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Siete médicos han muerto en la última semana por culpa del coronavirus. Lucharon desde marzo contra esta mortal enfermedad y, antes de llegar a las UCI, salvaron decenas de vidas en la primera línea de batalla.
Gustavo Rendón, médico general, quien trabajaba en Andes, en el suroeste de Antioquia, se contagió tras atender a un paciente crítico por COVID.
Durante varios días estuvo recluido en la clínica León XIII de Medellín, donde no pudo superar la agresividad del virus.
Víctor Julio Dimaté se contagió en medio del colapso hospitalario en Girardot por efecto del virus. “Dispuesto siempre a ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio, un excelente médico”, recuerda Aidy Virgüez, la esposa que ahora quedó viuda.
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(Vea aquí: "Médicos como mi padre ponen el pecho por los irresponsables": hijo de doctor muerto por COVID)
Carlos Humberto Carvajal trabajaba en la clínica de fracturas de Neiva. Batalló durante 8 días en la UCI, pero el virus terminó venciéndolo.
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Raúl Esteban Gutiérrez era uno de los médicos más reconocido en la capital antioqueña. “Participaba en unas brigadas que venían del extranjero cada año a operar múltiples pacientes en Medellín que no tenían recursos”, cuenta el intensivista Bladimir Gil.
Manuel Fortunato Charris, médico de 38 años, estuvo 45 días en la unidad de cuidados intensivos luchando contra el mortal virus. Tampoco pudo salir victorioso.
Fernando Gutiérrez Lara, neurocirujano de Cali, y Gustavo Salgar, radiólogo de la clínica San José de Cúcuta, fueron otros héroes que partieron tras luchar contra el coronavirus que ha matado a casi 43.000 colombianos.
Amigos y familiares de estos médicos le suplican a la gente que se cuide y así evitar, entre otras cosas, que estos profesionales terminen contagiados y paguen con su vida la irresponsabilidad de otros.
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