No es un solo cáncer, sino un grupo de diferentes tipos de cáncer que afectan al sistema linfático, el cual está conformado, entre otros, por los ganglios.
Los ganglios se encuentran en todo el cuerpo. Allí viven unas células que nos defienden de infecciones llamadas linfocitos. Y es la acumulación anormal de estas células lo que llamamos linfoma.
“En general, en el linfoma no existen como unos factores de riesgo claramente identificados, motivo por el cual todos pudiéramos estar en riesgo de sufrir un linfoma”, explica el hemato-oncólogo William Armando Mantilla.
El linfoma es el cáncer más frecuente de la sangre.
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“Más o menos se ven afectados entre siete a ocho pacientes entre cada cien mil habitantes. ¿Eso qué significa? Que para Colombia, más o menos al año, podemos tener alrededor de unos dos mil casos nuevos”, recalca el especialista.
El principal síntoma del linfoma es el crecimiento de los ganglios, lo cual se manifiesta como aparición de masas.
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“Otras señales de alarma son la aparición de fiebre de una causa no establecida, la sudoración, una sudoración muy profusa, muy abundante en las noches principalmente, y adicionalmente la pérdida de peso sin una causa clara”, agrega Mantilla.
El diagnóstico se confirma con una biopsia de los ganglios y, una vez establecido, dependiente del tipo y de lo que esté avanzada la enfermedad, el tratamiento puede ser desde quimio, radio o inhumo terapia, hasta el trasplante de médula ósea.
“Hoy en día tenemos tratamientos muy efectivos que nos permiten curar el cáncer en muchas situaciones”, finaliza el oncólogo.
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