios en la rutina.
Blanca Mery Sánchez, entrenadora en neuroliderazgo, ofrece consejos para no desesperarse al afrontar varias horas de encierro.
Lo principal es conocer al otro. Respetar y conocer lo que les gusta a otros compañeros del hogar, teniendo en cuenta que no todos son iguales y cada uno tiene gustos particulares.
También es importante no perder los hábitos. Respetar el momento del baño, de estudiar, y definir tareas para el día a día, sobre todo en los niños.
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Para las personas con ansiedad medicada se recomienda ejercicios de meditación, respiración, mindfulness, yoga, o así sea oración. Todo lo que ayude a aquietarse.
Pueden dibujar o escribir todas las palabras que le venga a la mente. Conéctese con la respiración y van a ver cómo les cambia el mundo sin necesidad de salir, señala la experta.
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Una actividad concreta es en un frasco verter escarcha o papelitos y llenarlo de agua. Tras sacudirlo, respirar mientras que estos papeles se van asentando. “Necesitamos respirar conscientemente por la nariz. Podemos contar hasta 10: inhalar hasta cinco y exhalar hasta diez”, agrega.
Hacer eso en cinco o seis pausas en el día bajan la intensidad de la emoción y ayuda a estar equilibrados. Puede que no estemos felices, pero sí tranquilos.
También es necesario centrarnos en lo que va bien para que las emociones que contagiemos sean positivas y no nos sintamos abrumados.
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